Prueba Mercedes CLE: adiós a los cupés

Con el objetivo de simplificar la gama, la firma de la estrella eliminará algunos de sus cupés y apostará por un único modelo, el que nos ocupa.

Mercedes ha decidido que el nuevo CLE sustituya tanto al coupé de la Clase C como al coupé de la Clase E. Y, el año que viene, un cabrio CLE sustituirá a los descapotables de la Clase C y la Clase E. En cuanto a dimensiones, es más un sustituto del E que del C. La distancia entre ejes supera a la del C en 25 mm, mientras que solo pierde 8 mm con respecto al E. Por tanto, en comparación con el antiguo C los pasajeros traseros se benefician de más espacio para las piernas.

Inicialmente, hay cuatro mecánicas a elegir, todos híbridos ligeros de 48 voltios que incluyen un motor eléctrico que puede echar una mano al motor de combustión cuando sea necesario y absorber la energía de frenado para su posterior utilización. Tres de las opciones son gasolina, dos de ellos cuatro cilindros y dos litros: el 200 (con tracción trasera o total, de 204 CV) y el 300 (solo tracción total, de 258 CV). Por su parte, el 450 4Matic tiene un motor de seis cilindros en línea de tres litros y 381 CV. También tendremos un diésel, el 220d con 200 CV y, más adelante llegarán versiones AMG y un híbrido enchufable.

El 300 acelera hasta los 100 en 6,2 segundos, y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima. Nosotros lo hemos podido probar en algunas carreteras españolas desiertas y sinuosas, donde se transforma perfectamente de crucero a coupé deportivo. Conducido a fondo en modo Sport, mantiene las marchas mucho más tiempo, cuidando los regímenes altos, evitando cambios prematuros y haciendo malabarismos entre segunda, tercera y cuarta marcha. El par motor favorece a la parte trasera, por lo que el 4Matic retrae el morro y el agarre en las curvas está tan uniformemente distribuido que soltar el bloqueo antes de tiempo y volver a pisar el acelerador se convierte, rápidamente, en la nueva normalidad. Los cambios automáticos a través de la transmisión de nueve velocidades están magníficamente bien calibrados, manteniendo con pericia el equilibrio necesario para mantener la fluidez. El chasis está rebajado 15 mm y monta una suspensión convencional. Probamos la suspensión adaptativa opcional y la dirección a las ruedas traseras, y merecen mucho la pena.

El sistema de infoentretenimiento es el de las últimas berlinas y funciona genial. El CLE es un auténtico Mercedes de arriba a abajo, y nos traslada al placer de conducir a la antigua usanza. Una estrella más para completar su espectacular parrilla.