Gran comparativa del año: el mejor deportivo de 2021

¿Es esto el final de una era dorada? ¿Representan estos coches de altas prestaciones de 2021 el culmen de los súperdeportivos con motor de combustión, antes de que todo se vuelva eléctrico? Sea como sea, hay que enfrentarlos y elegir un ganador como mejor deportivo del año.

Los candidatos son los siguientes: Ferrari SF90 Stradale, Porsche 911 GT3, BMW M4 Competition, Hyundai i20N, Alfa Romeo GTAm, VW Golf GTI Clubsport 45 y Lamborghini Huracán STO.

BMW M4

Cuarta marcha a través de la primera curva atrevida del circuito de Anglesey (UK) y el maletero del BMW M4 hace un intento repentino de adelantar a su morro. ¡Guau! Con el sistema de control de tracción de 10 pasos apagado casi por completo, el supercupé de la división M es un poco complicado.

Pero llueve y la pista está mojada, con un cielo tan gris que dificulta discernir dónde acaba este y empieza el mar. Y como los saltos de miedo en una película de terror de segunda categoría, los momentos de sobreviraje del M4 resultan en su mayoría ser falsas alarmas; nada de qué preocuparse, de verdad.

Una vez que confías en él, pronto estarás usando intencionalmente la dirección rápida y el agarre delantero que repele el subviraje para hacer que se deslice. Luego dependerás de la larga distancia entre ejes para equilibrar todo y aprovechar el pozo sin fondo del par de torsión para superarlo todo el tiempo con una sonrisa amplia. Quizá no sea la prueba más intelectual. Pero es adictivo. Me estoy divirtiendo tanto que estoy tentado de coronar al M4 como el ganador aquí y ahora. Pero hay otros seis coches para conducir.

Porsche 911 GT3

El Porsche 911 GT3 ya nos ha cautivado este año y nos hemos dejado llevar por él antes de girar el volante: es simplemente fantástico. Incluso con la pista mojada, el agarre que encuentra el GT3 es sorprendente. La respuesta de la parte delantera es impresionante, se siente diferente a otros Porsche, con un peso en la dirección fabuloso.

A pesar de la tracción abundante, las revoluciones de los seis cilindros todavía gritan ocasionalmente hacia el cielo cuando los neumáticos traseros golpean una mancha de agua como una cáscara de plátano. Las relaciones de cambio permiten mantenerlo en segunda marcha en horquillas largas, y es fácil hacer cambios cortos para ayudar a la tracción, dejando el auto-blip puesto para bajar de marcha, un sistema ridículamente bueno, de alguna manera siempre encuentra exactamente la cantidad correcta de revoluciones

La respuesta del acelerador es afilada, y la impresión predominante es de tacto absoluto: la retroalimentación a través de la dirección, los pedales, el asiento… Todo es tan transparente que se siente como si hubiera estado conduciendo este automóvil toda la vida. Es un deportivo de 510 CV con el motor en el lugar “equivocado” con el que te sientes instantáneamente uno: un gran logro.

Mientras esperamos a que la pista se seque un poco más calentamos con los dos compactos deportivos. Están aquí porque el Ferrari y Lamborghini cuestan juntos más de 700.000 euros, el Alfa, el BMW y el Porsche tienen seis cifras. El Golf GTI Clubsport y el pícaro Hyundai i20N brindan algo de perspectiva y, en lugar de ser corderos al matadero, podrían simplemente proporcionar una cruda verificación de la realidad a lo exótico. 

VW Golf GTI Clubsport 45

Pero en condiciones de lluvia, es el Golf el que sorprende al principio. En estas condiciones, sabes exactamente dónde está el límite y te sientes cómodo para empujar de inmediato. Gira muy bien si pisas un poco los frenos en las curvas, eliminando ese previsible subviraje, y luego, al salir de la curva, encuentra mucha tracción y se engancha muy bien gracias al diferencial mecánico en lugar del electrónico del GTI normal. ¿Más divertido que el BMW? El GTI inspira más confianza y puedes usar todo su potencial en mojado. En el M4 siempre estás por debajo del límite, hasta que lo superas.

Hyundai i20N

Turno del compacto aun más pequeño. En movimiento, hay buenas señales de inmediato. Puedes sentir la estructura rígida y el peso liviano del i20N y, al igual que el i30N más grande que nos encanta, sus botones en el volante para configuraciones de acceso directo permiten alternar a Jekyll y Hyde a voluntad. No obstante, el bloqueo del diferencial saca al i20N de las curvas rápido. El asiento del conductor también es un gran punto de vista desde el que disfrutar de todo: agarre, estable y con entusiasmo. El equilibrio del filo de la navaja en la lluvia se ha ido; hace exactamente lo que se le pide. Y el coche más barato aquí da buena cuenta de sí mismo, el Hyundai se siente como en casa en la pista.

