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Prueba BMW Serie 7 2019, la clase más ágil

¿Para quién es un Serie 7? Es una pregunta que uno se puede hacer mientras sale del hotel cinco estrellas al que ha sido llevado para probar la nueva berlina de representación de la firma alemana, mientras se estira la camisa de 30 euros, se revisa las zapatillas compradas al 50% para que estén limpias, y mira la hora en su móvil comprado con los máximos descuentos posibles. Desde luego no para alguien como yo, un humilde periodista, pero si este mes me dieran un bonus de 100.000 euros por mis buenos resultados en la empresa ¿los pondría en el nuevo BMW Serie 7 2019?

Prueba BMW Serie 7 2019

Esa es una pregunta que se hará más bien un alto ejecutivo que se ha cansado de su Serie 5 y acaba de ascender. La tradición dice que una berlina grande es el coche apropiado para quien quiere viajar, demostrar su estatus social y económico, o simplemente ir cómodo de una reunión a otra. A este nivel la elección del coche suele ser del cliente, más que de la empresa para la que trabaja. Así que ya puestos, elijamos lo mejor. Y lo mejor en BMW dentro de las berlinas es su Serie 7.

Es un coche de imagen imponente, que nos da a entender por su imagen que quien vaya dentro es alguien importante o con el suficiente poder como para hacernos ricos o pobres. De hecho, su imagen, ha cambiado en base a las sugerencias de los clientes según los propios responsables de la marca. Esos cambios son su parrilla delantera un 40% más grande, un logo de BMW que también crece, un capó más alto o su adorno cromado en los faldones laterales. Quien tiene un status económico por lo general le gusta mostrarlo, así que su coche debe ser una extensión de ese poderío, de ese orgullo de imagen. Por lo tanto los nuevos riñones del Serie 7 no son demasiado grandes, simplemente no es tu coche.

En su zaga se añade un nuevo elemento de diseño muy extentido en la industria en los últimos años, las ópticas unidas por una tira lumínica a través del portón del maletero. Aquí también cambia el paragolpes, con un nuevo diseño para las salidas de escapes, contorneadas por un detalle cromado.  En cuanto a medias, ambas carrocerías, batalla normal y larga, crecen 23 mm con respecto a la anterior generación, manteniéndose la anchura y la altura del Serie 7. Por lo tanto tenemos 5.12 metros de largo y 5.26 en la carrocería larga, que vería su batalla extendida hasta los 3.12 metros, espacio suficiente para viajar en clase Business o que una compañía aérea low-cost ponga 3 asientos.

Prueba BMW Serie 7 2019

Las luces delanteras son ahora más delgadas, con iluminación LED de serie, y Laser en opción. Las llantas son de serie de 17 y 18 pulgadas según versión, pero en opción podemos equiparlas de hasta 21 pulgadas, con nuevos diseños incluidos en el catálogo. De serie el Serie 7 lleva elementos cromados en su exterior que le aportan un buen toque elegante, pero BMW siempre ofrece su paquete exterior M por si queremos darle un look más deportivo.

Prueba BMW Serie 7 2019

Ahora que ya sabemos lo que verán los empleados al ver llegar a su jefe, es hora de conocer lo que este ve por dentro. Allá donde mires o toques en el BMW Serie 7 2019 solo encontrarás calidad y refinamiento. A la tapicería estándar de cuero Dakota se le puede añadir más opciones de cuero, o recurrir a BMW Individual para que el patrón, el tapizado y las costuras de los asientos coincidan con el de nuestro traje favorito.

En la parte delantera no falta de serie un cockpit digital que cambia en apariencia con cada modo de conducción. La otra gran pantalla es la central táctil, de 12,3 pulgadas, desde la que podremos controlar las infinitas opciones de personalización o ajustes del Serie 7, desde el color de la iluminación interior, hasta ver le tiempo y las noticias si elegimos el paquete profesional de información y entretenimiento, que incluye también el tráfico en tiempo real y otras muchas funciones.

Por lo demás, no falta el clásico controlador iDrive giratorio ni un sistema de carga inalámbrica para el Smartphone. Los clásicos controles del climatizador aquí son táctiles, pero seguimos teniendo los típicos botones analógicos numerados para funciones de memoria preestablecidas, así como los controles giratorios para la radio, algo que se agradece.

En su parte trasera, prácticamente podemos “amueblarla como una oficina”. Hay una función que transforma el túnel central en un enorme hueco portaobjetos y un gran reposabrazos del que hacer emerger una mesa, de gran calidad por cierto, nada que ver con lo que llevan en los respaldos los asientos de los aviones. También se puede equipar una Tablet extraíble en el túnel central desde la que controlar funciones como la iluminación interior, la música, el climatizador o ciertos ajustes básicos del coche, nunca ligados a la dinámica de este. Las ventanillas y luna trasera pueden taparse con las cortinillas automáticas de parasol. Y la guinda son las dos pantallas de 10,2 pulgadas en el respaldo del asiento delantero desde las que ver nuestra película favorita o tener acceso a todo tipo de información. Además los asientos traseros tienen una opción para reclinarse, o desde el lado derecho, echar el asiento del copiloto hacia adelante como para que un jugador de la NBA entre sin problemas.

