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Michael Mauer: «hace falta coraje para no cambiar»

Nuestro guía para recorrer el Porsche Museum es Michael Mauer (57), el jefe de diseño de la marca. En la parte final del recorrido hay un montón de coches que son obra suya, como los 911 tipo 991 y 992, el 918 Spyder, el Macan, el Panamera y los 718 Boxster y Cayman. De hecho, todos los Porsche desde 2004, cuando sucedió como jefe de diseño al holandés Harm Lagaay.

Que Mauer nos enseñe el Porsche Museum viene a ser algo parecido a que Velázquez nos explicara el Museo del Prado. Un artista mostrándonos su trabajo y el de sus antecesores. Porsche solo ha tenido cuatro jefes de diseño a lo largo de toda su historia. El primero de ellos fue Ferdinand Alexander Butzi Porsche, hijo de Ferry Porsche y autor de las líneas del 911.

Mauer

“Los cambios ayudan a una organización a permanecer fresca y joven pero, por otra parte, existe el riesgo de que pierdas la conexión entre un coche y su sucesor. Yo creo que si quieres crear una identidad de marca fuerte necesitas continuidad. Estoy contento de que mientras gran parte de la industria y de la moda han estado haciendo muchos cambios radicales, nosotros hemos resistido. A veces requiere más coraje no cambiar, no hacer todo lo que la tecnología te permite. Estoy muy feliz de que Porsche no haya caído en esa trampa. ¡Tenemos un ancla en este mundo que cambia tan deprisa…! No tiene sentido cambiar si no es para mejorar”.

Mauer

Pasamos junto a los 356, el primer modelo de Porsche. “Es un diseño puro y sencillo, que precisó coraje y habilidad. Si las superficies y las proporciones no son correctas, es cuando los diseñadores añaden una línea, luego otra y otra, y al final no sabes cómo debería ser el coche. Muchos modelos caen en esa trampa hoy en día. Pero el 356 estaba tan bien concebido que muchos de los elementos de diseño estuvieron vigentes durante 50 años”. Nos fijamos después en el 550 Spyder (1953), el mismo tipo de coche con el que se mató James Dean en California. Es pequeño, ligero (550 kg) y con motor central. ¿Les gustaría volver a hacer un nuevo coche así de puro y minimalista? “Me encantaría desarrollar un deportivo así, reducido a lo esencial. Ya veremos, hay mucho que discutir. Creo que es posible, especialmente con los nuevos materiales. Sería un coche muy mecánico, puro, una vuelta a nuestras raíces”. “Porsche sigue siendo un fabricante de deportivos de corazón”, insiste Mauer, anticipándose quizá a la pregunta obvia cuando nos acercamos a los Cayenne y Macan. Y es que actualmente el 65% de ventas de la marca son SUV. “No hay nada malo en que la marca crezca. Pero necesitas una filosofía de diseño clara y, en el caso de Porsche, necesitamos también el deportivo “de verdad” que es el núcleo de la compañía”.

Mauer

Se refiere por supuesto al 911 y a los brillantes 718 Boxster y Cayman: “Ninguna otra marca ha desarrollado una estrategia de modelos de una forma tan brillante”. El siguiente foco de atención es el 904 (1964), el Porsche de carreras con motor central de mediados de los sesenta del siglo pasado. “Ferdinand Butzi Porsche es muy conocido por diseñar el 911, pero esta (el 904) es su obra maestra. También suscribe la filosofía de Porsche de que para ser más eficiente debe ser más pequeño y ligero”. ¿Pero con los Cayenne y los 911 de 1.500 kg esta sigue siendo la filosofía de Porsche? Le preguntamos. E insiste en que sí. “Con el Panamera y el Cayenne ofrecemos el lujo y el equipamiento que los clientes esperan, y esto implica añadir peso, pero la ligereza sigue siendo un objetivo. En el futuro, con los coches eléctricos y las baterías, es aun más importante”.