Ferrari SF90 Stradale Assetto Fiorano

Ahora saltamos al más caro. No falta el empuje en el Ferrari SF90 Stradale, aquí con la especificación Assetto Fiorano centrada en el circuito. El primer híbrido enchufable de Ferrari puede generar 1.000 CV. Su motor biturbo de 4.0 litros V8, genera 780 CV por sí solo. En exhibición debajo de la luneta trasera de policarbonato, el motor está montado increíblemente bajo en el chasis de aluminio del SF90, apoyado contra una mampara de fibra de carbono.

Un motor eléctrico se esconde entre el motor y la transmisión, impulsando las ruedas traseras, y encontrarás dos más en el eje delantero, lo que abre un mundo de confusión mental de vectorización de par positiva y negativa en las ruedas delanteras individuales. A diferencia de todos los otros excepto el Lamborghini, sientes fuerzas G tirando de tu cuerpo mientras el SF90 genera cargas aerodinámicas gigantescas en las curvas. Es absurdamente rápido, por supuesto, pero lo que es más absurdo es lo fácil que es ir rápido, cómo te sientes en control de este coche increíblemente poderoso.

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Lamborghini Huracán STO

El SF90 Assetto Fiorano puede parecer un coche de carreras, pero el coche más centrado en la pista aquí proviene de sus vecinos de Sant’Agata. El Huracán STO de Lamborghini tiene todos los niveles al máximo del ecualizador automotriz: visual, auditiva y dinámicamente.

Mientras que el Huracán estándar es la forma más pura de la gama Lamborghini, el STO estira las coordenadas de la carrocería con aletas y superficies aerodinámicas de púas perversas. A diferencia del intenso pero orientado a la carretera Huracán Performante, la tracción trasera del STO, no total, elimina el sistema aerodinámico activo ALA de Lambo. Sin concesiones prioriza el rendimiento de la pista sobre la usabilidad de la carretera; un Lamborghini para los días de circuito.

Fragmentos de la canción del V10 se abren camino hacia nosotros con la brisa mientras la temperatura sube. La nota del motor se convierte en un chillido cuando alcanza su línea roja de 8.500 rpm, las revoluciones suben rápidamente en los cambios descendentes como si lo indicara la batuta de un director. Un nuevo escape Akrapovic hace que el glorioso V10 de aspiración natural de 5.2 litros sea aún más vocal. Nada de eso importa, porque el STO está diseñado para conducir. La parte delantera simplemente está pegada. El giro es ayudado por la dirección de las ruedas traseras totalmente transparente en su funcionamiento; rápidamente se olvida de que está allí, al igual que en el 911 GT3.

El STO ni siquiera tiene sus neumáticos blandos opcionales con especificaciones de circuito. La dirección se vuelve demasiado pesada en el modo “Trofeo” más agresivo, pero no hay retroceso y la respuesta es increíblemente rápida. En la carretera, el STO es un trabajo duro. La suspensión agresiva es inflexiblemente rígida en el modo más firme de la amortiguación adaptativa de dos etapas, y hay suficiente ruido para garantizar que sus oídos sigan pitando a la mañana siguiente. Pero en la pista es intenso e inolvidable.

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Hora de “enjaularnos”: Alfa Romeo GTAm

Eso es exactamente lo que apunta Alfa Romeo con su glorioso Giulia GTAm: sin asientos traseros, una jaula antivuelco del color de la carrocería y un alerón trasero endiabladamente puntiagudo en el espejo retrovisor en todo momento. Cuesta casi el doble del precio del Quadrifoglio normal, pero los 500 que habrá ya están todos vendidos. Y obtienes una suspensión completamente reconfigurada que le da al GTAm una postura en cuclillas fantásticamente curvada que hace que parezca del antiguo Campeonato de Europa de Turismos, no el protagonista de una prueba de revista.

La dirección es ligera, demasiado, aunque encuentras que su respuesta es más mesurada que la del M4. Y el Alfa es más intuitivo para el derrapar por potencia como resultado.

Impresiones

Entonces, una revisión final. En mojado, los compactos hacen una matanza de gigantes, pero su desafío se evapora a medida que el circuito se seca. Y ninguno puede proporcionar una experiencia de conducción en la carretera tan escalofriante como el resto de los coches en esta prueba. Alfa y BMW se sienten beligerantes en su propia batalla privada. Unánimemente, el motor del M4 se declara más carismático y manejable que el Giulia, y aunque ambos son diversión en mojado, en seco es el BMW, más pesado, el que realmente se siente más compuesto y maleable de los dos.

