Escapada por Mallorca en un Audi RS2, el primero de su especie
Escapada por Mallorca en un Audi RS2, el primero de su especie
Es una evidencia que los deportivos actuales son los mejores de la historia en cuanto a prestaciones. Efectivos, previsibles, seguros… y más rápidos y potentes de lo que han sido nunca. Sin embargo, el papel del conductor ha perdido relevancia, pues la electrónica lo hace – prácticamente – todo. Conducir rápido está ahora al alcance de cualquiera. Sin embargo, hace unos años esto no era exactamente así. Muchos ya ni se acordaran de esas épocas, pero a mi me encanta volver a ellas siempre que puedo. Hoy lo haremos con un Audi RS2.
Un fin de semana de Marzo
La actualidad nos trae de cabeza, y la situación ha cambiado mucho en un abrir y cerrar de ojos. Así que aquí estoy, confinado en la terraza de casa tomando un vinito y escribiendo sobre mi escapada de hace 2 semanas por Mallorca, cuando todo era normal.
A estas alturas no es ningún secreto mi pasión por la conducción y las escapadas – si es con mi mujer mejor. Así que aprovechando la temporada baja planifiqué un fin de semana romántico por Mallorca.
¿En coche de alquiler? No gracias, prefiero un Audi RS2
Dice el refrán que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y con esta premisa llega el RS2 de este reportaje a mis manos. Éste es el coche de un muy buen amigo mío, Sir Glasson Fitzpatrick. Irlandés de nacimiento y mallorquín de adopción, este amante de la cerveza Guinness es también un fanático del primer RS de la historia. De hecho la unidad que nos ocupa es el segundo RS2 que tiene en su propiedad Glasson después de que hace unos años adquiriera otro igual muy especial pues había sido propiedad del ahora repudiado rey Juan Carlos l. Pena que lo vendiera para comprar un Porsche 911, pues al final acabaría volviendo a dónde empezó, quedándose otro Audi RS2.
El caso es que, como buen amigo que es Sir Glasson, y sabiendo la ilusión que me hacía probar su joya, tuvo la extrema amabilidad de ponerla a mi disposición. No tuvo que insistir; Thank you Glass, very nice from you! Encantado de llevarmelo, my friend.
El primer deportivo con base de coche familiar
Así que con un planning ya preparado para recorrer el norte de Mallorca en dos días, y con la llave de un deportivo de los 90 en mi bolsillo, cargamos mi pequeña mochila y la maleta de viaje de mi mujer en el espacioso maletero del RS2 para empezar nuestra escapada desde Santa Ponça. Qué nervios: Cuando iba a primaria tenía la carpeta del cole forrada con mis coches favoritos, y uno de ellos era un RS2. Ahora lo voy a conducir.
Pero un momento, el interior me parece muy familiar. Claro! Si es el mismo que el del Audi 80 Avant 1.9 TD familiar de mi suegra, que además suelo utilizar cuando voy a su tierra, Letonia. Si os lo podéis creer, por un momento hasta me había olvidado que el RS2 es un deportivo basado en el Audi 80.
Sin embargo, sentarme dentro me ha hecho recordar su origen, y comprobar a su vez que el interior se mantiene en el mismo estado impecable que el del citado Audi 80. Bendita sea la calidad de fabricación de los 90.
Más que un familiar potente
Ya sabemos que cuando Audi se pone a innovar lo hace bien. Lo dejó claro con la implementación de la tracción Quattro, y lo volvió a hacer con la creación del primer RS. Así pues, para el desarrollo del RS2 no se limitó a potenciar un Audi 80 Avant. Audi fue un paso más allá y contó con Porsche para crear un auténtico deportivo familiar partiendo del ya de por sí potente S2 Avant de 220cv.
