Un Hyundai Santa Fe modificado se convierte en el primer coche en cruzar la Antártida

Parece que ni el frío más extremo de la Antártida ha podido detener a este descomunal Hyundai Santa Fe en esta travesía que le ha coronado como el primer coche tripulado en conducir a través del gélido continente, haciendo de este viaje desde el Union Camp hasta McMurdo y de nuevo al Union Camp.

Uno de los integrantes de esta aventura ha sido Patrick Bergel, el bisnieto de Ernest Shackleton, el famoso explorador de la Antártida el cual sufrió un aparatoso contratiempo al quedar su barco, el Endurance, atrapado en el hielo mientras trataba de cruzar el continente de un extremo al otro.

El viaje, en los cuales se embarcó el Santa Fe junto a otros tres vehículos de apoyo, fue programado para que coincidiera con el centenario del intento fallido de Shackleton de curar el continente polar.

La expedición moderna fue liderada por Gisli Jonsson de Artic Trucks, una compañía que ha modificado este Santa Fe para dotarle de ciertos elementos que le permitan convertirse en un SUV «transantártico».

La clave de esta expedición es las mejoras que se llevaron a cabo en el Santa Fe para aguantar semejante reto. Se equipó unos neumáticos de baja presión preparados para los climas más extremos. Esto supuso un nuevo cambio estructural para los pasos de ruedas y una nueva configuración en la suspensión.

Según afirma Jonsson, la presión de los neumáticos del Santa Fe es una décima parte de la que montan los neumáticos de carretera estándar. El material empleado en los neumáticos es tan blando y esponjoso que «se podrá conducir sobre la mano de una persona y no hacer el más mínimo daño».

Otros cambios incluyen un tanque de combustible de 230 litros, junto con un motor con un sistema de regulación térmica especial para poder hacer frente a las extremas temperaturas. Hyundai afirma que los componentes principales de la mecánica, excepto el motor, son los que incorpora el Santa Fe de serie.

Esta versión preparada del Santa Fe monta un motor diésel turboalimentado, pero en lugar usar combustible diésel, este coche utiliza un combustible especial preparados para aviones. Se utiliza este tipo de combustible porque es el que se emplea en todas las estaciones de la Antártida, el cual aguanta temperaturas de hasta de -58 ºC.

Durante este viaje, el coche tuvo una velocidad media estimada de 30 km/h. En algunas superficies planas del viaje el coche podría alcanzar hasta los 100 km/h.

Con temperaturas de hasta -28 grados, el equipo condujo durante 30 días, con algunas jornadas de hasta 20 horas por día.