Juan Manuel Fangio descansa al fin en su museo
Juan Manuel Fangio descansa al fin en su museo
Cuando, a mis 18 años, compré el libro Fangio: un libro Pirelli de Stirling Moss, no podía imaginar que sería el germen de una afición que me llevaría a estar presente en un acontecimiento histórico como ha sido el traslado de los restos del pentacampeón de Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, al museo que lleva su nombre en la ciudad argentina de Balcarce.
El escocés Jackie Stewart, tres veces campeón de la F1, fue quien propuso la idea en 1995, cuando Fangio falleció: el campeón debía descansar definitivamente en su museo.
En ese momento la iniciativa no contó con el apoyo de las hermanas de Fangio y fue descartada, pero con el tiempo los tres hijos del campeón argentino, Rubén, Cacho y Juancito Fangio dieron al fin su consentimiento para el traslado. La fecha elegida fue el año 2020, en el vigesimoquinto aniversario de su muerte, pero la pandemia obligó a retrasarlo y finalmente se llevó a cabo el pasado 10 de noviembre de 2021, 70 años después de que obtuviera su primer título mundial con Alfa Romeo.
El propio Jackie Stewart impulsó la idea, junto con empresarios como Patricio Peralta o Constancio Vigil, director de El Gráfico, con el patrocinio de numerosas empresas y marcas como Mercedes-Benz, tan relacionada con el pentacampeón.
Toda la ciudad de Balcarce se volcó con el evento, no en vano Fangio es su Hijo Predilecto y en su día quiso agradecer el apoyo de sus vecinos instalando allí el complejo que lleva su nombre: el museo, el autódromo enclavado en la sierra La Barrosa, el hotel donde tenía su residencia privada, la fábrica de coches Tulio Crespi y las escuelas de formación profesional que promovió y financió.
Se puede decir que Juan Manuel Fangio puso a Balcarce en el mapa y la hizo conocida a nivel mundial, como atestiguan los muchos miles de visitantes que esta pequeña ciudad argentina, a 400 kilómetros de Buenos Aires, recibe cada año (más de tres millones desde 1986).
La Guardia de Honor de Granaderos fue la encargada de velar y trasladar el ataúd con los restos del campeón desde el cementerio de Balcarce hasta el Museo Juan Manuel Fangio, pasando por los lugares emblemáticos de la ciudad.
El recorrido fue emocionante (policías y bomberos en formación, miles de personas aplaudiendo, los niños de los colegios siendo testigos de un acontecimiento memorable…), pero más aún, el recibimiento en el Museo y la solemne ceremonia que allí se desarrolló.
Jackie Stewart ofició como maestro de ceremonias en el acto, dirigiéndose al público asistente con palabras como: “Todos ustedes tienen mucha suerte de haber tenido un hombre de su país que los representara de tal forma”, o: “No creo que el mundo haya visto algo igual a Juan Manuel Fangio”. A continuación, hizo entrega de un casco, réplica del que Fangio utilizó en 1951, al piloto Valtteri Bottas.
Cacho Fangio, su hijo mayor, quien llegó a campeón de F3, habló en representación de la familia recordando sus últimos viajes a Europa, en los que él y su hermano Rubén visitaron la Feria del Vehículo Clásico Ciudad de Oviedo y los lugares emblemáticos en la vida de su padre, como Goodwood, Castiglione, Messer Marino o el Museo Alfa Romeo de Arese, y destacó cómo el apellido Fangio sigue siendo reverenciado: “Decís su nombre y se te abren todas las puertas”. Como ejemplo, recordemos que el propio Sergio Marchionne, poco antes de morir, invitó a los hijos de Fangio a asistir al Gran Premio de Silverstone desde su paddock.
Muchos nombres conocidos del automovilismo asistieron al evento, como Oreste Berta, el famoso proyectista y constructor de motores y automóviles de competición, director técnico de la famosa “Misión Argentina” en Nürburgring 69 (de la que formaba parte Cacho Fangio).
Otro ilustre de la velada fue Horacio Pagani, el célebre constructor de superdeportivos, quien recordó con emoción cómo las cartas de recomendación de Fangio (ahora expuestas en su fábrica de Módena) le abrieron las puertas de la industria automovilística en Europa.
Hoy en día, Juan Manuel Fangio sigue siendo considerado el mejor piloto automovilístico de todos los tiempos. Lo atestigua la estadística de la Universidad británica de Sheffield y, aunque Schumacher y Hamilton han ganado más campeonatos, Fangio sigue teniendo los mejores porcentajes de efectividad de la historia respecto a las carreras disputadas.
Y también ayudan las afirmaciones de numerosos pilotos de primer nivel, como los citados Schumacher y Hamilton o Ayrton Senna, quien donó uno de sus McLaren al museo Fangio. Hay que tener en cuenta que las condiciones en las que se disputaban las carreras en la década de los cincuenta del pasado siglo no eran las actuales, ya que los pilotos literalmente se jugaban la vida en busca de la victoria.
De hecho, el propio Fangio sufrió varios percances de importancia y no se vio envuelto en el grave accidente del Gran Premio de La Habana en 1958 porque había sido víctima de un secuestro. Años después declararía: “Aquel secuestro me salvó la vida”.
Merece la pena recordar las palabras de Fangio en Milán, en julio de 1958: “Si mis campañas han servido para algo, si corriendo automóviles fui útil a mi patria, eso lo dirá el tiempo. Yo solo tengo un deseo, y es que mi conducta en el mundo pueda ser aprovechada por la juventud. También del tiempo espero esa respuesta”.
Texto por: Fernando de la Hoz