El Lamborghini es intenso y absorbente; un coche para dejarte realmente mareado de emoción. Sin embargo, en última instancia, el 911 tiene un grado más fino de retroalimentación y tacto, y el SF90 es capaz de sensaciones en las curvas igualmente extremas, y mucho más…  

Duelo final

Tienes razón, algo de esto se siente terriblemente familiar. Hace tres años, cuando solo los japoneses educados en los trenes de metro usaban máscarillas, la gran final de la prueba gigante de mejor deportivo de 2018 enfrentó el 911 GT2 RS de Porsche contra el Ferrari 488 Pista. En esa ocasión se impuso el Ferrari, y este SF90 es 280 CV más potente que el Pista. Seguro que tiene que ser un éxito. Para averiguarlo, saldremos de la pista y mantendremos el zapato pegado al acelerador todo lo que nos atrevamos.

Dentro de esa cabina, al igual que fuera, es el Ferrari el que se siente más especial. Kilómetros de magnífica fibra de carbono, un grupo de instrumentos virtual increíblemente detallado y una ausencia total de alfombrillas sirven como recordatorios de que la tecnología avanzada y los materiales son fundamentales para el ADN de Ferrari. 

Dos deportivos superdotados

Se podría argumentar que la línea roja de 9.000 rpm del GT3 está igualmente fuera de alcance, y que incluso con “solo” 510 CV, el 911 también está ridículamente sobre dotado. Pero la potencia de salida del Porsche se siente bien juzgada, mientras que el modesto par de 470 Nm significa que debes trabajar para obtener tu recompensa.

Ese trabajo también implica, si lo eliges, empujar una caja de cambios manual de seis velocidades con una sensación deliciosamente mecánica. El 911 más estrecho también es más fácil de colocar y de ver desde el exterior, y nos encanta la sensación y la consistencia de sus frenos y dirección, y la pureza de un eje delantero cuyo único trabajo es dirigir el automóvil.

Los superdeportivos enfocados a la pista deben poder entretenerte en carreteras reales muy por debajo de los límites de agarre que puede explorar en parques infantiles como el circuito de Anglesey.

Ninguno de estos está en la configuración óptima para esta parte de la batalla, algo que descubrimos en el momento en que dejamos los suaves límites del circuito. El Porsche 911 GT3, que se transformó en un automóvil de carretera sorprendentemente flexible hace más de una década con la llegada de los amortiguadores adaptativos, es mucho más duro en la carretera esta vez.

Y la adición del paquete Assetto Fiorano ha tenido un efecto similar en el SF90, un automóvil que recuerdo haber sentido increíblemente refinado en su forma estándar en el lanzamiento en Italia el año pasado. Pero ninguno es inutilizable. No estamos hablando de una rigidez que hace saltar las ruedas y que nubla la visión, solo un enfoque más puro en el manejo que sirve tanto en la pista como para atenuar las fortalezas del GT en la carretera al permitir que el rugido de los neumáticos y los pequeños golpes en la superficie de la carretera impregnen la cabina.

No hay nada revelador en este GT3. Es solo gradualmente más emocionante que antes, que no es poco, y es lógico pensar que la mayoría de nuestros lectores pueden encontrar esta idea muy obvia, pero conviene recordar que la diferencia entre el sobresaliente y la matrícula es mínima. 

Si nos preguntanos qué coche nos fascina más, te diremos que hoy es el Ferrari SF90, sin duda. Empuja con valentía al superdeportivo a un nuevo territorio, hace que 1.000 CV sean más accesibles y amigables de lo que tiene derecho a ser, y cierra la brecha entre la exótica maquinaria con motor de combustión del pasado y los eléctricos de alto rendimiento que seguramente se convertirán en la norma en un futuro no muy lejano. 

¿Un final inesperado?

Pero los criterios de esta prueba siempre han sido sencillos. Solo estamos interesados en lo ardiente. Hace tres años, el Pista seguro de sí mismo y resuelto prevaleció sobre el GT2, un automóvil que podría describir como un GT3 demasiado complicado por la adición del turbocompresor, que agrega un montón de rendimiento pero sacrifica el sonido, la respuesta del acelerador y la pureza en el proceso.

Esta vez es diferente. Estamos hipnotizados por el SF90. Es una máquina increíble. Pero mientras ver y escuchar a una orquesta de clase mundial puede poner los pelos de la parte posterior de tus brazos tan erguidos que podrías usarlos como cepillos de alambre, a veces una simple improvisación de dos acordes puede ser tan absorbente que nunca querrás que acabe.

Por todo ello el Porsche 911 GT3 es nuestro vencedor del deportivo del año 2021.