Prueba Jaguar F-Type 2020, más GT y atractivo que nunca
Prueba Jaguar F-Type 2020, más GT y atractivo que nunca
¿Estás seguro de que hay agarre? Ahí está mi cabeza hablando de nuevo sin ser invitada. Pero me doy cuenta de que estas palabras no son mías, sino de otra persona: mi fotógrafo en el asiento del copiloto. Su tono es calmado y su duda racional: dado que el camino parece aceite y las consecuencias de un accidente bastante graves, ¿deberíamos ir más despacio? Nuestra velocidad no es excesiva, sólo estoy tratando de llevar al Jaguar F-Type con la convicción necesaria para cubrir los caminos de montaña a buena velocidad. Esta mañana dejamos el sol de Oporto mientras escalamos a través de las laderas. Subiendo tan alto que las hojas se vuelven hielo.
El agarre está: puedo sentirlo. La forma en que se mueve el F-Type, seguro y con autoridad, ha servido para alejar mis temores. Donde debería haber duda, empuja, y donde habría subviraje, el agarre sorprende, (montamos unas P Zero de verano).
300 CV, grata sorpresa
El más ligero, el P300 (los más potentes utilizan amortiguadores adaptativos y tracción a las 4 ruedas) es todo un genio. Rápido y juguetón. En la N339 que sube al techo del mundo, sientes su magia. El P300 ha demostrado una confianza abrumadora donde no debería haberla.
Los giros se suceden, el sol se abre paso sólo para que la neblina ahogue su brillo. Giro el volante y el morro responde. No sentimos que hayamos tentado a la suerte en ningún momento; es todo tan natural que sientes como el coche se dirige a donde pides, los frenos muerden con fuerza y el acelerador te permite jugar con el motor.
A 2000 metros sobre el nivel del mar, la vista se despeja. Aparcado, con el sol atravesando las nubes el color plateado de este F-Type es sensacional. El «nuevo» Jaguar F-Type no es en realidad tan nuevo, sino un cambio de aires para un modelo que lleva con nosotros desde 2012. El director de diseño Julian Thomson, junto con el anterior diseñador de Jaguar, Ian Callum, ha desarrollado la estética del coche con gran acierto. En el interior, hay una pantalla de 12,3 pulgadas sacada del i-Pace ejecutando un software a medida. Configúralo como quieras, desde una pantalla llena de información a un mapa a todo color.
4 cilindros o el doble
La gran noticia es que el V6 ha muerto. (al igual que la caja de cambios manual). Su rendimiento sobre el turbo no justificaba mantenerlo en la gama. En cambio, la brecha entre el P300 y el V8 de 575 CV y tracción total es abismal. El R inspirado en el SVR es hogar de un nuevo V8 de 450 CV. Estamos conduciendo la nueva gama, el P300 y el R, pero centrados en el 2.0 litros – representa el 42% de las ventas. El precio comienza en 70.600 euros por el cupé y 78.300€ para el convertible.
Congelados hasta los huesos, volvemos al Jaguar F-Type. Pulso el botón para el volante calefactado e inicio mi rutina: escape deportivo, modo de conducción Dynamic, control de tracción desactivado, cambio en posición manual.
Las cosas empeoran. La nieve cruza el camino. Los árboles crujen en el viento. Dentro estamos mejor. Esta es la más ligera de las actualizaciones, y casi todo lo que era bueno y malo se mantiene. La posición de conducción es sólida, al igual que los asientos deportivos, pero mientras que el volante es bueno para conducir rápido, los controles no se sienten bien en un coche deportivo. La nueva configuración de la instrumentación, es posiblemente la actualización más importante.
Bajando, todo cambia en cuestión de momentos. El tiempo se despeja, el camino se seca, y es evidente que nos hemos topado con lo que quizás sea el mejor tramo de carretera de Portugal. Hay una cantidad ingente de agarre. El F-Type se deleita, cada vez más rápido en las curvas rápidas.
El descenso trae nuevas sensaciones con el olor de los frenos elevándose en el aire de la montaña junto al sonido del escape. Las curvas amenazan con fatigar los frenos, que no se inmutan pese a ser de acero.
No hay tráfico, la carretera es nuestra. Cada curva es un patio de recreo, forzando los frenos al girar. Cuando llega la salida, juega enviando la parte trasera de lado.
Cuando estos pequeños derrapes llegan, una combinación del diferencial y gas a su 2.0 litros devuelven todo a su lugar. Sin embargo, el motor a veces nos deja fríos, falto de aliento. La mayoría de las veces no es así, es vivo, empuja bien desde sólo 2000 rpm, lo suficientemente poderoso como para sentirse en casa dentro de la familia F-Type.
Larga vida al Jaguar F-Type V8
A la mañana siguiente hay un F-Type R en el aparcamiento. Tengo demasiada curiosidad para dejar pasar esta oportunidad. Es una criatura muy diferente al P300, casi el doble de potente, 575 CV, tracción a las cuatro ruedas y 223 kg más pesado. La delicadeza del P300 es reemplazada por una sensación de agarre despiadada y abrumadora. En las carreteras mojadas, destaca la tracción. Funciona de maravilla, al igual que el V8, que pronto querrás exprimir. Con el restyiling, los R recibieron una gran cantidad de cambios. El resultado de las lecciones aprendidas en el SVR hace que este nuevo R sea un impresionante GT.
De vuelta al P300, la distancia vuela. Hay algo de ruido de la carretera. La suspensión del P300 funciona igual de bien que en los pasos de montaña. Si la caja de ocho velocidades se asentara, la conducción en autopista sería perfecta. Con las levas todo cambia, sobre todo con su acabado en aluminio.
Salimos de la autopista y nos deslizamos de vuelta a Oporto 24 horas después. El F-Type 2020 se mueve rápido en el tráfico. Es tan hermoso que Oporto debería sentirse afortunada de que la visitemos. Aquí, con la luz del sol, el gris pizarra del Jaguar se transforma en una escultura. Y es un coche deportivo que felizmente usarías como GT. Nos abrimos camino a través de Ribeira. Muchos de los que pasean cambian su admiración de la ciudad al Jaguar. Esta evolución del Jaguar F-Type es muy ligera. Afortunadamente el atractivo sigue ahí.