Y por fin llegamos al primer 911, que actualmente resulta sorprendentemente pequeño y delicado. “Es un paso adelante respecto al 356 y es fácil ver las conexiones: la forma de la ventanilla lateral, el parabrisas bastante vertical o la superficie sencilla y tensa. Un coche muy moderno pero con una clara conexión con el 356, y así es como comenzaron a construir la identidad de marca. Miraron al futuro, y eso que eran una compañía joven. Podían haber hecho algo completamente nuevo con el 911 pero no cometieron ese error. Solo se equivocaron con el 928 (1978)”.

Mauer

Oh, el espectacular 928, uno de los grandes gran turismo de todos los tiempos, el único deportivo en ganar el premio de Coche del Año en Europa, y el primer deportivo de Porsche totalmente nuevo. Y un fallo de marketing también. “El 928 fue concebido como sucesor del 911 (cuyas ventas flaqueaban a mediados de los setenta). “Pero entonces algunas personas inteligentes se dieron cuenta de que esa no era la estrategia correcta”. ¡Pero qué coche! “Sí, increíblemente valiente, con los paragolpes integrados, ese morro bajo, la columna de dirección ajustable y faros abatibles… El coche quizá fue demasiado moderno, puede que el coche más moderno de la historia de Porsche. Muchos pensaron que el 928 era el camino, no el 911, pero podemos estar contentos de que eso al final no ocurriera”.

Y llegamos al legendario 917, el doble ganador de Le Mans que colocó a Porsche en la liga de los supercoches. Mauer me dice que le encantaría conducir uno. Destaca la funcionalidad aerodinámica, que le da su aspecto al coche, y su diseño “industrial”. “Puedes ver la estructura, la forma en que está hecho. Actualmente lo tapamos todo, es una pena”. Me dice que los Porsche clásicos le enseñan mucho. “Necesitamos hacer avanzar el lenguaje de diseño pero sin perder el contacto con nuestra historia. Cuando diseñamos un nuevo 911, lo primero para mí es que todo el mundo lo reconozca como un 911. Y segundo, necesitamos crear un diseño que la gente identifique como algo nuevo. Es difícil, ¿hasta dónde debemos llegar? Es el coche más mimado. Es el más difícil de diseñar y al mismo tiempo, el más excitante. Es nuestro producto clave, y define nuestro lenguaje de diseño corporativo”.

¿El porsche favorito de Mauer?

“El 964, la tercera generación del 911, lanzado en 1988”. Hay mucha gente que dice que su favorito es el 993, pero Mauer cree que en su diseño el frontal entra en conflicto con la sección central, como si fueran dos coches en uno. “El 964 tiene mucho más de 911 original y los parachoques están mejor integrados. Es la perfecta conexión con la historia pero muestra verdadera modernidad”. Él tiene tres 964: el cupé, el targa y el cabriolet.
Terminamos el tour con el 919 Hybrid ganador de Le Mans entre 2014 y 2017, con su aspecto de insecto raro, especialmente después de todas las bellezas que hemos visto antes. “Diseñar este tipo de coches no es divertido, todo se hace en función de la aerodinámica y las regulaciones. En lo único que podemos influir es en la decoración. Incluso los faros con cuatro puntos de luz de la primera generación –un atributo de los Porsche modernos– fueron sustituidos para la segunda temporada”.

Mauer

El nuevo Taycan fue diseñado también teniendo en cuenta el pasado. “Desde un punto de vista de diseño estoy muy contento de que Porsche haya entrado en el mercado de los coches eléctricos. Esto abre una ventana, es más que una evolución, hemos visualizado una nueva década”.

