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Extreme E: espectáculo extremo

Únete a nosotros bajo el sol del desierto de Arabia Saudí, donde la naturaleza parece haber creado a propósito una pista de carreras que enhebra su recorrido entre milenarias rocas que se funden con la arena. Esto es el Extreme E.

Extreme E

Los ayudantes locales de la organización ya nos han advertido que tengamos mucho cuidado con las serpientes y, peor aún, con los escorpiones.

Enfrentándonos al hirviente calor cercano al mediodía del día previo del comienzo de la acción encontramos junto al recorrido el esqueleto desvencijado de un camello que jamás soñó con ser espectador de esta competición de fantasía. Fantasía hecha realidad, claro.

Uno no acumula imágenes impactantes como esta en Spa Francorchamps o en Montmeló. Y por allí, en cuanto comenzamos a escuchar el zumbido sordo de un todoterreno eléctrico, que parece una de las máquina de “Transformer”, levantamos la vista y vemos la gigantesca nube de polvo-arena que delata cómo se acerca a nuestra posición.

Y esto es Extreme E, una fusión de Planeta Azul y Mad Max. Aquí, en Arabia Saudí, los SUV tipo “cross” se enfrascan en una, a veces violenta, batalla con roces, saltos y empujones sobre este escenario tan agresivo como subyugante.

Estamos en la primera carrera del nuevo certamen global, en la primera cita denominada Desert X Prix de un campeonato con cinco eventos que, también, ya ha llevado a esta espectacular competición a Senegal para el Ocean X Prix y que seguirá a partir de agosto con el Artic X Prix en Groenlandia, el Amazon X Prix en Pará, Brasil, y el Glacier X Prix en Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina.

Y entre los pilotos, varios españoles, destacando por su palmarés la pareja Carlos Sainz-Laila Sanz, 11 veces ganadora femenina del Dakar sobre motos, Cristina Gutiérrez y la italo-canaria Christine GZ. La presencia femenina no es casualidad o algo puntual. La organización estableció una representación al 50% por cada género.

Y Sainz no es el único campeón mundial presente. De hecho, Sebastien Loeb, nueve veces rey del mundial de rallies también está al volante junto a Gutiérrez y, como propietarios de equipos y presente en Arabia Saudí, estaban Jenson Button, campeón de F1 en 2009, al frente del equipo JBXE y Nico Rosberg, monarca en 2016, propietario del equipo que lleva su nombre, Rosberg Extreme Racing.

Los excampeones de la F1 compiten indirectamente contra el siete veces y actual campeón de F1, Lewis Hamilton, dueño del equipo denominado X44, con la pareja Loeb-Gutiérrez.

Mucha igualdad y mucha diversión para todos en el Extreme E

En total son nueve coches los que disputan series eliminatorias, semifinales y final de la Extreme E. Debido a las diferentes exigencias del terreno con circuitos de arena, polvo, roca, fondos blandos selváticos o helados en el Ártico, la organización de Alejandro Agag, impulsor de esta osada idea, improvisan sobre la marcha y pueden cambiar el número de participantes en las semifinales y final.

La primera cita en Arabia Saudí, donde el polvo impedía la visibilidad de los seguidores, la ganó el equipo Rosberg X Racing con la australiana Molly Taylor y el sueco Johan Kristoffersson.

Extreme E

Algunos de las pilotos y sus compañeros pueden ser desconocidos para los que siguen las carreras de pista o el mundial de rallies, pero Kristoffersson ha ganado nada menos que tres veces el mundial de Rally Cross como piloto oficial de Volkswagen.

Él y Taylor repitieron resultado en la segunda cita del certamen en Senegal, cerca del Lago Rosa, notorio por ser el final del Dakar durante muchos años. Molly Taylor ha destacado por la fuerza y su capacidad para empujar y salir airosa de las fricciones que a veces ocurren en las zonas estrechas de los circuitos que tienen entre 4 y 7 kilómetros, según el evento. Taylor ha ganado en absoluto el campeonato australiano de rallies en 2016 y fue segunda en 2017.

De la misma manera que Agag ha llevado adelante su idea de la Fórmula E de monoplazas eléctricos recibiendo el apoyo de alcaldes, políticos e instituciones turísticas de grandes ciudades, ha conseguido el respaldo de países y regiones despobladas o con clima extremo, argumentando que su evento deja los escenarios mejor de lo que los encontró.

