Prueba Gama 4×4 Toyota, infalible, inmortal y divertida
Prueba Gama 4×4 Toyota, infalible, inmortal y divertida
Piensa en un todoterreno fiable y capaz fuera del asfalto ¿ya? Si has pensado en Toyota, has pensado bien, y si no, sigue leyendo. La gama 4×4 Toyota tiene un legado envidiable, así como una oferta actual de cuatro modelos enfocados al uso offroad que hemos podido probar.
Fabricando 4×4 desde 1951
Para lograr el éxito y asociarse a unos valores de robustez, eficacia y fiabilidad, Toyota ha tenido que estar desarrollando vehículos todoterreno 4×4 durante 70 años.
Y es que el Toyota BJ nació en 1951 como alternativa al Jeep, un modelo que evolucionó hasta el Land Cruiser que conocemos hoy y que es ya la 11ª generación.
La Hilux tampoco se queda corta en legado, ya que lleva 50 años en el mundo, sirviendo de transporte de mercancía o lo que haga falta en los lugares más recónditos del planeta. El Rav4 es menos veterano, pero el todocamino nipón llegó en los 90 y ya va por la 5ª generación, seguido del Highlander, que acaba de volver a Europa y nació hace 21 años.
Rav4 y Highlander, los más Eco del campo
Empecemos por los más «sencillos» o modestos. Los SUV de Toyota se suman a la gama 4×4 de la marca gracias a lo que se denomina «intelligent AWD» y no es una tracción total al uso, sino que un segundo motor eléctrico se une al sistema híbrido para dar vida al eje trasero.
Gracias a este motor extra tenemos un Toyota Rav4 más potente que la versión de tracción delantera, 222 CV, mientras que el Highlander es solo de tracción total, con 248 CV.
El funcionamiento es sencillo, el coche envía par al eje trasero cuando detecta pérdidas de adherencia en el tren delantero, y es capaz de mandar hasta el 80% del par al eje trasero, contando con un diferencial de deslizamiento limitado para un mejor reparto de este.
No hay que conectar nada, es el sistema más sencillo, nos subimos, arrancamos y dejamos que el coche trabaje. Tanto Rav4 como Highlander se comportan muy bien en caminos, pudimos hasta vadear un río gracias a una altura libre generosa, 190 mm en el Rav4 y 202 en el Highlander, y subimos cuestas sin ningún problema.
Para un uso más adecuado en caminos o pistas rotas tenemos el modo Trail, que regulará el reparto del par, la respuesta del motor y el cambio de variador continuo. Con él activado subimos sin prisa pero sin pausa por pendientes que a priori parecían difíciles, y a una velocidad constante de unos 20-25 km/h, siguiendo a una Hilux que no se inmutaba, pero nosotros tampoco.
Además de ser cómodos por carretera, también lo son bastante en campo gracias a la suspensión McPherson delantera y trasera de doble horquilla independiente, aunque hay que tener cuidado con ciertos baches, pero si vamos pendientes y gestionamos bien el acelerador y la dirección, podemos ir con precisión y seguridad por cualquier camino.
Hilux como sinónimo de eficacia indestructible
Ya conocemos las bondades del Toyota Hilux, una pick-up que se encuentra presente en todo el mundo como vehículo de trabajo. En este ocasión, nos acompaña el restyling en versión Invincible, que la hace parecer aún más robusta gracias a los elementos de protección exteriores.
La otra novedad está bajo el capó, ya que recibe el motor 2.8 diésel del Land Cruiser, con 204 CV y 420 Nm, así como opción de caja automática que permite a Toyota ampliar el par motor hasta los 500 Nm. Sigue en la gama el 2.4 de 150 CV diésel manual.
Dentro de la gama 4×4 Toyota, la Hilux es el eslabón entre los SUV y el todopoderoso Land Cruiser. Con este comparte el esquema de chasis independiente, pero aquí tenemos una suspensión trasera de eje rígido y ballestas y delantera de doble horquilla.
Esto hace que en el campo, la Hilux sea algo «rebotona» a gran velocidad, por lo que tendremos que ir más pendientes de la dirección, pero aún así, pasa todos los baches y sube por los caminos rotos con mucha solvencia.
Su sistema 4×4 es conectable manual, es decir, iremos en tracción trasera en carretera y pasaremos a 4×4 en el campo, ya que no hay un diferencial central que si tiene el Land Cruiser, solo trasero en opción.