¿Y si no quiero ir sentado atrás ni que me lleven? BMW también piensa en esos clientes, y ha creado un Serie 7 de lo más dinámico. Primero por su gama de motores, que ahora es aún más elitista, dejando a un lado los bloques de menos de seis cilindros. Esto significa que en los diésel tenemos el 730d, 740d y 750d, con potencias de entre 265 y 400 CV. En gasolina empezamos por el seis cilindros en línea del 740i, hay un 745e híbrido enchufable, el 750i con su V8 y el brutal V12 de 585 CV como versión M760i. Solo el 730d y el 740i pueden ser elegidos en tracción trasera o total, el resto serán xDrive y siempre con cambio Steptronic de 8 velocidades.

Para esta ocasión, BMW eligió para probar su recién llegado motor V8 de 4.4 litros biturbo de 530 CV y 750 Nm de par que ya conocemos del M5 o del Serie 8 nuevo. Y la carrocería larga, un BMW 750Li xDrive sería nuestro carruaje por las carreteras del sur de Portugal, todo un jet privado que parece pedir pista para despegar cuando hundes el pie en modos Sport, que te pega al asiento con ímpetu pero sin violencia, que para eso es refinado.

El sonido es magnífico, pero la insonorización lo es aún más, por lo que solo notaremos la presencia del soberbio V8 cuando llevemos el pedal del acelerador a fondo y sobrepasemos la zona media del cuentavueltas. El par motor llega tan pronto que te pillará en pijama y la aguja sube con la misma facilidad que la velocidad. Y es que a pesar de su peso de 2.000 kilos, sirva como ejemplo de lo rápido que puede ser esta versión del Serie 7 sus 4,1 segundos para hacer el 0 a 100 km/h. No prestamos atención a los consumos medios, pero sirva de referencia la cifra de homologación de 9.5 l/100km, aunque la mayoría luego opten por el 740d o el 750d, pero nosotros nos quedaríamos con este V8, quizás el V12 si fuéramos propietarios de un par de refinerías.

Prueba BMW Serie 7 2019

El otro factor clave para mover sus 5,24 metros de largo, y ya no solo en línea recta, es su tracción total, y su dirección en el eje posterior. Durante años BMW nos ha estado brindando un sistema de tracción total xDrive capaz de convencer a los más puristas, que ha visto su zenit en el último M5 gracias a la desconexión del eje delantero para darle el ADN M Power, y que aquí hace que nos sintamos cómodos pisando el acelerador en pleno vértice y salida de curva. Se siente el primer empuje de la parte trasera si no hay falta de adherencia, y si necesitamos que el morro también tire de nosotros este lo hace sin problemas y apenas sin subviraje, pudiendo trazar con una precisión sorprendente para un coche de sus dimensiones. No será lo habitual, pero se puede ir rápido con él, así que Transporter ya puede llevar el coche de los malos.

Pero es sin duda la dirección en el eje trasera la que mejor le va, un sistema ya visto en el nuevo Serie 8. Gracias a ella mejoramos la capacidad de maniobra del vehículo, haciendo que este BMW Serie 7 2019 casi parezca un Serie 5 a la hora de aparcar o ir por ciudad, si no fuera porque no entrará en un hueco del mismo tamaño que el otro.

En carretera su trabajo es excepcional y solo yendo rápido notaremos su ayuda, así que el trabajo de los ingenieros se puede aplaudir en este sentido, porque en un coche como este lo que queremos es ir con comodidad y no notar nada.

Hablando de comodidad, la suspensión adaptativa del Serie 7 es de otra categoría, con un modo Comfort Plus con el que parece que llevemos debajo del coche un equipo de operarios de carretera que va corrigiendo las imperfecciones del asfalto para transformarlo en una alfombra. Además, en modo Sport, se torna más firme para que la carrocería se incline menos, pero al final, imprimiendo un ritmo alto no podremos eludir el peso y dimensiones del coche, nada que no esperásemos ni sea incontrolable.

El otro elemento que BMW también ha sabido refinar es su caja de cambios. Un Steptronic de convertidor de par que parece el encantador de perros con los salvajes 750 Nm, transformando la virulencia del par motor en dóciles canes de concurso. No notaremos ninguna transición de marchas cuando rodemos con sosiego, y cuando lleguemos tarde a la ópera o a la reunión de las 10 este acompañará para que las marchas suban con la misma rapidez con la que accionamos sus levas, y reducirá igual de bien.

Sin duda unas horas al volante del nuevo BMW Serie 7 2019 nos han bastado para comprobar que la marca sigue poniendo mimo y atención por los detalles en su mejor berlina. Un coche con el ADN de BMW cuando se es exigente con él, pero capaz de llevarnos en primera clase a ras del suelo en todo momento. Si usted se está planteando la adquisición de un nuevo vehículo de representación, o simplemente quiere lo mejor en cuanto a berlinas, este nuevo Serie 7 2019 parte de los 99.000 euros en el caso de la versión de acceso, el 730d, sumando 4.400 euros por el de batalla larga también de tracción trasera. Con el motor probado, el precio se coloca en 139.300 euros para el 750Li xDrive, aunque por otros 4.400 euros menos lo tenemos con la batalla normal.

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