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Probamos el BMW M3 CS en Nürburgring, magia en el Ring

Podría pasarme mucho tiempo observando el M3 CS, con esa planta poderosa e intimidante, esa pose de bulldog apoyado sobre sus anchos pasos de rueda. El M3 CS es la última evolución del M3 tipo F80, que salió al mercado hace ya cuatro años, la quinta generación del mítico M3. Vamos a recordar un poco sus rasgos fundamentales. Al principio nos costó acostumbrarnos a que el M3 era el coche de cuatro puertas y el M4 era el mismo modelo, pero con dos puertas.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

El M3 tipo F80 ha supuesto un importante cambio evolutivo, ya que es el primero que aprovecha la turboalimentación –emplea dos turbos– y el primero también que tiene menos cilindrada que el modelo al que sustituye: dos cilindros y 1.020 cc menos (el E92 era el 4.0 V8). El peso total se redujo en 80 kilos y gastaba menos. Pero lo más destacado es el aumento del par motor, un 40 % superior –gracias a la sobrealimentación–, lo que hace que se sienta mucho más rápido que antes. La entrega de potencia es diferente, y en el M3 actual hay más empuje a cualquier régimen. Gracias a su motor 3.0 de 6 cilindros en línea biturbo, el M3 F80 rinde 431 CV y pasa de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. El precio cuando se lanzó era de 86.500 euros y hoy la tarifa de un M3 parte desde los 92.358 euros. Cuando se presentó, nos bastó con conducirlo un rato para notarlo más ligero y más potente, con mucho más par, de modo que su nivel de prestaciones subió a un escalón superior. Por decirlo de otra manera, el M3 F80 acelera de 0 a 100 km/h como un Porsche 996 Turbo (4×4) con tracción total.

La evolución técnica del M3 F80 empezó en 2016, cuando se anunció a los clientes el Competition Package opcional (9.300 euros), que elevó la potencia a 450 CV. Este incluía además la suspensión adaptativa M con diferentes amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras, nuevas llantas, escape deportivo –al primer F80 se le criticó que sonaba poco– y asientos M. Hay que hilar fino para distinguir exteriormente a un M3 Competition, y se nota en las molduras de las ventanillas, las salidas de ventilación laterales y los escapes en negro.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

El nuevo M3 CS es, lógicamente, muy similar al M4 CS que se puso a la venta en octubre del año pasado, y ambos rinden 460 CV. Pero el nuevo lleva cuatro puertas, lo cual siempre es una ventaja para salir huyendo tras atracar un banco… En nuestro caso la novedad nos ha servido de excusa para rodar en la pista de Nürburgring-Nordschleife, ya saben, el viejo y legendario circuito de más de 20 km en las montañas Eifel, en Alemania. Junto a él está el Nürburgring nuevo, inaugurado en 1994, donde se corre el DTM o la F1. La prueba más importante que se disputa en el Nordschleife son las 24 Horas que corren en un trazado de 25 km porque se integra además el circuito nuevo. Compiten turismos GT3 como Mercedes-AMG GT, BMW M6 o Porsche 911, y otras categorías inferiores.

El tiempo acompaña

Hemos tenido suerte, mañana soleada en el Nordschleife, y el ambiente siempre impresiona. El nivel de deportivos que espera en el aparcamiento es brutal, pero aquí no se mira mal a nadie porque lleve un coche barato. Puedes entrar con un Ibiza Cupra y también lo pasarán en grande. El estatus legal del circuito es como el de una autopista de peaje. Se levanta la valla y a rodar.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

Hay aficionados de toda Europa. El día que fuimos estaba reservado para grupos y encontramos muchos finlandeses y también españoles, la mayoría con 911 GT3. Está claro que ir al ring es una actividad de colegas.

No descubrimos nada si decimos que esta pista es probablemente el trazado más placentero del mundo donde conducir. Cada sección es diferente y desafiante, mitad rally mitad circuito –73 curvas y 300 metros de desnivel entre el punto más alto y el más bajo–, con partes muy rápidas y otras lentas, y pronto eres consciente de lo muchísimo que tienes que mejorar. Otra cosa sería aguantar la presión de estar obligado a hacer tiempos o a ganar una carrera de F1 bajo la lluvia, como hizo Jackie Stewart cuando se le ocurrió aquello de “el infierno verde”. Pero los aficionados no tenemos esos problemas, solo ganas de disfrutar y mejorar vuelta a vuelta.

