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Kimera EV037: especial a más no poder

El Lancia 037 es uno de los coches de rallyes más recordados y en Italia han creado su sucesor, el EVO37. Solo se fabricarán 37 unidades y la segunda de ellas ha llegado a España gracias a Teo Martín. 

Pocas veces una marca tuvo un nombre más acertado. Según la RAE, una quimera es “aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, sin serlo”. Los aficionados enamorados de los coches de los años 70 y 80, con frecuencia fantaseamos con cómo habrían evolucionado hasta hoy. Y en algunos casos, ha habido entusiastas que han hecho realidad estas ensoñaciones. Ejemplo de ello es el MAT Stratos (sobre base Ferrari 430), el Pantera creado por Ares, o el Lamborghini Countach (reciente serie limitada). El Lancia 037 es otro de esos coches italianos inolvidables, una leyenda de la competición. 

 

 

Hablamos del último coche de rallyes y el último Grupo B con tracción trasera que ganó el Campeonato Mundial de Constructores. Fue en el año 1983 y lo logró frente al Audi Quattro y su revolucionaria tracción total. Aquel año Walter Röhrl condujo al 037 a la victoria en Monte-Carlo, Acrópolis y Nueva Zelanda, y su compañero Markku Alen lo hizo en Córcega y San Remo. Pero la victoria en el campeonato de pilotos fue para Hannu Mikola con el Audi Quattro. Así que, curiosamente, ningún piloto fue campeón mundial con el 037 (Serviá sí venció y lo condujo a la victoria en España; y lo mismo ocurrió con Biasion en Italia), pero siempre ha sido uno de los coches favoritos de los aficionados. El propio Röhrl, que lleva muchos años como probador y embajador de Porsche, suele decir que el 037 fue la máquina de rallyes con la que más disfrutó. Y es que definitivamente no es lo mismo ver cruzado y barriendo una horquilla a un moderno utilitario, que a una máquina salvaje y exótica como el 037. 

 

 

Esta introducción es conveniente para entender por qué hay tantos devotos de aquel Lancia con motor central. Entre esos seguidores incondicionales destacan personajes como el italiano Luca Betti (1978), CEO de Kimera, y el español Teo Martín (1955), tan conocido en el sector del automóvil que no necesita presentación. Ambos han sido pilotos de rallyes, si bien Betti es más joven que Martín, por lo que han competido en diferentes épocas. Pero se conocen porque el español está al frente de Teo Martin Motorsport y, guiado por su enorme afición, sigue viajando los fines de semana a rallyes y circuitos por toda Europa. Han pasado muchos años desde que Teo Martín vino a Madrid para hacer la Mili y comenzó de mecánico. Y a lo largo de décadas de duro trabajo ha podido disfrutar de cientos de deportivos. Recordamos por ejemplo, cuando expuso en AutoBello Madrid un trío muy especial formado por los Ferrari 288 GTO, F40 y Enzo. Y a nuestra cita llegó conduciendo un Porsche Taycan Turbo S de color blanco. 

 

 

El mejor dos ruedas motrices de rally

Así que cuando Betti puso en marcha su idea de hacer un restomod del Lancia 037, habló con Teo sobre el proyecto. El empresario cacereño es un experto en este modelo y compitió con él en las temporadas ‘85 y ‘86. Según sus propias palabras, “es el mejor dos ruedas motrices de rally que ha habido nunca”. Por eso tiene tres en su colección y, además, ha fabricado réplicas basándose en el Lancia Beta Montecarlo. 

Este es un dato fundamental para entender qué es el Kimera EVO37. Porque el Lancia 037 fue desarrollado a partir del Beta Montecarlo (1975-1982), y para hacer el nuevo Kimera, también parten de un Beta Montecarlo. 

El Kimera EVO37 se presentó en 2021 con el anuncio de que la producción estaría limitada a 37 unidades y cada una de ellas tendría nombre de mujer. La primera, llamada Esmeralda, se entregó en marzo de 2022, y la segunda es la que aparece en este reportaje. Se llama Paula (como una de las nietas de Teo) y ya brilla en su colección junto a los tres 037. Aunque en realidad son más bien dos y medio, porque el tercero es una réplica. El creador del MSI Motor & Sport Institute nos explicó las peculiaridades de cada uno de ellos. El que luce líneas laterales verdes y amarillas “es una recreación sobre la base de un Beta Montecarlo, con piezas y motor original, pero hecho con la nueva normativa de barras y todo lo demás, es un coche que podría correr ahora. El “Martini” es uno de los dos primeros 037 que hizo Lancia en el año ‘82, que corrió con Markku Alen, Attilio Bettega, etc, un coche oficial. Y el tercero (con decoración Totip) es el chasis 415, uno de los últimos coches fabricados, un Evo, con el que corrió Miki Biasion”. Del 037 de rally hubo dos versiones, el normal y el Evo. El primero rendía unos 290 CV y el Evo subía la cifra hasta unos 330 CV.

