Prueba BMW i4 prototipo, llega el eléctrico clave en Múnich
Prueba BMW i4 prototipo, llega el eléctrico clave en Múnich
En BMW no solo están centrados en mantener viva su llama con los modelos actuales, como ya comprobamos con el prototipo del Serie 2 Coupé que probamos, también en que esa llama no se apague cuando sí lo hagan los motores de combustión. Es por eso que hace unas semanas después de bajarnos del coupé deportivo nos subíamos acto seguido a lo que iba a ser el nuevo BMW i4 eléctrico, su berlina eléctrica.
¿Tan envolvente como un Serie 3 actual?
Resta el sonido visceral de un seis en línea y tendrás un coche muy competente para los fieles seguidores del eslogan de «¿te gusta conducir?». El prototipo del i4 que probé acabado al 95% aproximadamente resultó ser un coche muy competente para la inmersión en la conducción.
La división «i» de BMW ha pasado de crear eléctricos para ayudar en la movilidad urbana como el i3 a tener que crear automóviles competentes con cualquier tarea, incluyendo por supuesto la de conducir con pasión.
Así que en nuestra ruta por carretera esperábamos un coche agradable, asentado y sobre todo cómodo, al estilo de otros eléctricos de gran tamaño. Pero lo cierto es que nos encontramos con un automóvil que nos invitaba a disfrutar de la conducción más que del paseo.
El peso no parece ser un enemigo a pesar de ser un coche grande y llevar una batería bastante generosa, de 83,9 kWh, y la dirección tiene el tacto BMW que esperas, directo y lo suficientemente comunicativa para entrar en sintonía rápidamente.
¿Es rápido?
Pasada la euforia inicial de eléctricos con potencias de superdeportivo, fabricantes como BMW apuestan más por potencias superiores a versiones de combustión equivalentes que ofrezcan un buen equilibrio entre prestaciones y eficiencia.
Es por eso que aquí tenemos un BMW i4 eDrive 40 de 335 CV con el que ya podemos hacer un 0 a 100 km/h en 6 segundos y tener hasta 590 km de autonomía con una sola carga.
Y si, se siente rápido, en cualquier momento, con una pegada buena con ese par eléctrico inmediato de 430 Nm y después una progresión continua y muy modulable.
Dado que no hay una transmisión de varias relaciones, aquí el trabajo pasa por crear un software que permita al conductor modular bien la potencia que quiere con el acelerador. Y lo cierto es que por ahora parece muy lograda, pudiendo dosificar bien cuanto queremos que avance esta berlina eléctrica.
Y para los que quieran más, una versión M del i4
BMW da un paso más allá y se atreve con un i4 firmado por su división M. No es un «eme» puro al estilo de los M3 o M4, sino un M Performance. Se denomina BMW i4 M50, y si atendemos a ese número dentro de las nomenclaturas de BMW significa que hay mucha potencia disponible.
Aquí en lugar de un solo motor hay dos, uno de 190 kW delante y otro de 230 kW detrás, que juntos proporcionan 544 CV y 795 Nm de par. Aquí la autonomía es de 510 km, y el 0 a 100 km/h está por debajo de 4 segundos.
Y si, se siente rápido, mucho desde parado, contundente desde baja velocidad y no solo en recta, también en el paso por curva.
Porque BMW ha trabajado la suspensión, que es neumática solo en el eje posterior, y adaptativa de serie en este M50, opcional en el i4 40. El coche gira muy plano, copia muy bien la carretea y en circuito es estable y bastante preciso, muy cerca de sentirse como una auténtica berlina deportiva de verdad en lugar de solo un coche de 4 puertas con mucha potencia.
El chasis está ajustado en esta versión M del BMW i4, es más rígido, lleva un pack M aerodinámico y los frenos también son mayores. En definitiva, se aplica la receta M de cualquier modelo ahora a este coche eléctrico.
Los bajos van completamente carenados, y cuando preguntamos por qué la suspensión no era neumática en ambos ejes los expertos señalan que habría incrementado el peso y no les habría dado tanta libertad a la hora de diseñar la suspensión delantera y darle las geometrías deseadas.
Cuando vas al volante muy rápido les das la razón, y cuando ves que el coche en modo Comfort sigue siendo tan cómodo como un Serie 4 normal, más aún.
Hablando de modos, en este BMW i4 M50 esos 544 CV no se entregan al completo si no activamos el modo Sport Boost, que ya no Plus. En modo Comfort y Sport normal nos da unos más que generosos 470 CV y 730 Nm, y si activamos el Launch Control la potencia total se da de forma más prolongada.
¿Puede derrapar?
Una vez más, BMW pone su sello y una vez más, nos deja sueltos en el circuito de pruebas para que experimentemos la gestión electrónica del par en su BMW i4.
Como ocurre en todos los eléctricos, no hay un diferencial autoblocante mecánico, sino una centralita que gestiona los dos motores. En el i4 M50 se denomina ARB-X, y por supuesto tiene predilección por el eje trasero.
Esto significa que si activamos el «Traction Mode» tenemos una máquina de derrapar eléctrica que brinda grande dosis de deslizamiento, y a su vez de diversión, ya sea con simples insinuaciones de la trasera o grandes deslizamientos controlados. La diversión como en cualquier BMW está asegurada.
BMW i4, una esperanza para los conductores
Tras la oleada de coches eléctricos urbanos, simples, anodinos o demasiado pesados, las marcas generalistas han dado un giro de 180 grados y empiezan a lanzar coches listos para dar el salto sin necesidad de mirar atrás con mucha nostalgia.
Este prototipo del BMW i4 nos demuestra lo que una marca tradicional como la bávara puede hacer a la hora de traspasar sus valores y buen hacer a un coche eléctrico. Y es que esto no es un Serie 4 Gran Coupé al que se le han transplantado una batería y uno o dos motores eléctricos, es un coche competente para su propósito, posicionarse como la berlina eléctrica de referencia para quienes quieran seguir teniendo un coche de verdad. El futuro es ahora un poco más prometedor.
