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Probamos el BMW 750d xDrive, cuatro turbos y todo un despliegue tecnológico

En 2015 BMW presentó la nueva generación del BMW Serie 7, su berlina más grande, distinguida, potente y tecnológica que jamás hayan tenido. Y no es para menos pues está en un segmento y a un nivel en el que se tiene que medir a rivales como el Audi A8, el Mercedes Clase S o el Jaguar XJ. Por eso es importante no solo ofrecer una buena gama de motorizaciones, sino también un equipamiento y una tecnología que estén al máximo nivel. Y BMW ha dado de lleno con esa premisa, pues el Serie 7 es todo un despliegue tecnológico con ruedas y más en este BMW 750d xDrive.

Empezando por su motor, porque la unidad probada se trata del BMW 750d xDrive, el motor de seis cilindros en línea diésel más potente de la historia de la marca y del mercado. Tenemos ante nosotros cuatro turbos que despliegan un potencial de 400 CV y 760 Nm de par. La potencia se entrega en su totalidad a 4.400 rpm y su desorbitado par entre 2.000 y 3.000 rpm, por lo que la contundencia para ganar velocidad es máxima. Tanto que a pesar de sus más 1.900 kg de peso este Serie 7 con su sistema de tracción total y su motor es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,6 segundos. Eso se nota y mucho en una berlina de cinco metros de largo, y para situarlo en contexto, es solo 0,1 segundos más lento que todo un M2 manual. Lo que hace tener cuatro turbos… Ah, y lo mejor de todo, con un consumo homologado de 5,7 litros a los 100 km en uso mixto. Puede que queráis saber más de su conducción pero como nos vamos a centrar en su tecnología, os dejamos la prueba del BMW 760Li xDrive, el más potente de la gama Serie 7.

Pero sin duda la verdadera magia del BMW Serie 7 se despliega dentro de su habitáculo, al cual por cierto al entrar, no necesitas cerrar del todo sus puertas delanteras, basta con tirar de ellas suavemente hasta que queden pegadas al marco y el coche se encarga de acabar de cerrarlas por nosotros. Algo así como un Alfred invisible y algo vago. En sus plazas delanteras nos encontramos con los primeros elementos novedosos que la berlina estrenó y que posteriormente han recibido los modelos que llegaron después como el nuevo BMW Serie 5 y los nuevos Serie 3 y Serie 4. Hablamos del cuadro de mandos completamente digital y personalizable según el modo de conducción elegido, y por supuesto de su pantalla de 10,3 pulgadas táctil.

El sistema de infoentretenimiento es rápido, sencillo, intuitivo y con una interfaz muy atractiva a su vista y uso. Además BMW ha estrenado el nuevo sistema de control por gestos. Se trata de una serie de cuatro comandos con los que realizar ciertas órdenes tales como coger una llamada del sistema manos libres, declinarla, subir y bajar el volumen o a través de un quinto rcar19_gesto personalizable una acción elegida previamente. Hay que decir que es bastante útil en marcha, despegas la mano del volante y trazas el gesto justo delante de la pantalla, sin necesidad de mover la vista. Si lo has ejecutado bien lo sabrás y no es muy difícil, solo hay que ser un poco exagerado con los gestos.

Pasemos a sus plazas traseras. BMW sabe que el Serie 7 es y será una berlina de representación, uno de esos coches en los que su dueño probablemente pase más tiempo sentado detrás que al volante. Ojo porque esto ni significa que la dinámica de conducción sea mala, sino que quien quiere una berlina grande para conducir ya tiene el Serie 5, y quien quiere una gran berlina para moverse tiene este Serie 7. Y es que además hay una versión de batalla larga que lleva la denominación «L» en su nombre que añade 14 centímetros a la batalla de 3,07 metros. Opcionalmente se puede pedir para las plazas traseras el sistema Experience, dos pantallas de 10 pulgadas con reproductor de Blue Ray desde las que se puede visualizar el sistema de información y entretenimiento y navegar por el a través de un mando. Funciona a las mil maravillas y además se puede acompañar el sistema BMW Touch Command, una tablet de 7″ con la que controlar todo. Tener las dos pantallas tiene un coste de 3.669 euros y la table son 580 euros.

Otra novedad tecnológica importante y llamativa del Serie 7 es su llave. En una era como la actual se le puede poner una pantalla táctil a casi cualquier cosa, desde la nevera hasta eso, la llave de tu coche. BMW la llama BMW Display Key, tiene el tamaño de un pequeño smartphone y apenas pesa, pero eso si no está hecha para bolsillos estrechos. Tiene un buen diseño y una pequeña pantalla LCD táctil desde la que gestionar varios elementos de nuestro 750d xDrive. Podremos desde encender las luces hasta abrir y cerrar el coche (que obviedad), pasando por programar la climatizacón, saber la autonomía y si hemos pagado 651 euros por el asistente de aparcamiento por control remoto, aparcar el coche fuera de él desde la llave.

Su funcionamiento es muy intuitivo, solo hay que elegir la función de parking remoto en la llave y seguir las indicaciones. Deberemos mantener apretado en todo momento el botón lateral que conecta nuestra llave con el coche. Es mejor estar pegados al coche para ello y luego no separarnos demasiado. Luego solo hay que darle a arrancar el motor, esto puede tardar unos pocos segundos, y luego aparecerá un dibujo para mover el coche hacia delante o hacia atrás. El Serie 7 con su sistema de cámaras y de sensores detectará si hay obstáculos cerca y se nos indicará en la pantalla de la llave para que dejemos de pulsarla. En cuanto quitas el dedo de esta la actuación es inmediata, el coche se detiene. Además cuando seleccionas la marcha atrás pliega los retrovisores y si fuera necesario incluso gira el volante para maniobrar en ambas direcciones. De momento solo funciona para estacionamientos en batería.

BMW 750d xDrive

¿Es necesario todo ese despliegue tecnológico? En realidad esto es solo una quinta parte de todo lo que nuestro BMW Serie 7 llevaba, ya que habría que sumar las luces láser, el sistema de cámaras de visión 360º con función de giro, los asistentes de mantenimiento de carril, de aviso de ángulo muerto, de control de crucero adaptativo, y otra serie de elementos que hacen de este 750d xDrive el referente a día de hoy en su segmento. Para lograr esto sí, es necesario estar a la última en tecnología e innovar en ciertos aspectos. Por 131.000 euros tienes este BMW 750d xDrive, aunque habría que sumarle los extras mencionados.

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