 

Base Montecarlo

Para conseguir su EVO37, Teo Martín tuvo que enviar a la sede de Kimera un Beta Montecarlo de serie con la documentación actualizada, para que lo usaran como base. Además, era imprescindible que no estuviera matriculado como histórico, porque en ese caso no se permiten modificaciones de importancia. Por eso el Kimera luce la matrícula española del año 2000, fecha en que ese Beta Montecarlo fue rematriculado (o importado) a nuestro país. La filosofía de Kimera con su EVO37 es “mantener la esencia y el espíritu del 037, evolucionándolo sin alterarlo. El objetivo es crear la EVO-lución del 037”. Por lo tanto el EVO37 es un biplaza que emplea la sección central del Beta Montecarlo, al que le añaden estructuras tubulares delante y detrás, motor central longitudinal y tracción trasera. Según los técnicos de Kimera, cada componente mecánico del EVO37 ha sido revisado y evolucionado de acuerdo con la filosofía y principios del proyecto restomod. Nuevos materiales, geometrías y procesos de fabricación, pero el mismo espíritu. 

 

 

Los ingenieros de Kimera Automobili tienen mucha experiencia con estos coches, ya que han pasado años restaurando varios 037 y Delta S4, tanto versiones Stradale como de rallyes. Además, adquirieron la propiedad intelectual de los componentes mecánicos, dibujos técnicos y todo lo referente al 037. Y lo mejor de todo es que, para hacer el EVO37 con el máximo criterio y fundamento, recurrieron al asesoramiento de los mismos técnicos que desarrollaron el 037 hace cuarenta años. El ingeniero Sergio Limone aprobó la modificación del chasis y el set up del coche, mientras que el ingeniero Claudio Lombardi supervisó la evolución del motor. Los también veteranos Vittorio Roberti y Franco Innocenti se enfocaron en el proceso de construcción y los materiales. Este brillante equipo trabajó con firmas como Bonetto CV para la estructura y el chasis, o con Italtecnica para la parte mecánica. Sin duda, Luca Betti ha aprendido de maestros como Horacio Pagani y sabe que, para que las cuentas cuadren, las pequeñas marcas deben dedicarse sobre todo a crear el concepto y al marketing, subcontratando el resto a empresas especializadas. Otras firmas involucradas en el proyecto son LAM Stile, Bellasi, CiElle Tronics, Sparco, Pakelo, Andreani-Ohlins o Brembo. 

El EVO37 lleva una nueva estructura antivuelco integrada que no se percibe desde el interior y que no reduce la comodidad, pero sí añade rigidez. Igual que los nuevos subchasis delantero y trasero, que son de acero al cromo-molibdeno. La dirección y la suspensión también se han mejorado y tienen mucho en común con los que se emplearon en el sucesor del 037, el salvaje Delta S4. Además, sus componentes se han mecanizado, uno a uno, a partir del metal sólido, buscando la máxima calidad y precisión. El diseño ha evolucionado y se percibe más moderno, con pasos de rueda ampliados, aunque se reconoce al instante el ADN 037. Si el coche original llevaba una carrocería de fibra de vidrio, el nuevo la ha cambiado por otra de fibra de carbono, con unos acabados y ajustes mucho mejores. Las luces Led diurnas también actualizan su imagen, y cuando se abre tanto el capó delantero como el trasero, la visión de sus entrañas es tan estimulante como asomarse al escote de la mismísima Scarlett Johansson.  

 

 

El interior es mucho más refinado que el del modelo original, lo cual no es muy difícil porque el 037, concebido exclusivamente para competir, era muy espartano. El habitáculo del Kimera ha sido desarrollado con el mismo buen gusto que el resto el coche, sin florituras pero con estilo racing y mucha calidad. Lleva asientos de fibra de carbono y un salpicadero en el mismo material con toda la instrumentación necesaria (nada digital, por supuesto), y detalles tan bonitos como la palanca de cambios con la fijación inferior de aluminio a la vista. 

Respecto al motor, sigue siendo de cuatro cilindros y 2.111 cc, pero si el 037 llevaba un compresor volumétrico, en el EVO37 lleva además un turbo, como en el Delta S4. Una evolución muy interesante es la gestión electrónica del motor y la sobrealimentación, que en los 037 y S4 era mecánica y neumática. Así que el EVO37 ofrece el clásico sonido de soplado del compresor y su empuje a bajo régimen, y además la pegada del turbo Garrett a altas revoluciones. Rinde un máximo de 500 CV para un peso de solo 1.000 kg, por lo que la relación peso-potencia es estremecedora. El cambio puede ser manual (como en la unidad que ilustra este reportaje) o secuencial. 

 

 

En estos tiempos en los que abundan automóviles sin carácter ni encaste, el Kimera EVO37 brilla como una joya para entendidos que justifica su precio de 540.000 euros, y que sin duda se revalorizará con el paso del tiempo. Al fin y al cabo, sería muy raro que don Teo Martín hubiera hecho una mala inversión. 

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