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Prueba Ferrari 599 GTZ Nibbio Zagato: cometa azul

Cuando alguien se cruza con un Ferrari, lo normal es que ponga cara de admiración. Pero si el observador está acostumbrado a alternar con supercoches, puede que la visión de la macchina no le estimule especialmente. Esto nunca pasará con el Ferrari 599 GTZ Zagato, ya que es tan raro y escaso que cualquier aficionado se frota los ojos nada más verlo. “¿Qué es esto?”. Es algo que oímos varias veces durante el tiempo que pasamos con él. En el mundo solo hay nueve Ferrari 599 Nibbio Zagato, y este, fabricado en 2007, es uno de ellos.

Ferrari 599 DBZ

Su carrocería fue creada por la firma italiana Zagato, una empresa centenaria conocida sobre todo por sus colaboraciones con Alfa Romeo y Aston Martin. Pero han hecho carrocerías para otras muchas marcas. Ya en 1949 vistieron al Ferrari 166 Panoramica Zagato MM. En los primeros años, cuando fabricaban muy pocas unidades, era frecuente que los Ferrari lucieran carrocerías de diferentes orígenes, como Touring, Vignale o Ghia. Incluso que coches del mismo carrocero presentaran diferencias exteriores entre ellos, por peticiones del cliente o por la propia la dinámica artesanal de fabricación.

Tradición Ferrari

Desde su fundación y durante muchos años, todos los Ferrari montaron un motor V12 en posición delantera. El primitivo 812 S de 1947 ya lo utilizaba, aunque cubicaba solo 1.5 litros. A partir de entonces nunca faltó en la gama un V12 con el motor por delante del piloto. El mítico 365 GTB/4 Daytona” se fabricó entre 1968 y 1973 pero luego, bajo la influencia del Ford GT40 o el Lamborghini Miura, en Ferrari se pasaron a la configuración de motor 12 cilindros central con el 365 GT4 Berlinetta Boxer de 1973. Para encontrar el siguiente 12 cilindros delantero hay que avanzar hasta 1996 con el 550 Maranello, nada menos que 23 años de sequía. El 550 fue un gran coche de concepción clásica, con estructura tubular de acero, una conducción exigente, cambio manual y sin ESP (CST en el “lenguaje” Ferrari). Su sucesor, el 575M de 2002, ya montó cambio tipo F1 opcional.

Antes de trabajar con los 599, Zagato hizo seis unidades del 575 GTZ. De hecho Andrea Zagato recuerda aquella operación como un gran acierto: “Cinco años después, un Ferrari 575 se cotizaba en 100.000 euros, y un 575 GTZ alcanzaba 1,2 millones de euros, solo cambiando la carrocería”. Con el 599 repitieron la jugada e hicieron nueve coches, incluyendo el protagonista de este reportaje. La empresa Zagato tiene su negocio dividido en dos áreas. Por un lado está el de la modificación de carrocerías para grupos reducidos de clientes, y con frecuencia han hecho nueve unidades de cada modelo. Por otro lado está la colaboración con marcas como Aston Martin.

El estilo de nuestro protagonista es inconfundiblemente Zagato, y su rasgo más típico es el techo con forma de doble burbuja. Ugo Zagato comenzó en 1919 trabajando con automóviles y también aeronaves, y por eso siempre han tratado de dar ligereza y cierto aire aeronáutico a sus creaciones –Nibbio significa cometa en italiano–. Su carrocería es de aluminio y pudimos comprobar que el capó y la tapa del maletero está hechos de fibra de carbono. Además las líneas del 599 GTZ son similares a las de otros exóticos Zagato de la época, como el Maserati GS Zagato (2007) o el Bentley Continental GTZ (2008).

También merece dedicarle un buen rato al interior. Porque aunque es igual al de un 599 normal, los colores y los tapizados son muy diferentes. La combinación de azul y blanco es espectacular y se inspira en un 250 GTZ de 1956 (ver foto al final del reportaje). Destacan además los asientos con el genuino tapizado “Daytona”, con esas tiras transversales perforadas.