También cuenta con un la tracción total 4L, o reductora, para poder hacer girar el motor a menor régimen y mejorar la entrega de par, subir cuestas que da vértigo con solo mirarlas, pasar por cruces de puentes sin pestañear, o trepar caminos pedregosos. Lo hace todo, pero nosotros tenemos que emplearnos un poco en la labor.
Land Cruiser, el rey
En cambio con el Land Cruiser, es todo lo contrario. La tecnología al servicio de la tradición hacen que ir por el campo con este todoterreno sea coser y cantar, que todo parezca fácil y que tus habilidades 4×4 se aumenten un 200% instantáneamente.
Para moverse se vale del motor más grande como única opción, el 2.8 diésel, que será suficiente dentro y fuera del asfalto, y que elegiríamos con caja automática por ser más cómoda y porque está diseñada para un uso en campo sin miedo. La tracción total aquí es permanente porque lleva un diferencial central, bloqueable para cuando la cosa se ponga seria con el offroad, y hay múltiples sistemas electrónicos para hacernos avanzar siempre.
El primero de ellos es el sistema KDSS, o Kinetic Dynamic Suspension System, que consiste en una barra estabilizadora acoplada sobre unos soportes hidráulicos conectables. De tal modo que si necesitamos mejorar el recorrido de las ruedas porque viene un cruce de puentes complicado, el Land Cruiser desconectará estos soportes y las ruedas tocarán antes y mejor el suelo.
Después tenemos el AVS, o Adaptative Variable Suspensión, una suspensión neumática adaptativa por cámara, que ligada a la suspensión neumática que sube y baja 3 cm su altura, nos da un coche tremendamente cómodo para el uso en el campo. Mientras vemos la Hilux rebotar arriba y abajo, los Land Cruiser avanzan imperturbables y solemnes, es un espectáculo ver moverse con tanta soltura a un coche tan grande por el campo.
En cuanto a ayuda clave en electrónica para superar obstáculos está el famoso Crow Control, que gestiona la tracción de cada rueda mediante el ABS y el acelerador, para que el coche avance a velocidad constante, y baja claro.
Y de regalo, velocidad y emoción en la Hilux de Isidre Esteve
La jornada a lomos de la gama 4×4 Toyota no había acabado, faltaba un modelo muy especial, el de carreras. El piloto español Isidre Esteve nos haría de taxista de la diversión con su Toyota Hilux preparada por Overdrive.
Se trata de una versión de la pick-up diseñada en torno a un chasis tubular, equipada con un V8 de origen Lexus de 5.8 litros atmosférico que en especificaciones de carrera rinde 350 CV y 560 Nm, aunque su mecánico nos confiesa que puede dar casi 600 CV.
El sonido es embriagador, y si cierras los ojos mientras se aleja, puedes pensar que estas en el Rally Dakar, pero cuando te subes dentro, es cuando sientes que lo estás.
Ver a Isidre conducir solo con las manos, debido al accidente de moto que le dejó en silla de ruedas en 2007, es hipnótico, en tu cabeza se acumula el trabajo, en la suya debe funcionar con la misma precisión con la que la Hilux tracciona saliendo de cada curva levantando el morro.
Impresiona la capacidad de frenado, de absorción de los baches y después el empuje, pues aunque es bruto, es lineal y además el recorrido de ese día era estrecho así que había que ir con cuidado al acelerar o hacer derrapar el coche, algo que Isidre hacía de maravilla.
Gama 4×4 Toyota, veredicto
Si buscas un coche solvente fuera del asfalto hay muchos en el mercado, pero que además sean fiables en tecnología y mecánica, solo la gama 4×4 Toyota suele ser garantía de éxito, y después de probar sus modelos, nos queda claro lo bien que trabajan en cualquier situación.
Tanto si queremos un coche familiar para paseos esporádicos fuera del asfalto, como si necesitamos un vehículo de trabajo duro y eficaz, Toyota nos lo ofrece con estos modelos, aunque nuestro favorito sea el Land Cruiser por convertirnos en expertos conductores offroad desde el primer minuto.
La gama de precios arranca en 37.400 euros para el Toyota Rav4 4×4, seguido del Highlander por 52.000 euros. En el caso de Hilux, la más sencilla son 29.350 euros, y la más equipada 40.250 euros. El Land Cruiser más básico, de 3 puertas, son 40.000 euros, 3.000 euros más el 5 puertas, y el más equipado son 73.000 euros.
