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Hablamos con Tobias Moers justo antes de su marcha a Aston Martin

Tobias Moers (54) es el fichaje del año. Su traspaso como CEO de Mercedes-AMG para pasar a ser Director Ejecutivo de Aston Martin (aquí encontrarás la noticia al respecto) ha removido los cimientos de la industria y nos acerca cada vez más a una posible compra de Aston por parte del Grupo Daimler, que ya suministra motores V8 a varios de sus modelos.

Tobias Moers
Tobias Moers llevaba 25 años trabajando en AMG.

Eso todavía está por ver, pero lo que es seguro es que las acciones de Aston Martin se dispararon un 27% después de anunciarse el nombramiento. Nosotros tuvimos la suerte de hablar con Tobias Moers antes de todo y esto es lo que nos contó sobre el futuro de AMG.

«Todavía podemos hacerlo mejor», Tobias Moers

Estamos buscando una sola palabra que describa los coches de AMG, una palabra que describa la sensación que tienes cuando empiezas a utilizar los diferentes modos de conducción. Primero, un aluvión de ruido. Lo segundo, una agilidad que da vértigo, hiperactiva. Un agarre lateral que hace que se muevan todos tus órganos. Un poder muy grande, suave al mismo tiempo y con la furia de una ola de 80 metros. Y, por supuesto, la calidad estrictamente mecánica que comparten todos los AMG. ¿En una sola palabra? Elegiríamos intensidad.

Tobias Moers AMG Red Pig y SL65 AMG

Una palabra que también describe a su CEO, Tobias Moers, con 25 años al frente de la división deportiva de Mercedes. El arquitecto de la metamorfosis de la empresa, que pasó de ser un taller de preparaciones sin grandes complicaciones a un centro de ingeniería de alto rendimiento tanto en la fórmula 1 como en la carretera. Intensidad.

¿Dónde está el Project-One?

Sin embargo, hay alguna cosa que se debe preguntar y, vamos a empezar con la parte más incómoda. ¿En qué lugar de la Tierra está escondido el One? El superdeportivo híbrido de AMG. Tobias Moers, muy tranquilo y riéndose mientras se apoya contra una réplica del primer coche de carreras de AMG, el Red Pig, claramente ha aceptado los interminables contratiempos de su coche estrella.

Tobias Moers y Project One

“Sabes, estamos progresando bastante ahora. Tuvimos un retraso, eso sin duda, pero estamos de vuelta”, dice Moers. “Durante la primavera de 2019 tuvimos un punto de inflexión con respecto a la legalización del automóvil, en términos de cumplir con los objetivos de emisiones, etcétera. Ahora podemos decir que estamos seguros de que vamos a lograrlo”.

Incluso para los fabricantes de motores híbridos de AMG, que van a por seis campeonatos consecutivos de F1 de pilotos y de constructores, adaptar esa tecnología para la calle es todo un desafío extremo. “Las regulaciones se hicieron más difíciles de lo que esperábamos”, continúa Tobias Moers.

Tobias Moers Instalaciones AMG

“No es fácil poner un motor de F1 en la carretera. Un coche de fórmula 1 son 6.000 rpm al ralentí. Pero un coche legal de calle no debe pasar de 1.000, como mucho 1.200. Y en el motor de F1, la combustión es excelente a altas revoluciones, pero no es tan buena en la zona baja, y esto penaliza en los ciclos de pruebas de emisiones. Se ha hecho un gran esfuerzo para conseguir las cosas donde necesitamos que estén”.

Una gran diversificación

La diversificación de la marca AMG bajo el mando de Tobias ha sido notable. “AMG era totalmente diferente a como es ahora, cuando me incorporé. Moers estudió ingeniería y se metió de lleno tanto en el deporte de motor como en el pilotaje, cuando recibió la llamada de uno de los padres fundadores de AMG, Hans Werner.

Tobias Moers

“En ese momento lo que hicimos fue desmontar los motores, aumentar el diámetro interior, y volverlo a montar. Por supuesto también trabajamos en el chasis, aunque no es comparable a lo que hacemos hoy. Sin datos de comportamiento del chasis, sin brazos de suspensión, solo con amortiguadores y resortes… A partir de 1999 las cosas cambiaron. Cuando entré éramos 120 personas, casi todas en el taller. Ahora somos 1.800 y la mayoría impulsadas por la ingeniería”.

Los únicos coches completos construidos en Affalterbach, en unas instalaciones de 18.000 metros cuadrados son los GT3 y GT4 AMG GT, que ahora son las máquinas más populares de la marca. En cambio, ahora AMG construye motores y cuenta en sus filas con ingenieros y especialistas en investigación y desarrollo.

Tobias Moers Motor AMG

Esos motores hechos a mano, una vez completos, luego se envían a la fábrica de Mercedes, donde se instalan en coches que no son AMG. El resto de la ingeniería que hace falta para transformarlos (suspensión, frenos, interiores, escapes…) también se hace en las líneas de producción de Mercedes. Esto es una demostración gráfica de cómo ambas compañías se han entrelazado.

“Realmente es lo mejor de ambos mundos”, sonríe Tobias Moers. “Tenemos mucha capacidad y mucha libertad para hacer cosas. Podemos usar una caja de herramientas de Mercedes si la necesitamos, los terrenos de pruebas de choque, el túnel del viento y, por supuesto, la configuración de la producción. Para ellos no es fácil incorporar, por ejemplo, un AMG A45 en su línea de producción. Así que siempre estamos allí desde muy temprano, discutiendo sobre nuestros desafíos. A menudo pasamos malos ratos, pero su dedicación a nuestros productos es excelente. Es una gran parte de la historia de nuestro éxito”.