“Nuestro” Ferrari 599 GTZ fue encargado a Zagato –la placa con el número de chasis está en árabe– por un cliente de Dubai, y años después llegó a Europa. Pero es que además es el único Ferrari 599 GTZ Zagato con cambio manual, lo que le añade más valor. Con los cambios manuales de Ferrari ha pasado algo curioso. El California fue el último Ferrari que se comercializó con cambio manual, y poquísimos clientes lo pidieron en lugar del de doble embrague. Por eso la marca anunció en 2011 que dejaban de ofrecer el California manual, pero hoy se cotizan mucho más que los automáticos. Con los 599 pasa lo mismo: en 2017 un 599 GTB manual de 2007 se subastó en Ford Lauderdale (Florida, EE UU) por 412.000 euros, más del doble de su precio normal.

Escultura en movimiento

Nos hemos centrado en el diseño de su carrocería porque es lo que hace especial a este coche, pero su mecánica, siendo como la de cualquier 599, también es una joya. Técnicamente el 599 GTB Fiorano presentado en 2006 supuso una revolución respecto a su antecesor el 575M, que como hemos dicho antes derivaba del 550 Maranello. La carrocería monocasco de aluminio del 599 era totalmente nueva y un 50% más rígida, y el motor V12 de 620 CV, muy similar al que llevaba el Enzo. Como es fácil imaginar, resulta absolutamente poderoso, progresivo y elástico. Con una cilindrada de 6.000 cc rinde más de 100 CV por litro. Desde 2.500 rpm empuja con contundencia, y a 5.000 con autentica fuerza. La cuestión es que sube como un misil hasta 8.500 rpm, lo que explica que acelere de 0 a 200 km/h en 11 segundos. Además aplicaron mucha electrónica para conseguir un coche más polivalente y seguro que su antecesor. Así fue el primer V12 con motor delantero en llevar el manettino, el regulador que está en el volante, con cinco posiciones: “Nieve”, “Deslizante”, “Sport”, “Race” y sin controles de ningún tipo.

Ferrari 599 DBZ

El Ferrari 599 GTZ arranca con el botón rojo que hay en el volante y su sonido lo envuelve todo. La dirección resulta rápida aunque no tanto como en los modelos más recientes, y rápidamente da confianza para rodar más y más deprisa. La distribución de la masa en cada eje es casi perfecta (53% atrás y 47% delante), porque el motor va muy retrasado y el cambio va junto el eje trasero. Es importante tener en cuenta que el 599 llevaba la suspensión con amortiguadores de dureza variable (SCM). Gracias a esto, entre otros factores, el 599 se puede comportar como un cómodo GT para viajar, o bien como un rabioso deportivo.

Inicialmente se nos hace raro que un modelo de concepción moderna como este lleve cambio manual. Pero tras un rato conduciendo nos da por pensar que su cambio, con la clásica rejilla, debería ser considerado patrimonio de la humanidad. Está claro que es un conjunto de piezas de metal, pero su tacto, su sonido click-clack y su magia desbordan lo que sería un simple componente mecánico. ¿Una Fender Stratocaster es solo un trozo de madera con seis cuerdas? Algún día descubrirán que pisar el embrague y guiar la palanca con decisión, hace que tu cerebro genere más hormonas masculinas.

El 599 Fiorano incorporó para los V12 el cambio de doble embrague llamado oficialmente SuperFast F1, que se había estrenado en las berlinettas V8, y que era muchísimo mejor que los anteriores cambios de embrague automatizado tipo F1. Por supuesto también era más rápido que el cambio manual disponible para el 599, así que es lógico que la gran mayoría de los clientes optaran por el doble embrague. Pero hoy, y sobre todo con un coche tan peculiar como este Ferrari 599 GTZ, el cambio manual adquiere un encanto muy especial. El Ferrari 599 GTZ es una obra de arte en la que resuenan ecos de la época dorada de Ferrari. Una escultura rodante que quizá no volvamos a ver en muchos años, hasta que un día aparezca en un documental, una película o en el concurso de elegancia de Villa d’Este. Entonces les diré con orgullo a mis electrificados hijos: “Una vez conduje ese coche”.

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