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Igor Akrapovič, el hombre detrás de la empresa más exitosa de escapes

Akrapovič es, sin lugar a dudas, el líder mundial en el desarrollo y fabricación de sistemas de escape para motocicletas y deportivos de altas prestaciones. Este fabricante esloveno tiene una gran reputación en el sector, y es que sus productos siempre aumentan las prestaciones de los vehículos y, además, producen un sonido claramente diferenciado, con un tono grave muy personal. No obstante, el diseño y los materiales empleados son totalmente innovadores, livianos, de gran calidad y durabilidad, son muy superiores a los de la competencia.

Para el Team CAR el secreto de su éxito está muy claro. Todo gira en torno a una gran idea que comparten todos sus miembros: “Mejorar continuamente”. Pueden tener los mejores productos del mercado, pero la piedra angular de los logros de Akrapovič es que nadie se duerma en los laureles. Para ello se basan en la excelencia de empleados muy competentes, cualificados, comprometidos con todo el proceso y tremendamente apasionados de su trabajo. Todas las dependencias están impolutas, los lugares de trabajo están muy cuidados, y su atmósfera de trabajo es muy agradable.

Esto lo pudimos comprobar durante las charlas coloquio de nuestro primer día y en las visitas a la dos factorías. Todo el equipo directivo, con Igor Akrapovič a la cabeza, y los empleados con los que charlamos sin límites ni cortapisas, están ilusionados y comprometidos con su trabajo.

INSTALACIONES DE PRIMER NIVEL

 

Akrapovič tiene dos factorías en Eslovenia, una en Ivančna Gorica, casi al borde de la autopista que une Zagreb con Lujbiana, donde se encuentra la sede de la compañía, laboratorios de I+D, parte de la producción y los primeros e impresionantes pasos de un museo en el que no sabes nunca hacia dónde dirigir tu mirada, con joyas y más joyas. Y una segunda en Crnomelj, mucho más funcional, donde se concentra la mayor parte de la producción. Los productos de la compañía son diseñados y fabricados para motocicletas y coches de alto rendimiento por 800 empleados apasionados y altamente cualificados que utilizan la última tecnología y los mejores materiales.

El departamento de I+D de competición trabaja con docenas de equipos de carreras. Más de 90 campeones mundiales ya han confiado en los sistemas de escape de Akrapovič y en la actualidad es el proveedor de equipos oficiales en: WEC (Mundial de Resistencia), Le Mans, Moto GP, Mundial de Superbikes, Supercross, MXGP, y el sin igual DTM alemán. Akrapovič fue fundada por Igor Akrapovič en 1991, corredor de motos que se hacia él mismo todas las labores mecánicas y de mantenimiento de sus motos.

Poco a poco, su producción fue creciendo en cantidad y calidad y, en 1993, se produce el debut de los productos Akrapovič en competiciones internacionales. Prueba a prueba, gracias a unos productos inmejorables, han ido obteniendo triunfos absolutos en el Mundial de Resistencia, Moto GP, WSBK; DTM y un largo etcétera de competiciones del más alto nivel. Todos estos triunfos, que sería muy prolijo enumerar, dan garantía total a sus sistema de escape en cualquier coche o moto que se monten.

Para hacernos una idea de la dimensión de esta compañía, conviene saber que Akrapovič ofrece sus productos para el mercado de recambio, para 20 fabricantes de motocicletas y 15 fabricantes de coches. En el apartado de la competición, tanto en cuatro como en dos ruedas, es proveedor principal de hasta 60 equipos oficiales de todas las disciplinas.

PASIÓN POR LOS DETALLES

Igor Akrapovič (Liubliana, 6 de febrero del 1959) ha demostrado que con trabajo y perseverancia se pueden conseguir altas metas. Ahora es un héroe nacional en Eslovenia, pero para conseguirlo ha recorrido un largo camino. En 1977 se gradúa en ingeniería eléctrica en la Escuela Secundaria de su ciudad natal.

Inicialmente, trabajó en el taller de su padre en el moldeo por inyección de plástico en la localidad de Buzet (Croacia), donde contaban con 55 trabajadores. Su profesión la compaginaba con sus otras grandes pasiones, los motores y las carreras de motos. Se convirtió en un corredor notable y pronto fue reconocido popularmente. Su trayectoria deportiva fue de 1977 a 1989, tiempo en el que ganó muchos títulos en diferentes clases a nivel local, nacional e internacional.

A finales de la década de los ochenta, mientras seguía llevando todo el trabajo mecánico de sus motos, para él y sus amigos, Igor se dio cuenta de que gran parte de la producción era común al resto de los corredores, excepto los dispositivos de escape de buena calidad, que ofrecían grandes ventajas de rendimiento y podían llegar a ser decisivos a la hora de marcar la diferencia. De ahí nació su actual empresa. “En realidad, solo soy un afortunado que ha convertido su afición en su trabajo”, admite Igor. Acto seguido, nos comenta de forma reposada: “Quizás esto sea lo que nos hace tan exitosos. Pienso que los trabajadores tienen que demostrar una gran pasión por lo que hacen”.

