Porsche 911 Turbo S 992 y Audi RS 6 Avant 2020, Reyes de la velocidad
Porsche 911 Turbo S 992 y Audi RS 6 Avant 2020, Reyes de la velocidad
Hay muchas categorías en el mundo del automóvil y a muchos niveles y conceptos pero cuando se trata de viajar o simplemente circular muy rápido con poco esfuerzo, que no diversión, estos dos gigantes de las presentaciones son siempre serios candidatos en los que sabes que lo encuentras todo. Llegado desde Stuttgart, lo más de lo más de Porsche ahora mismo, el 911 Turbo S 992, y un poco mas al norte, en Ingolstadt, Audi y su RS 6 Avant 2020.
Larga estirpe para ambos
La era turboalimentada en Porsche da la bienvenida a su séptima generación con el apellido Turbo desde aquel 930 de 260 CV. Convertido en un estatus propio dentro del 911, el modelo Turbo siempre ha sido garantía de las más altas prestaciones al más alto nivel de calidad.
Ahora sigue fiel a su herencia, con tracción total, un motor bóxer biturbo de 6 cilindros exprimido al máximo y unas prestaciones que incluso igualan al 911 más rápido de la generación anterior sin ser este 992 el mismo GT2 RS que nos asombró a todos, pero que ya va por el mismo camino. Hoy este Turbo S rinde 650 CV y 800 Nm.
En Audi Sport mantienen su tradicional apellido RS en una carrocería que nadie esperaría que pudiera seguir las pretensiones de un superdeportivo pero que desde varias generaciones se ha hecho su hueco en esa categoría. Hace 25 años llegó el primer RS 2 y hoy recoge su testigo este RS 6 Avant.
Lo hemos visto con un V8 atmosférico, con V10, pero parece que el V8 biturbo ha llegado para quedarse por segunda generación consecutiva, una vez más ayudado por el sistema quattro para canalizar toda su potencia al asfalto sin importar las condiciones climáticas o las habilidades del conductor, siempre máximo agarre, siempre máximo ataque. Aquí teneos un rendimiento de 600 CV y 800 Nm.
Rápidos, muy rápidos
Solos necesitas 2.7 segundos en el 911 Turbo S 2020 para ponerte a 100 km/h desde parado, y un poco más para hacerte el mejor amigo del piloto del helicóptero de la DGT. Sin embargo lo que mas sorprende en el 911 es su capacidad de ganar velocidad a cualquier régimen, en cualquier momento, como el gatillo de un Barrett del calibre 50, debes estar seguro en cada disparo, aquí en cada golpe al acelerador.
En el Audi las cosas también pasan muy deprisa, no tanto como en el Turbo por cuestión de matices, un mero número en una ficha técnica ya que son 3,6 segundos en este caso para el 0-100, pero jamás irás tan rápido con tres plazas más a tus espaldas como con el RS 6 Avant.
Pero al igual que en el deportivo la berlina familiar deslumbra por la facilidad para explotar de una curva a otra. La tracción total permite catapultarte en cuanto empiezas a ver el final de la curva y antes de ver la siguiente, y por primera vez, el tren trasero parece haber dado un golpe de estado en el gobierno de la potencia.
En el 911 Turbo S siempre hay esa sensación, un tren trasero que te empuja y un tren delantero que te obedece como el botón de un teclado, al instante. El típico tacto de dirección Porsche elevado a la máxima expresión.
Por si fuera poco, ambos modelos incluyen un eje trasero direccional para que los giros sean más rápidos en curvas cerradas y mas estables en las rápidas. También un diferencial trasero para que no se desperdicie ni una gota de par motor sobre la rebanada de asfalto, aunque este elemento es opcional en el RS 6 Avant.
Y más cómodos de lo que esperas
Otra virtud de nuestros ases de la velocidad es el aplomo continuo a la hora de mantener su fuerza en las cuatro ruedas. Deja tu pie izquierdo fijo, o configura tu sistema de crucero y preocúpate solo de adelantar camiones y cualquier otro coche que no sea igual que el tuyo.
Y esto es ejecutado en la mas absoluta calidad y comodidad, para la potencia que disponemos. Ambos llevan un tren motriz con suspensión adaptativa, el PASM de Porsche con un modo normal, muy adecuado para el día a día, uno Sport muy útil en cualquier carretera y un Sport plus más recomendable para circuito o carreteras lisas.
En Audi llevamos de serie suspensión neumática, con unos amortiguadores y muelles fijos en opción de acero que lo hacen más firme y más enfocado a la deportividad cuando salimos a enlazar curvas. Nuestro RS 6 Avant 2020 equipaba la opcional, lo que aún así le convertía en el más apto para el uso diario, pero que en modo Dynamic se pone en alerta para copiar el terreno y controlar las 2 toneladas de peso que manejamos.
¿Del supermercado al circuito?
Uno más para el parking que para el paddock y viceversa. Indudablemente el Audi RS 6 cubre mejor las peticiones que tenemos de un super utilitario para el día a día o para viajar, con toda la tecnología del modelo pero con más cuidado a la hora de pasar por los resaltos. Tenenos el sistema Audi drive select para cambiar el comportamiento del motor, la tracción, el cambio tiptronic de 8 velocidades y el sonido del escape que puede ser uno deportivo opcional con apertura de válvulas.
En el Turbo S siguen los modos tradicionales, solo que aquí no tenemos dos modos RS para configurar al gusto como en el Audi, sino solo un modo Individual con el que por ejemplo poner todo en confort salvo el motor, por si llegamos tarde a trabajar.
El 911 Turbo S 992 busca ser más ese supercar polivalente y que podemos usar con menos miedo y más comodidad que un rival italiano, pero ahora más que nunca enfocado a disfrutar al volante, más incluso a que seamos mas conscientes de que nuestras acciones y no la ingeniería son las que provocan que vayamos a ese ritmo endiablado.
El RS6 es la otra cara de la moneda, ese intruso en el segmento de los superdeportivos que buscar ser tu coche de diario y tu «killer» de superdeportivos discreto, un coche con el que viajar con la familia y viajar entre deportivos por media Europa sin contratar un servicio de transporte de equipaje.
Fotos: Jorge Gómez