Esta colaboración casi simbiótica se extiende también al I+D. “El trabajo de desarrollo que se realiza aquí es casi exclusivamente para nosotros, pero también realizamos trabajo de I+D para Mercedes en algunos motores como el V8 del S550 basado en el AMG. Todo está relacionado, como por ejemplo, la próxima generación del SL. Podría ser una plataforma compartida con el GT…”.

¿Qué será lo siguiente?

La última vez que hablamos con Tobias Moers, hace un par de años, sugirió que el deportivo GT de dos puertas, el buque insignia de AMG hasta que llegue el One, iba a tener una vida de aproximadamente dos años. ¿En qué punto estamos de la vida del GT? Justo enfrente de la cima, en el Black Series. Es un coche de 2020. Para nosotros, como fabricantes de automóviles, el Black Series lo es todo.

Es lo máximo en rendimiento de conducción. Y hay una gran diferencia entre este coche y los Black Series de antes. La mejora que se ha hecho de este deportivo es de otra liga, es totalmente diferente. “Para nosotros, ahora que AMG representa casi todo, con los modelos 35 que representan la puerta de acceso a nuestros coches, el Black Series es un enfoque al estilo de vida, es un coche obligatorio.

El AMG GT R está poniendo el listón alto, más alto de lo que estaba con cualquier Black Series anterior, pero el nuevo será aún mejor. Y ya sabes, la demanda de los clientes está ahí. Cada semana recibo una llamada de alguien… ¿Puedo comprar uno?”. El prototipo de Black Series GT es como una señal. Imaginamos a los ingenieros en sus cabinas, tomando notas de sus detalles distintivos, un coche con la silueta remarcada, dura, como un corredor de resistencia con un disfraz de camuflaje. Moers sonríe y luego se ríe como un padre orgulloso. “Ahí está el Black Series GT. El sonido es totalmente diferente al de los demás GT”.

Tenemos que parar un momento con Tobias Moers

Suena el teléfono y, con un gesto de disculpa, se dirige hacia la puerta que nosotros no podemos cruzar. Pero me lanza las llaves de un SL65 Black Series. Este coche fue el AMG de producción más potente jamás construido. El V12 ofrece 651 CV por cortesía de turbos más grandes y de sistemas de admisión y de escape.

Un motor de AMG superpotente, hasta ahora no tan normal. Pero lleva elementos que van mucho más allá de un SL. Hay un techo de carbono fijo, una jaula antivuelco integral en lugar de un techo rígido plegable, cremallera de dirección más rápida, bobinas de especificación de pista, suspensión rediseñada, incluidos nuevos bujes, carcasa de fibra de carbono, parachoques y capó.

Tobias Moers

Al arrancar, el motor es extrañamente tranquilo, y te llevas una decepción cuando te das cuenta de que está conectado a un coche de cinco velocidades. Pero a partir de ahí, el SL65 te derrite, dejando un brillante ejemplo de lo que ha conseguido Moers con su obsesión por la ingeniería y el alto rendimiento.

En carreteras rurales difíciles, el SL65 se balancea como un coche de DTM y te da la impresión de que es dos veces más ancho. Pero el equilibrio es sobrenatural, al igual que la respuesta del acelerador. Gira como si tuviera motor central, así que continúas lanzando este arma y saboreando su valor y su poder. Según van subiendo las revoluciones, vas notando cómo cobra vida el motor, la aceleración es perversa y el turbo es como una tormenta.

Tobias Moers y Lewis Hamilton

Miras a Moers, un tipo que se preocupó de perfeccionar sus habilidades al volante, conduciendo su Opel Kadett por carreteras cubiertas de nieve en su nativa Selva Negra, y miras AMG, una compañía cuyo escudo es invencible. Es fácil pensar que están tan entusiasmados con la electrificación como los periódicos con Internet. Pero como señala Moers, el SLS Electric Drive se fue hace mucho tiempo, y el dominio aplastante de AMG en la era híbrida de la F1 se ha establecido como un icono en cuanto a rendimiento.

¿Habrá AMG eléctricos?

“Hay una cartera completa de Mercedes 100% eléctricos, no hay razón para que no haya un derivado de AMG de muchos de estos”, dice Moers. “Los otros chicos de nuestro barrio (Porsche, que también está en Stuttgart), tienen un gran coche nuevo con motor eléctrico. Nosotros somos creativos. No tendremos que reemplazar todos los V8 por un sistema híbrido, dependería del segmento del mercado. Se suponía que el primer híbrido era el One. Ahora será el GT de cuatro puertas, que llegará antes de finales de 2020. Estoy emocionado”.

Con una gran sonrisa. “Creo que cada coche debería tener una personalidad. Cada automóvil que sale de AMG debería sentirse como un verdadero AMG. Así que sí, seguro que a veces me comprometo personalmente para que esto sea así. Siempre podemos poner nuestro sello en las cosas, pero hace falta dedicación y responsabilidad por parte de todo el equipo.

Por eso conduzco todo el tiempo. Estoy involucrado en todo el proceso. Me junto con mi equipo una vez al mes en alguna pista para conducir con nuestros chicos e ir probando las cosas yo también. Con el A45 invertimos horas y horas al volante, hasta que conseguimos que se sintiera como un AMG. Todo el equipo sabe qué hace falta para llegar ahí. Suena estúpido, pero es la verdad”.

Y después de 25 años, ¿cómo el CEO de AMG mantiene el entusiamo, motivado por un proyecto tan desafiante? “¡Quizás no ha habido otras oportunidades! No, es porque todavía estamos persiguiendo hacer un mejor coche que los de antes, y eso es precisamente lo que me mantiene aquí».

Si Aston Martin evoluciona como lo ha hecho AMG en estos últimos años, el éxito está más que asegurado. Le deseamos la mejor de las suertes a Tobias Moers.

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