Entre carrera y carrera, adquirió gran cantidad de conocimientos técnicos y experiencia en el campo de la preparación de motocicletas. En 1991, al finalizar su carrera deportiva, fundó su propia empresa, denominada Skorpion, para la fabricación de sistemas de escape para motocicletas de competición. Al principio, la producción se realizaba únicamente por encargo, pero sus primeros productos fueron lo suficientemente bien recibidos que pronto la cosa fue en aumento. El pequeño “taller” era en realidad una casa-nave, y en seguida las cosas fueron demasiado grandes para sus 450 m2. La casa sigue ahí, a tiro de una buena piedra de la fábrica moderna de 7.000 m2 que Akrapovič fundó en 1999.

PRIMEROS CONTRATOS

El éxito le llevó a desarrollar continuamente productos y muchas innovaciones, como reemplazar el acero por nuevos materiales como la fibra de carbono o el titanio. Todo eso les llevó, en 1993, a conseguir un contrato de colaboración con Kawasaki Alemania. El éxito de la cooperación, obteniendo excelentes resultados por encima del promedio, les catapultaron internacionalmente. Con su característico corte de los sistemas de escape, y bajo la marca Skorpion, la compañía consiguió ser suministradora de los equipos oficiales, en el Campeonato de Superbikes, de firmas tan importantes como: Kawasaki, Yamaha, Suzuki, Ducati y Honda.

Los continuos éxitos le proporcionan una gran popularidad. Una merecida reputación que dispara los ingresos de la empresa. Pero nuestro protagonista no se detiene y, desde 1999, con la nueva factoría en marcha, Igor Akrapovič desarrolla la producción propia de tubos de titanio y tubos de acero inoxidable. Esto le permite alcanzar una mayor libertad en el diseño, un mejor control de la calidad y una total independencia de los proveedores. Además, con la expansión y automatización de la producción, asociada a la introducción de las nueva tecnologías, sus sistemas de escape de alta calidad pasan a ser mucho más accesibles, llegando a una gama más amplia de clientes.

No obstante, ese año, debido a que Ford ya tenía registrada la denominación Skorpion, tuvo que abandonar el nombre original de su marca, pasándose a llamar Akrapovič. En la actualidad es difícil hablar de sistemas de escape sin mencionar la marca Akrapovič. Desde 1999 todo los equipos japoneses de motociclismo utilizan sus escapes. Sus numerosos éxitos han ayudado a la compañía a convertirse en un socio proveedor de los fabricantes más prestigiosos en el mundo de las motocicletas deportivas: Kawasaki, Honda, Suzuki y Yamaha.

En 1997 llegó la primera victoria en Superbikes y tres años más tarde el primer título del campeonato del mundo, con Colin Edwards a los mandos de su Castrol Honda SP-01. Ese año, en la clase 600 SS, la Yamaha de Joerg Teuchert, también ganó usando un tubo de escape Akrapovič. Las modificaciones realizadas en el diseño les permitieron participar en la American Superbike de la AMA y en el Campeonato de Superbikes japonés All. Más adelante, en 2002, llegaron a la categoría de MotoGP, formando una alianza con los equipos oficiales de Honda, Kawasaki y Aprilia.

TAMBIÉN EN CUATRO RUEDAS

Desde 2002 Akrapovič también fabrica sistemas de escape orientados a coches deportivos y de muy altas prestaciones. En lo que se refiere a la competición, en 2004 comenzó a trabajar en monoplazas de fórmula 1. Su primer acuerdo fue con el equipo BAR Honda. Esto le valió para ser nombrado “Empresario del año 2004” en Eslovenia. Y es que hay que reconocer que el crecimiento de su empresa ha sido imparable.

Bajo su liderazgo, la compañía se transformó en una sociedad anónima en 2007 y dos años más tarde inauguró su propia fundición de titanio y un moderno laboratorio para el estudio de nuevos materiales que se centra principalmente en el desarrollo de nuevos productos. De hecho, la compañía sigue ampliando sus actividades y trabaja con empresas que fabrican equipos para la industria médica, las centrales térmicas y la industria de la aviación, entre otras.

Desde mayo de 2010, los sistemas de escape Akrapovič se han utilizado con notabilísimos éxitos en un total de 38 campeonatos del mundo. No obstante, cuando le preguntamos por el futuro, Igor siempre piensa en crecer un poco más, pero siempre con paso firme y grandes dosis de sensatez: “No descarto la posibilidad de entrar en un nuevo segmento, pero tales decisiones no se toman en una noche”.

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