Y añadiendo que ayuda en todo momento a través del periplo televisado a todo el mundo sobre los efectos del cambio climático. Zack Brown, director ejecutivo de McLaren en F1 y copropietario en el equipo estadounidense Andretti United, resume así este emprendimiento que ya está dando imágenes espectaculares: “Cuando Alejandro comenzó con su idea de la Fórmula E me reí, y estaba equivocado».

«Ahora quisiera que más gente en el mundo del deporte del motor tuviese el enfoque comercial de Agag. Todos estamos en el negocio del entretenimiento deportivo pero la mayoría de los proyectos en automovilismo comienzan a partir de un concepto técnico. Sin embargo, Alejandro comienza por determinar adónde quiere llegar comercialmente y después piensa o planifica como logrará técnicamente su objetivo».

Casi toda la infraestructura necesaria para la Extreme E era nueva para Agag, porque nada tiene que ver montar carreras en un controlado circuito urbano con llevar en barco a este colorido circo trashumante a escenarios salvajes e ignotos, algunos muy lejanos. Y además, hacer funcionar allí un servicio de comunicación y soporte técnico a distancia, tal como si se tratara de una misión a Marte.

En todo caso, Agag decidió no innovar en su proveedor del coche, que es el mismo que empleó en la Fórmula E, la francesa Spark Racing Technologies, fundada por Frederic Vasseur. Todos los equipos compiten con el mismo chasis y motores eléctricos.

Denominado Odissey 21, el coche se sustenta sobre un chasis tubular de aleación de acero reforzada con niobio, un elemento de la tabla periódica que confiere excepcionales propiedades mecánicas. Las baterías son suministradas por Williams Advanced Engineering y los neumáticos especiales son obra de Continental. Según la propia firma alemana, son los más resistentes que han construido hasta la fecha.

Para mantener la huella de carbón del evento al mínimo posible solo se autorizan algunas decenas de espectadores en cada evento, y los equipos solo pueden utilizar in situ cinco mecánicos o técnicos para mantener y reparar los vehículos. Hablábamos antes de un control de misión al estilo NASA y la mayor parte de quienes se encargan de la emisión televisiva se encuentran en Londres.

Quienes producen los gráficos que se superponen en la pantalla están en Ámsterdam y todo esto se une en “la Nube”. En cada escenario se dispone, eso sí, de un helicóptero sanitario para rápida evacuación si fuese necesario, pero las vistas aéreas de cada carrera quedan a cargo de drones.

Un ‘paddock’ flotante para el Extreme E

Hay dos paddocks y el primordial se encuentra flotando en un mar cercano. Se trata del barco que Extreme E ha adquirido y modificado para su proyecto. El Santa Helena (St. Helene), botado en 1989, que pesa 6.700 toneladas, mide 105 metros de eslora y 19 de manga, servía antes de carga y pasajeros entre la Isla de Santa Helena y Ciudad del Cabo.

En él se transportan los vehículos a cada escenario en el que participa la Extreme E, todos los elementos logísticos: puertas neumáticas, cartelería, tiendas, herramientas de taller, equipos de comunicaciones, los coches todo terreno eléctricos BMW X PHV de la organización, etcétera.

Los pilotos y otro personal se alojan en seis camarotes durante los días previos a la carrera. Lo irónico es que quienes se dan cera entre nubes de arena y polvo deben compartir, de cuatro en cuatro, esas habitaciones…

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Los motores diésel del barco, dos con 54 litros de cilindrada cada uno no son eléctricos, pero han sido modificados para alimentarse con combustible con bajo contenido de azufre para contribuir al propósito de generar la menor contaminación posible. El esfuerzo vale la pena porque navegando, esta gran embarcación consume hasta 10.000 litros diarios y 2.500 litros cuando se encuentra anclado o en puerto.

El Santa Helena tiene también un laboratorio para investigación climática biológica y la organización invita a científicos para que, durante el recorrido por los mares del mundo, vayan haciendo sus estudios, por ejemplo, sobre la migración de las aves.

Extreme E

La nave dispone de una sala de conferencias denominada Lounge Tin Tin y otra sala de mapas adornada con grandes ilustraciones de los personajes de Herge, incluyendo al joven reportero Tintín, héroe de las tiras belgas, y al Capitán Haddock tratando de sacar de la arena a coches de la Extreme E o abordando el barco en puertos tropicales.

