Participamos en la 5ª Traveseat con Seat Históricos, una experiencia inolvidable en Seat 600 por Extremadura
Participamos en la 5ª Traveseat con Seat Históricos, una experiencia inolvidable en Seat 600 por Extremadura
El Seat 600 es uno de los modelos que más han llegado a cambiar nuestra sociedad desde una perspectiva histórica. A finales de los 50 y principios de los 60, este pequeño coche de apenas 3,3m de largo supuso el primer vehículo al que centenares de miles de familias españolas pudieron acceder. Rara es la familia en la que no hubo al menos uno. Por ello su popularidad fue máxima en su época, marcando un antes y un después en España. Hoy sigue vivo gracias la Traveseat.
Más de medio siglo más tarde, la fiebre del 600 sigue presente entre muchos aficionados a los coches clásicos que conservan unidades de este modelo hoy día. Desde hace cinco años, y gracias a la creación de la Asociación sin ánimo de lucro “Traveseat”, cada año pueden darse cita para participar en la ruta itinerante que lleva el mismo nombre de la asociación, la Traveseat.
Este año el lugar elegido para realizar la ruta ha sido Extremadura teniendo Cáceres como base. Hemos tenido la oportunidad de cubrir dos de las etapas del recorrido con un Seat 600 D de Seat Históricos ¿El resultado? No podríamos haberlo pasado mejor.
Una fiesta familiar con organización muy profesional
Nada más llegar al hotel de Cáceres salta a la vista el tipo de evento al que llego: una fiesta del motor. Más de 90 Seat 600 se encuentran ordenadamente aparcados, con algunos de sus dueños comentando animadamente la jornada. Otros tienen el capó abierto, revisando la mecánica, pero todo en un ambiente muy familiar y alegre que será la tónica general del evento.
En medio del parking se encuentra el tráiler de Seat Históricos. Sí, el departamento de clásicos de la marca de Martorell está presente en el evento con 3 Seiscientos impecables y una Formichetta que parecen recién salidos del concesionario. Yo tendré el privilegio de conducir el Seiscientos cabrio, que me roba el corazón inmediatamente. Pero esto será mañana.
Más allá de tener presencia en el evento con sus coches, SEAT históricos, liderado por Isidre López, trae consigo su fantástico equipo humano y de mecánicos; un equipo que destila pasión, buen humor y profesionalidad.
Cada noche, después de la etapa, a estos mecánicos les toca cambiar bombas de agua, algún cable de bujía y otros arreglos que resuelven con gran efectividad en los coches que han tenido dificultades. El objetivo es claro y siempre se cumple: que antes de ir a dormir todos los coches estén listos para encarar la etapa del siguiente día.
Por fin a los mandos de un Seiscientos
Amanece en Cáceres y por fin llega el momento de ponerme a los mandos de un Seat Seiscientos. Nunca he tenido ocasión de hacerlo y me hace muchísima ilusión.
Y allí está, ante mí, un 600 D del año 1966 descapotable que parece nuevo. Qué pequeño es. Apenas 3,300mm de largo y 600kg de peso con un motor de 24CV. Eso hace darte cuenta de como han crecido los coches en todos los aspectos con el paso de los años.
Me preocupa ver si cabré bien en el interior, pero tras tirar el asiento atrás del todo compruebo que efectivamente quepo “más o menos” bien.Mi inseparable copiloto, Baiba, lo tiene más fácil para acomodarseen el asiento del copiloto, pues su tamaño es más acorde con el 600 que el mío.
El interior es austero: ni radio, ni climatización ni nada que no sea extremadamente necesario. Pero ¡es tan auténtico! Meto la llave en el contacto y le doy al contacto.
El coche arranca a la primera, suena muy redondo, cómo nuevo. Inmediatamente una gran sonrisa se dibuja en mi rostro. Sonrisa que no me abandonará durante dos días. Y es que el Seiscientos tiene alma y te transmite muchas sensaciones, desde el olor al sonido o el tacto. Como a mí me gusta.
Y la caravana de 90 Seiscientos se puso en marcha
A las 9.00h en punto de la mañana nos ponemos en marcha todos a la vez. Los 90 Seiscientos, uno detrás de otro, menudo espectáculo. Es mi primera vez a los mandos de uno de estos coches, y la verdad que me quedo asombrado.
Jamás había conducido un coche tan poco potente. Y pensar que familias enteras viajaban en él. La dirección me parece poco precisa, los frenos justitos, y la aceleración…. ¿Qué aceleración? Pero así eran las cosas en nuestro país hace más de medio siglo,
Nos dirigimos a Mérida, naturalmente por carretera secundaria. En toda Traveseat, el recorrido discurre por carreteras secundarias, principalmente con poco tráfico por motivos obvios.
Y vale la pena porque a los mandos de un Seiscientos todo se vive a otra velocidad. Todo pasa más despacio, y eso te permite disfrutar más del recorrido, de los detalles del paisaje, y de las sensaciones al volante.
El espectáculo visual de ver la hilera de más de 90 coches es espectacular. Los hay de todos los colores y versiones, 600 D, E, L especial… y hasta Seat 800. Pero todos tienen algo en común: están cuidados y mimados por sus orgullosos propietarios.
La velocidad de crucero ronda los 60 Km/h de media. En algunas bajadas las puntas suben hasta 80, incluso a 90 km/h en algún caso. Aunque la sensación a los mandos es como ir a más de 200.
Hasta que llegas al primer repechón, y la velocidad cae en picado y hay que empezar a bajar marchas. Primero de 4ª a 3ª, y luego hasta 2ª. Toda una experiencia de conducción.
