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Pagani Imola, extremo, solo cinco ejemplares y con 838 CV

Cada vez que Don Horacio Pagani anuncia un nuevo modelo los museos de medio mundo empiezan a temblar. La última obra del fabricante italiano es este Pagani Imola, un hiperdeportivo de calle diseñado para dar lo mejor en circuito, ya que su nombre hace referencia a la mítica pista donde ha sido puesto a punto. Sin duda, la máxima expresión de la tecnología de Pagani Automobili para circuito.

Pagani solo fabricará cinco unidades del Imola, un coche que lleva un extenso desarrollo en circuito, de tal magnitud que los 16.000 km que ha recorrido en una pista de velocidad equivalen a correr tres veces las 24 Horas de Le Mans.

Pagani Imola

La base está clara, el Huayra, pero aquí se ha llevado al extremo más avanzado que jamás haya presentado Pagani. se podría decir que este Imola es el equivalente en el Huayra a lo que el fue el R en el Zonda, con la excepción de que este coche si puede circular por la calle. Según la casa italiana el Pagani Imola es un laboratorio rodante, donde se han aplicado soluciones técnicas nuevas hasta ahora, probado, y desarrollado. Algunas implementadas en el Huayra BC Roadster.

Lo mejor en tecnología para la pista

El Pagani Imola hace uso del revolucionario chasis de carbono y titanio, así como geometrías de aquel Zona R y la extensa evolución en aerodinámica y seguridad. Según Pagani el Imola presenta importantes claves aerodinámicas, tanto externas, como internas. Su diseño tiene multitud de elementos que solo responden a la máxima eficiencia aerodinámica, por lo que no se puede esperar unas líneas puras y limpias, sino mejor respuesta en pista a su conducción y estabilidad. Sabiendo que será un coche de calle, Pagani señala que no han reducido su distancia libre al suelo a pesar de llevar un fondo plano, ya que cualquier roce podría trastocarlo y mermarlo. No falta por supuesto aerodinámica activa.

La geometría de la suspensión se ha diseñado acorde a las prestaciones y la potencia del Imola, para que al acelerar o al frenar la carrocería permanezca estable y aprovechar así aún más los límites del coche. Lleva amortiguadores con control electrónico en cada rueda e interconectados entre sí. La suspensión delantera puede modificar la altura de forma automática y se comunica a su vez con la Unidad Central para ir en comunión con la aerodinámica activa, el diferencial o el cambio. Una novedad es el sistema SMART GAS, que reduce el tiempo de cambio para mejorar el carácter de competición del Pagani Imola.

Pagani Imola

Ligero como un utilitario

La reducción del peso siempre ha sido una clave de Pagani, y con el Imola se han aplicado viejas y nuevas soluciones. El chasis monocasco del Imola es la misma evolución que ha empleado el Roadster BC, el nuevo y denominado Carbo-Titanium HP62 G2, un chasis monocasco reforzado que a su vez pesa menos que la anterior versión.

Pero aún más obsesivo es el nuevo sistema de pintado llamado Acquarello Light. Con el Pagani asegura que puede reducir 5 kg de la pintura manteniendo las propiedades del color como la profundidad o el brillo. También se montan numerosos elementos en aluminio, titanio o acero al cromo-molibdeno para optimizar las propiedades mecánicas y la ligereza. En total, el Pagani Imola pesa en seco 1.246 kg, menos que un Ford Fiesta ST 5 puertas.

Pagani Imola

En cuanto al sistema de frenos, Brembo ha ayudado a optimizarlo para que aerodinámicamente se mejore el sistema de refrigeración. Consta de discos carbocerámicos de 398 mm delante con pinzas monobloque de 6 pistones delante y discos de 380 mm detrás con pinzas monobloque de 4 pistones.

El Pagani Imola es el más potente hasta la fecha

En cuanto a su motor, Pagani vuelve a echar mano del bloque V12 de 6.0 litros de Mercedes-Benz AMG. Aquí se obtiene la mayor potencia hasta la fecha en un modelo de la marca, 838 CV y 1.110 Nm de par, todo enviado al eje trasero a través de la caja Xtrac de 7 velocidades con tres embragues de tipo manual robotizada, y con un diferencial con control electrónico.

Pagani Imola

Pagani destaca en este coche especialmente el papel del cliente, de los cinco afortunados, que han trabajado estrechamente en el desarrollo del Imola. No es para menos cuando se estima que cada uno de ellos ha pagado unos 5 millones de euros. Esperemos poder verlo en el Salón de Ginebra.

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