Esta colaboración entre marcas fue muy estrecha. No es casualidad pues, que el RS2 tenga muchos elementos de modelos de la firma de Stuttgart: las llantas son Porsche Cup, igual que los retrovisores, los frenos son de 968 CS, y los intermitentes delanteros de 911 993. Las ópticas traseras incorporaron también un reflectante central específico, algo muy de moda en los tiempos que corren pero que en esa época era algo exclusivo de Porsche. Además de la estética, el motor 5 cil. de 2,2 litros turbo fue potenciado desde los 220 a los 315 CV, y el chasis se optimizó para convertir el RS2 en un auténtico mata gigantes.
Menos rollos
Os contaría más cosas sobre el modelo, como que su salió de la misma cadena de montaje que el Porsche 959 o el Mercedes 500E. Sin embargo podéis encontrar toda esta información y más en Wikipedia. A mi lo que me interesa es analizar este deportivo de referencia de los 90 desde la perspectiva actual.
Arranco, y la primera sensación es muy agradable. El 5 cilindros turbo suena muy redondo. Desde mi precisa posición de conducción, sentado en el asiento recaro, puedo controlar perfectamente toda la información del cuadro y de los relojes de la consola central.
La percepción al volante del RS2 es desde el primer momento de estar al volante de un coche bueno. La suspensión es firme pero no excesivamente dura, la dirección bastante directa, y el sonido del característico sonido 5 cilindros turbo, excitante. Por su lado, la caja de cambios de 6 relaciones muy bien escalonadas es tan precisa como el primer día.
Hacía la costa norte de Mallorca
Aún familiarizándome con el tacto del Audi, cogemos las primeras carreteritas hacia Calvià, Valldemossa y Puerto de Sóller. Las vías que tomo inicialmente además de secundarias, son estrechas, bastante reviradas, y con unos desnivel pronunciado. Con paellas cerradas de llegar a poner 1ª, el RS2 no resulta del todo ágil; el empuje del motor deja mucho que desear a bajas vueltas, y se nota hasta perezoso en un régimen bajo en el que el turbo no entra en acción. Sin embargo, conforme se van abriendo las carreteras, la conducción mejora instantáneamente.
Con sólo poder subir el motor de vueltas en 2ª los problemas se acaban. A pesar del gran lag entre que pisas el acelerador y que te entra la patada del turbo, cuando este entra con toda su fuerza el empuje es sensacional.
Hoy día estamos acostumbrados a entregas de potencia lineales, inmediatas y previsibles, pero hace 25 años la cosa era muy distinta. Porque tienes que pisar antes de tiempo para esperar a que entre el turbo y salir disparado. Incluso si estás en plena curva. Calcula mal y en el mejor de los casos saldrás lentísimo de la misma.
Disfrutando del sonido del RS2 y de unos paisajes llenos de naturaleza y bellas masías, nos vamos acercando a la costa. Pasamos por Calvià, Vallemosa, y seguimos hacia Puerto de Sóller. Estuve hace pocos años, pero el encanto de esta localidad, con su tranvía de principios de siglo XX y su paseo frente a la playa me encantan. Si no habéis estado os lo recomiendo mucho.
Con todo se ha hecho la hora de comer, así que aprovechamos para buscar un restaurante frente al mar. Nos cuesta poco, y podemos sentarnos frente al Mediterráneo y comernos unas buenas gambas de Sóller acompañadas de un buen vino para celebrar la vida. Ahora desde mi confinamiento pienso en que qué gran acierto!
Cafecito, paseito, y al coche. Cogería autovía, pero por “desgracia” sólo hay carreteras de curvas y más curvas para dirigirnos a nuestro destino. A pesar de todo, en apenas una hora estamos en nuestro alojamiento: una elegantísima masía convertida en casa rural cuyos dueños ni siquiera hablan español. Cosas de Mallorca… Aunque no sé ni como me sorprendo: mi propio amigo Sir Glasson, que lleva 15 años en Mallorca apenas sabe decir “Un cerveza por favor”.