Agag siempre ha dicho que fue Tintín el que en su infancia le despertó el espíritu aventurero y emprendedor, y que su decisión de adquirir el Saint Helene fue inspirada por el barco de investigación Calypso del capitán Jacques Cousteau.

EN REVISTA CAR

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ACCIONA Sainz XE Team, Carlos Sainz y Laia Sanz competirán juntos en Extreme E

Muy concienciados en salvar el planeta

Las pilotos coinciden en que participan en el certamen simplemente para correr, pero los pilotos mayores y experimentados reconocen que la motivación ecológica es lo que les atrajo.

“Tengo dos niños y con la edad tus puntos de vista cambian”, nos dice Button. “Durante mis años en la F1 uno pensaba solamente en ese momento pero ahora pienso en lo que le voy a dejar a mis hijos”. Nico Rosberg quiso mostrar que se toma muy en serio la cuestión de dejar cada sitio de carrera en un estado mejor del que estaba. Para ello realizaron una profunda campaña de limpieza de objetos de plástico y otros desperdicios en las playas u otros sitios.

Arabia Saudí está inmersa en múltiples acciones de relaciones públicas relacionadas con el deporte para mejorar su imagen internacional. Por otro lado, el periodismo de actualidad o político ha criticado a quienes se presentan a correr allí con las dos fórmulas eléctricas y otros eventos internacionales.

Agag tiene una visión pragmática al respecto: “Si solo fuésemos a correr a sitios o países perfectos, solo podríamos hacerlo en el Vaticano. Provenimos de países que no han impuesto sanciones a Arabia Saudí. Si a alguien eso no le gusta puede quejarse al Gobierno. Yo no iría a correr a países que han sido sancionados. No lo haremos en Irán o Corea del Norte”.

Por su parte, Zack Brown añade: “Estamos aquí para competir y entretener. Si estos países quieren utilizar a nuestro deporte como una forma de transformarse, eso es positivo. Uno puede decidir si ayudar o no”.

En cuanto a la participación de pilotos femeninos al 50%, Sara Price, que comparte volante con Kyle Leduc en el equipo Chip Ganassi, dice que ella se enfrenta a un fuerte machismo o misoginia en Estados Unidos. “Muchos hombres me han dicho que no debería ni competir en coche y menos subirme a una moto.

Me gusta tener contacto con culturas nuevas para mí. Todo esto sirve para cambiar y ayuda a que la gente abra su mente respecto de las mujeres en la competición”.

Todo pasa en un fin de semana

Se efectúan los entrenamientos oficiales los sábados y se realizan las carreras los domingos. El entrenamiento oficial y clasificación se realiza sobre dos vueltas al circuito, una para cada piloto. En condiciones normales una final se disputa con cinco vehículos en lucha directa. El trazado suele tener hasta 10 compuertas por las que deben pasar obligatoriamente los participantes.

Por lo visto en Arabia y en Senegal los trazados tienen zonas peligrosas y los protagonistas afirman que el comportamiento de los Odissey todavía es un poco impredecible. Duros montículos de “hierba de camello”, rocas y otros obstáculos ya han provocado espectaculares choques y es posible volcar con cierta facilidad.

Eso es lo que le sucedió justamente al equipo Veloce de Stephane Sarrazin y Jamie Chadwick y a Claudia Hurtgen del equipo Abt en Arabia Saudí.

El Spark de Veloce no se podía repara in situ y el equipo no tenía otro chasis de recambio. Hurtgen sufrió otro accidente en el reino de la península arábica cuando, oculta por el polvo en suspensión, fue embestida por Kyle Leduc sobre el coche de Ganassi.

Como toda fórmula nueva que tiene un único proveedor de chasis y mecánicas hay aspectos que mejorar rápidamente: las suspensiones son un tema y otro es que las baterías se están sobrecalentando. También la dirección asistida tiene sus bemoles…

Cuando cada evento acaba, los organizadores se encargan de levantar el campamento y dejar el sitio sin una sola huella o pista de que se ha realizado allí una competición espectacular y sostenida por la más alta tecnología.

Terminado el trabajo, la fauna local recupera su territorio y por allí donde saltaban los Odissey de Extreme E en las arenas-rocas sauditas, vuelven a pasar tranquilamente los lentos y aparentemente indiferentes camellos.

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