Prueba Dacia Duster: ni lujoso ni caro, pero lo tiene todo

Nos encantan los coches lujosos y caros, pero algo práctico y barato sabe mucho mejor. Desde Rumania llega la tercera generación de este top ventas que ahora tiene un diseño y unas calidades mucho más cuidadas.

 

 

Si algo me alegra de poder trabajar en esta revista es ser capaz de alejarme de muchos prejuicios que tengo sobre ciertas marcas y coches, y llevarme verdaderas sorpresas. Algo así me ha ocurrido con Dacia y el nuevo Duster, que me ha parecido un producto muy completo y que se desmarca completamente de solo ser elegido por precio. Ahora sigue siendo precio, pero también calidad y una imagen muy moderna y fresca con el nuevo logo y unas formas mucho más musculosas y cuadradas. Se lanzó en 2010 y en menos de 15 años de vida se ha hecho un hueco muy importante en las listas de ventas y en los resultados de la marca, que ha producido más de 2,4 millones de unidades.

 

 

Por primera vez, emplea la plataforma CMF-B, lo que se traduce en un mayor espacio interior para pasajeros (+30 mm en plazas traseras) y para equipaje (517 litros de maletero bajo la bandeja), aunque lo mejor es que no cambia su longitud de 4,34 metros. En el exterior no solo son las formas, también los materiales, mucho más resistentes, con guardabarros y molduras tintadas –y no en pintura– más anchas y conectadas entre sí.

 

 

Aunque sin duda el mayor salto lo da en el interior y es que hasta en las versiones de menor coste van bastante bien equipadas. La pantalla es de 10 pulgadas y está ligeramente orientada al conductor. Además, conectar el smartphone de manera inalámbrica resulta más fácil que nunca. También cuenta con dos entradas tipo C para cargarlo.

 

 

Los asientos resultan cómodos y es que siguiendo la línea de ser más ecológicos, su tapicería es lavable. Esto se complementa con las alfombrillas de goma que lleva en las plazas traseras y delanteras. Dentro encontramos referencias al nuevo logo, no solo en los asientos sino en los contornos de las salidas de aire y en los paneles de la puerta y los reposabrazos. Por otra parte, en el exterior la firma luminosa es en forma de Y, así como en las ópticas traseras.

 

 

Este coche se define como un SUV con capacidades todoterreno y si algo adoro es cuando nos dejan probarlos de verdad. Que por carretera está bien, pero hacerlo en una reserva natural en Cádiz es otro nivel, y se agradece. En mi caso, para asfalto llevo el TCe 130 con caja manual de seis velocidades y para la ruta off-road opto por el mismo modelo pero con tracción 4x4.

 

 

Desde el primer momento me sorprende el confort de marcha, incluso a velocidades que sobrepasan la línea legal no noto que el coche se ahogue para nada a pesar de su motor turbocomprimido de tres cilindros. El interior está bastante bien insonorizado. En terrenos no asfaltados voy jugando con los cinco modos de conducción, aunque en realidad los óptimos son el “off-road” y el de “mud/sand” para el recorrido que me han preparado (como se puede apreciar en la foto principal). Buen momento también para utilizar el control de descenso de pendientes y comprobar que tiene buenos ángulos (además de cámaras) de ataque, de salida y ventral: 310, 360 y 240, respectivamente.

 

 

Este coche lleva un sistema de hibridación ligera de 48V, que le permite portar la pegatina ECO como el resto de la gama, que esperan que sea un buen argumento para conquistar las grandes ciudades – las áreas más rurales las tienen más que ganadas–. Existe una versión híbrida de 140 CV con cuatro cilindros, que va con caja automática de seis marchas (cuatro para el térmico y dos para el eléctrico). Siendo Dacia tampoco podía faltar la versión de GLP con su motor 100 ECO-G.

La gama parte desde los 19.290 euros para el acabado básico, aunque el 70% de los compradores prefieren los acabados tope de gama. En este caso estaríamos hablando de 22.890 euros. En definitiva, el nuevo Dacia Duster es una opción que debes tener en cuenta si estás pensando en comprarte un coche.