Al volante del Ford Mustang Mach-E: mucho mejor de lo que podrías imaginar

Si te gustan los coches te gusta el Ford Mustang, el de toda la vida, y quizá te parezca un invento raro llamar Mustang a un SUV 100% eléctrico. Esta una de esas mezclas que hay que probar para valorar, y el nuevo Ford Mustang Mach-E es un automóvil innovador y con carácter que superará las expectativas de muchos clientes. Hemos conducido la versión más potente, con 351 CV y tracción total, que ofrece una autonomía de 540 km.  

Perdonen los prejuicios, pero ya son muchos años escuchando que tal o cual SUV es deportivo, cuando en realidad es tan emocionante como escuchar a tu suegra hablar de su infancia. Y es que un SUV eléctrico en principio no invita al optimismo, pero antes de subirnos al Ford Mustang Mach-E nos dice algo que me llama la atención: “queremos que la gente lo compre porque les gusta conducir, no porque sea un eléctrico”. El último Ford al que me subí, un Ford Puma 1.0 turbo, me gustó mucho, y no hay duda de que los Ford actuales destacan por su buen comportamiento.

Para que el nuevo coche parezca un Mustang, le han puesto un capó abultado y un morro parecido al del célebre cupé. El aspecto de perfil es deportivo y afilado, con los pasos de rueda bien marcados, y en la parte trasera los grupos ópticos y la forma general también está claramente inspirada en el deportivo homónimo. El Ford Mustang Mach-E mide 4,71 metros de largo y lleva la batería fina que ocupa todo el piso entre los dos ejes (garantizada por 8 años o 160.000 km). Esto tiene varias implicaciones: es grande y por eso permite una buena autonomía, también hace que el peso del coche supere los 2.000 kg. Y al estar colocada en el piso, el centro de gravedad es bajo y favorece la estabilidad.

La oferta mecánica es fácil de entender: hay dos tipos de tracción (trasera o total) y dos baterías, que dan lugar a cuatro versiones. Los 4×4 lo son porque llevan un motor eléctrico en cada eje, mientras que los tracción trasera solo lo llevan atrás. La potencia de la batería es de 75,7 kWh o de 98,7 kWh para la versión de autonomía extendida. Así, con la batería normal y motor de 198 kw (269 CV), el tracción trasera tiene homologada una autonomía de 440 km., y el AWD, de 400 km. Con la batería más potente, el RWD (291 CV) alcanza 610 km de autonomía, y el AWD (351 CV) se queda en 540 km.

Nosotros condujimos la versión más potente del Ford Mustang Mach-E (351 CV), y con tracción total. Para circular por la ciudad puede resultar interesante conectar la función Pedal Drive, de modo que al levantar el pie del acelerador el coche retiene mucho y así envía más energía a la batería. Es lo que se suele llamar conducción de un solo pedal, porque muchas veces no necesitas tocar el freno.

Ya en la autopista, el nuevo Ford corre mucho y las recuperaciones son sensacionales (de 0 a 100 km/h en 5,1 seg., y ofrece 580 Nm de par) pero eso era de esperar con solo ver su ficha técnica. La suspensión es cómoda y no peca de ser demasiado firme. Lo más importante es que además es divertido de conducir, y para comprobarlo solo hay que darse una vuelta con él por zonas viradas. Sorprende el reducido subviraje (tendencia a seguir recto en las curvas) y la forma en la que empuja el eje trasero, que te invita a estar listo para un ligero contravolante. Anima a ir cada vez más rápido y da mucha confianza. La suspensión delantera es tipo MacPherson y la trasera, multibrazo. Ya se sabe que la tracción total eléctrica es mucho más rápida, eficaz y modulable que la mecánica a la hora de distribuir el par entre las ruedas. Puede llegar a dar el 100% del par en un eje o el otro si fuera necesario.

Este coche ofrece tres modos de conducción, como los clásicos Eco, Normal y Sport, pero en Ford han sido más originales y los han llamado Active, Whisper (susurro) y Untamed (indómito o salvaje). Nuestro modo favorito es el tercero, que permite una reacción más rápida del acelerador, endurece la dirección y además implica un bonito sonido. Otras marcas han optado por sonidos artificiales más o menos espaciales o imaginativos, pero en Ford han hecho que suene como un V8, eso sí, poco escandaloso. Así que hay un momento en el que vas conduciendo, notando mucho empuje, con esa banda sonora de fondo, y piensas: “vaya, ahora sí parece un Mustang”. Además en el cupé deportivo vas sentado más alto que en otros coches de su clase. Enlazas una curva con otra, gas a fondo al salir de ellas, adelantas en un instante, en definitiva te sientes a gusto y disfrutando.  

Una vez hallado el ADN Mustang, nos fijamos en cosas más mundanas pero más importantes para un coche de uso familiar. El salpicadero tiene muy buen aspecto, con líneas modernas y acabados de calidad. Hay un bonito volante y un cuadro de instrumentos más bien pequeño.

Esto lo compensa la enorme pantalla táctil central de 15,5 pulgadas, bastante mayor que un ipad grande. Creemos que debe ser frustrante pasar años estudiando en una escuela de diseño para luego colocar ahí esa pantalla gigante, pero es la tendencia del mercado (al estilo Tesla) y parece que a los clientes les gusta. Al menos tiene un uso bastante fácil e intuitivo. Hay espacio para cinco pasajeros, el suelo es plano y, en las plazas traseras, un ocupante de 1,85 no tocará con la cabeza en el techo. El maletero ofrece 402 litros, y delante hay otro hueco para 81 litros.

Respecto a la facilidad y velocidad de carga, clave en un eléctrico, Ford ofrece a los clientes un wall box (cargador de pared) para instalar en su hogar. Disponible en versiones de 7,4 y 11 kW, puede cargar un 80% de la batería en unas 6 horas, y a tope en unas 8. En un cargador de la red Ionity con una potencia de hasta 150 kW, el Mustang Mach-E de propulsión trasera, con batería de autonomía extendida, en 10 minutos puede cargar suficiente como para recorrer unos 120 km.

Desde Ford también destacan la conectividad (para Apple CarPlay y Android Auto) y gracias al Bluetooth puedes por ejemplo dejar las llaves en casa y abrir el coche con el móvil. Si te quedas sin batería, puedes introducir en un teclado situado en la puerta, y para arrancar, se puede meter también en la pantalla táctil.

También dispone del potente sistema SYNC, que utiliza el aprendizaje automático para aprender las preferencias de los conductores, en más de 80 ajustes del vehículo. En cuanto a seguridad cuenta con control de crucero inteligente, asistencia pre-colisión con frenado de emergencia y sistema de mantenimiento de carril.

Las primeras unidades se entregarán en mayo, y los precios son los siguientes: RWD 269 CV: 48.500 euros. RWD autonomía extendida 294 CV: 56.300 euros. AWD 269 CV: 55.800 euros. AWD autonomía extendida 351 CV: 64.900 euros. No obstante con las ayudas a la compra de eléctricos se puede comprar desde 41.670 euros. A final de año llegará un Mach-e GT con 487 CV, 860 Nm y capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,7 seg.