Conducimos un Taycan 30 minutos desde el museo y la factoría histórica en Zuffenhausen hacia el centro de desarrollo de Weissach. Mauer dice que el gran logo estilístico del Taycan es la relación entre la altura y la anchura, lo bajo que resulta. “Es el primer eléctrico con estas proporciones (mide 1.387 mm de alto frente a los 1.445 mm de un Tesla S). El problema de llevar las baterías en el piso del coche, como hacen todos los eléctricos para mantener el centro de gravedad bajo, es que acaban siendo coches altos, y eso no resulta muy deportivo. Los ingenieros tuvieron la idea de hacer “huecos” en el piso donde no van las baterías, y así los pasajeros se pueden sentar más bajo. Además las baterías van muy bien integradas. Esto ayuda al comportamiento y también al diseño. En los SUV es más fácil acomodar las baterías porque son más altos. La apuesta segura para Porsche habría sido lanzar un SUV eléctrico, porque el mercado es más grande, pero queríamos demostrar que un eléctrico puede ser un verdadero deportivo”.

Mauer

Con la evolución de los eléctricos, Mauer cree que tendrán más libertad para el diseño. “Cuando los componentes y las baterías sean más pequeños, esto ampliará las posibilidades de integrar elementos de diseño. Es un poco como en los móviles. Al principio eran como cajas, ahora son más pequeños, y la tecnología no va definida por su tamaño. Estamos en una fase de transición con los eléctricos, habrá más miniaturización y libertad de diseño, pero la marca sigue siendo lo importante. En los interiores de Porsche llevamos consolas centrales altas para dar la sensación de estar integrado en el coche, no sentado en él. Lo hacemos por identidad de marca. Tesla puede hacer interiores más abiertos o limpios, pero tenemos que ser conscientes de que los clientes están conduciendo un Porsche”. Mauer cree que el interior de Tesla es mucho más interesante que el exterior. “Pero seamos sinceros, sin Tesla la industria del automóvil tradicional no habría progresado tanto en eléctricos”.

El peso de la historia

La mayor uniformidad de los coches eléctricos y el camino hacia la conducción autónoma presenta muchos desafíos y nos dice: “Una gran marca como Porsche necesita tres cualidades: ¿puedes ver la diferencia?, ¿puedes sentir la diferencia? y ¿puedes contar una historia a su alrededor? ¿Por qué la gente de Estados Unidos, Suiza o China, donde no pueden conducir rápido, quieren un coche con 600 CV? Porque hay una historia detrás. Según avanzamos el funcionamiento y el tacto son un desafío, el diseño se vuelve más importante y, si no te dejan conducir rápido, la historia alrededor de la marca también se vuelve más importante”.

Mauer

Mauer tiene 57 años y creció en la Selva Negra, no muy lejos de la sede de Porsche. Le gusta pasar tiempo al aire libre y durante el invierno pasa la mayoría de los fines de semana en su casa de Suiza, esquiando. Su coche para el día a día es un Panamera. “Solía tener 911, pero esquiar y la bicicleta de montaña son mis pasiones y necesito espacio. Podría tener un Cayenne o un Macan pero el Panamera es más deportivo. No soy de SUV, me gusta un coche bajo y ancho, el Panamera es un deportivo con espacio”.

Michael Mauer Porsche Taycan

Mauer ha trabajado para tres fabricantes y tardó en encontrar su vocación. “Después del colegio no sabía que hacer, y pensé en ser instructor de esquí. Mi padre, que era doctor, le preguntó a un amigo que trabajaba en Mercedes sobre qué profesión unía el arte y el amor por el automóvil, y le dijo que diseñador de automóviles. Empecé en Mercedes en 1986”. El gran Buno Sacco, jefe de diseño de Mercedes entre 1975 y 1999, fue su mentor. “Él me enseñó la importancia de construir una marca con un diseño consistente, y del ‘reductivismo’, sin decoraciones, superficies limpias”. Sacco también creía en la continuidad del diseño, de modelo a modelo y de generación a generación. “Cada modelo debe ser reconocible como un Porsche, pero cada nuevo coche debe tener nuevos elementos y una nueva identidad”. Es normal que Mauer se sienta tan a gusto en Porsche. “Dejar Saab y trabajar en una marca así fue un movimiento fácil. Pero pronto aprendí que diseñar un nuevo 911 es algo muy serio”.

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