De Sa Calobra a Cap Formentor
Tras una plácida noche, domingo amanece lluvioso. Afortunadamente pronto sale el sol! Perfecto porque hoy tengo más ganas de gas que ayer. Desayunamos para coger fuerzas, y nos ponemos en marcha de nuevo. No sin antes cargar mi mochila medio vacía y la maleta de viaje de mi mujer –pero qué carai llevará ahí dentro para dos días? Si además también lleva una mochila como la que llevo yo… En fin, preguntas sin respuesta…
Hoy volvemos a la costa norte. Y empezamos fuerte porque nuestra primera parada es uno de los mayores atractivos de Mallorca para los aficionados a la conducción. Vamos a la carretera conocida como Sa Calobra, que significa “la culebra” en mallorquín. También conocida como la Ma-2141, esta es una revirada vía que desciende desde lo alto de la Sierra de Tramuntana hasta el Mediterráneo y que es considerada una de las mejores carreteras panorámicas del mundo. Pues resulta que la tengo a mi plena disposición. Sin tráfico! Y con un RS2!! ¿Sabéis lo que es esto? Pues felicidad pura: Ruido del turbo dándolo todo, los frenos trabajando a pleno rendimiento, los neumáticos chirriando en cada curva… Qué gozada. Cómo empuja, como agarra, como tracciona (¡y cómo gasta!) el Audi RS2. Tanto de bajada como de subida disfruto Sa Calobra como un niño. Y encima mientras disfruto, mi mujer que es una santa hasta se baja del coche para hacerme alguna de las fotos antes de proseguir el camino.
Pero esto no acaba aquí. Aún nos quedan más de 60 kms de paisajes bellísimos hasta llegar a la punta noroeste de Mallorca, al Cabo de Formentor. Esta zona, que en verano está cerrada al tráfico, en temporada baja se puede recorrer con total tranquilidad, y depara paisajes impresionantes. Pero qué bonita es la sierra de Tramuntana.
Ya más relajado que hace un par de horas, el resto de la mañana mantengo un ritmo medio. Sin poder evitar algún pisotón de vez en cuando para notar la patada del turbo, no necesito más que el simple sonido del motor a medio régimen con la ventana bajada y el buen feeling que me proporciona la conducción. Así mi mujer no se marea y ambos disfrutamos del paisaje en total armonía.
Nuestra última parada intermedia es en el Real Club Náutico de Pollensa para un último homenaje con marisco incluido para terminar un fin de semana impecable. Tras el café y paseo correspondiente, aprovecho para apreciar en detalle este gran coche antes de devolverlo a su dueño.
Más que un gran coche: un pedazo de historia
Qué bonito, qué exclusivo. Nacido en esa época en que no existían los paquetes S-line, un RS2 era un coche reconocible en la distancia y muy diferenciado del Audi 80 en el que se basaba. Ahora los RS se siguen distinguiendo, pero los TDI’s con kit S-line tampoco son tan distintos…
En su época era brutal. No es para menos pues hace 25 años fue capaz de humillar a deportivos puros con sus 315cv y su bastidor desarrollado con Porsche. Un cuarto de siglo después sigue teniendo una presencia imponente con su estilo único. Además, se ha mantenido muy bien, y apenas ha acusado desgaste causado por el paso del tiempo: sí, está muy bien fabricado.
A nivel de conducción, el Audi RS2 está a años luz de los RS actuales. Es más lento, frena menos, es menos ágil, menos seguro… Pero a quien le importa. Al volante es fantástico. Te hace sentir lo que ocurre en el asfalto, y te permite estar al control de la situación. Eres tu quien conduce, no la electrónica. A su vez si quieres ir rápido te tendrás que concentrar, pero la recompensa es enorme.
Lo cierto es que por su condición de primer RS y por su gran exclusividad es un pedazo de historia de Audi e incluso más que eso. Por ello se ha convertido en objeto de colección, y cada vez son más los Audi RS2 que descansan en colecciones privadas sin salir a la calle. Por ello, me siento afortunado de la oportunidad brindada por Sir Glasson de haber podido disfrutar su venerado coche. Así que, una vez más, quiero darle las gracias desde aquí.
Y terminando con mi segunda copa de vino, sólo espero muy pronto poder volver a salir al asfalto para quemar gasolina, pero mientras tanto, nos quedaremos en casa. Y tú haz lo mismo, #Quedateencasa.
Por: Dani Blasco