El M3 CS crea bastante expectación en el aparcamiento, y es que estamos entre entendidos. Es de un espectacular color azul mate (Frozen Dark Blue II) de BMW Individual, aunque el CS se puede pedir también en blanco (Alpine White), negro (Black Sapphire), azul metalizado y gris (Lime Rock Grey), también de BMW Individual. Su precio es 129.600 euros, suficiente para comprarte un M2 (66.000 euros) y un 340i Touring XDrive (60.000) para la familia. O un Porsche 911 Carrera (109.000 euros) y un Golf 1.0 TSI (20.450). Pero quien quiere un M3 “pata negra” lo tiene claro. Es alguien que ya ha tenido otros M y sabe que la diversión está asegurada. Me lo dice un compatriota que va a rodar con un 991 GT3 RS vinilado en negro: “He tenido todos los M3, es el coche que conduzco a diario”.

¿Qué es lo que distingue al M3 CS de los F80 normales? Para empezar, el motor 3.0 biturbo que rinde en esta versión 460 CV, 10 más que en el M3 equipado con el Competition Package. El M3 CS solo se comercializa con la caja de cambios de doble embrague M DCT y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. Es decir, como un Porsche 997 Turbo 3.6.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

Respecto al equipamiento, el M3 CS incluye todo lo que lleva el Competition Package que detallábamos antes y algunas cosas más, como varios componentes adicionales de fibra de carbono. Los más importantes, el capó –con el mismo diseño del GTS– y las aletas delanteras. Es específico además de esta versión el splitter delantero, el pequeño alerón trasero y el difusor, todo en carbono. En total supone un ahorro de 10 kilos. Y lo mejor de todo, los frenos carbono cerámicos, abrazados por las llantas específicas M Performance de diseño DTM, en color gris mate, de 19” delante y 20 detrás”.

A diferencia de otros M3, el botón para arrancarlo es de color rojo, muy acorde con la sensación de poder que ofrece su conducción. Nada más pisar la pista su explosivo motor te permite salir lanzado tras cada curva y ganar velocidad muy deprisa. La falta de conocimiento del circuito es lo único que nos penaliza para lograr una experiencia divina. Vas acelerando lanzado hacia los 200 km/h y frenas, porque no ves lo que te espera tras el giro o cambio de rasante. Y cuando llegas te das cuenta de que podías haber pasado a fondo, ¡arrrgg!, casi en el mismo momento en el que un Nissan GT-R te adelanta como si estuvieras parado…

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

Diversión Asegurada

Conducir el M3 CS es un verdadero vicio, aprovechando la eficacia y rapidez del cambio con las levas. En la pista impresiona por muchas cosas, como su frenada. Es como un submarino nuclear, cuyo límite de tiempo bajo el agua es lo que aguante su tripulación. En el caso del M3 es tu aguante físico y psíquico, porque los frenos carbono-cerámicos (de serie) son infatigables.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

También impresiona su equilibro, cómo tracciona y cómo empuja, así como su puesta a punto en cuanto a la electrónica. Es decir, cómo funcionan y se integran el diferencial activo M y el control de estabilidad DSC. Ayuda al conductor pero sin que apenas se note, haciendo la conducción fluida y natural. La dirección y la suspensión se pueden regular en tres niveles, y el control DSC en otros tres: conectado, “M Dynamic Mode” y desconectado. Puedes jugar con ellos si te ves capacitado y quemar goma como un loco, pero debes tener en cuenta que en Nordschliefe el que rompe paga. Si “te la calzas” no solo pagarás la reparación de tu coche, también el vallado que dañes, y pagarás también por el tiempo que la pista permanezca cerrada por tu culpa.

Prueba BMW M3 CS Nürburgring

Con los controles conectados el M3 CS da tanta confianza que puedes caer en el exceso, sin preocuparte de frenar tarde o dar demasiado gas en un momento equivocado. Según BMW, un piloto con este coche es capaz de hacer un tiempo de 7 minutos y 38 segundos, una marca mejor que la que registró el Lamborghini Gallardo Superleggera hace 10 años.

Si como a nosotros, el M3 CS te ha enamorado, ten en cuenta que la producción estará limitada a “unos 1.200 ejemplares, dependiendo de las circunstancias de producción”, y solo 10 de ellos se venderán en nuestro mercado.

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