Y así llegamos a Mérida donde nos espera una interesante visita guiada por la antigua ciudad Romana. Y es que no todo tiene que ser conducción, también hay espacio para la cultura en la Traveseat. Y después de comer, vuelta a la carretera para dirigirnos a Cáceres de nuevo y completar así los 160 kms de la jornada.
Marcando la ruta de forma analógica
Para seguir el recorrido marcado en las etapas no los participantes no disponemos de roadbook ni nada parecido. El sistema para seguir la ruta es analógico pero muy práctico:
El 600 que abre ruta y el que cierra en la cola, nunca cambian de posición en la fila de coches, y llevan una sirena para indicarlo. Pero el que va segundo debe detenerse en la primera intersección que encuentra en el camino para indicar al resto de coches que vienen detrás qué camino ha seguido el líder.
Allí permanece parado hasta que pasan todos los Seiscientos, y se reincorpora estrictamente delante del que cierra grupo, en la cola de la caravana. En la siguiente intersección, es el que ahora circula segundo tras el líder que deberá pararse para indicar de nuevo el camino a los que vienen detrás.
Con esta rotación permanente, el orden de la caravana se va alternando continuamente, pero nadie se pierde nunca porque siempre tienes referencias en todos los desvíos posibles.
Tanto en nuestra primera jornada hacia Mérida, como en la segunda hasta Trujillo, seguimos sin error la ruta con este método, participando en la operación de parar en una rotonda para indicar el camino al resto de participantes, que pasan uno detrás de otro saludándote alegremente. Hasta con estas pequeñas cosas lo pasas bien en la Traveseat.
Una selección de carreteras muy apropiadas.
Tras la primera jornada que nos ha llevado a Mérida, la segunda nos conducirá hasta Trujillo. De nuevo cogemos carreteras secundarias seleccionadas con mimo por la organización. El paisaje es fantástico, con las llanuras extremeñas y los campos de toros, cerdos y ovejas “poniendo” el decorado.
Ya habituado a la conducción del 600, mi disfrute va in crescendo con los kilómetros, y hasta me aventuro a adelantar otros coches. Esta operación es toda una experiencia de conducción. Acostumbrado a pisar el acelerador y que me sobren caballos por todas partes para adelantar, con el 600 la tarea es mucho más compleja, y divertida.
Tienes que dejar distancia con el coche que va delante, coger inercia y acercarte con inercia para lanzarte a adelantar a mayor velocidad y volver a tu carril lo “más rápido posible”. Si calculas mal y tienes que frenar antes de adelantar tendrás que abortar la maniobra y volver a empezar de nuevo.
La Traveseat: Una experiencia fantástica
Dicen que cuando te lo pasas bien todo pasa más rápido. Pues bien, a pesar de la lentitud con que transcurren los kilómetros a bordo del 600, la experiencia me pasa volando, y pronto me encuentro cerrando la segunda etapa, 300 kms de iniciar mi marcha.
Cuando me bajo del coche, me duele la cara. No, no es de la velocidad, ni de sufrimiento. Es de la sonrisa que no he podido borrarme durante todo el recorrido -no exagero-. Esta es la magia de coches como el 600, coches con alma que conectan con el conductor.
Coches que a su paso por las ciudades no hacen más que levantar sonrisas y miradas de admiración llenas de simpatía, y que cuando los conduces te hacen feliz.
Coches que, además, te unen con el resto de los propietarios por compartir una misma pasión. El resultado, el ambiente es el de una gran familia. Pero más allá de la pasión compartida, hay que subrayar la fantástica organización de Traveseat que hace posible este evento año tras año, tras la cuál se esconde un duro trabajo para conseguir que el proyecto siga siendo un éxito.
Dentro de esta gran familia que forma la Traveseat, no podemos dejar de destacar el importante papel que también juega Seat Históricos. Con la tranquilidad que proporciona a todos los participantes el saber que ningún eventual contratiempo detendrá su marcha, pues los mecánicos de Seat históricos lo arreglan todo. Y con la presencia que proporciona al evento el tener a la marca oficial apoyando al evento.
El resultado de todo es un evento fantástico en torno al Seat 600 que, en muchos casos, se convierte en “el viaje del año” para sus participantes, y que mantiene vivo el amor por este mítico modelo de Seat. No es de extrañar, cuando este termina todo el mundo se despida hasta el año que viene, y es que la Traveseat engancha.
Seat Históricos: el departamento que preserva la historia de la marca y en el que reina la profesionalidad y la pasión
Desde su creación hace más de 10 años, el departamento de Seat históricos ha hecho y sigue haciendo un trabajo increíble dentro de la marca. En la actualidad su colección ronda los 350 coches.
350 coches que forman parte del patrimonio de la marca y que se encuentran en perfecto estado de conservación y uso gracias a un trabajo incesante de restauración y mantenimiento.
Desde antiguos 600 hasta prototipos de modelos de distintas épocas o coches de rallye míticos como los Ibiza Kit Car que acaban de cumplir 25 años, la representación de modelos es extensísima, y sigue creciendo.
Vivir la Traveseat con Seat históricos: una experiencia única
Haber podido participar en la Traveseat con un 600D de Seat históricos ha sido una experiencia inolvidable. De hecho, y como resultado de lo vivido no me ha quedado otra opción que convertirme en un nuevo aficionado al mundo del 600, ¡lo que me faltaba, aunque bendito problema! Y todo gracias a Seat históricos y a Traveseat. ¡Nos vemos en la próxima!
Por: Dani Blasco
