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El Ford GT vuelve: ha vuelto a nacer un corredor

En este preciso momento, el nuevo Ford GT es como un iceberg en el mar de los superdeportivos. Lo hemos visto, es real, y ya sabemos cuándo va a llegar. Lo que no sabemos hasta que punto va a tener éxito en el mercado, dependerá de lo que haya debajo de la superficie. Y lo que nos asusta es que las aguas son turbias, a pesar de la confirmación inicial de que tendrá más de 600 CV, una carrocería de fibra de carbono y una gran aerodinámica.

Este proyecto ha sido un absoluto secreto desde el principio. El equipo Genesis es pequeño, localizado en un sótano en Dearborn (Michigan, EE UU), y cuenta con personal trabajando por las noches y los fines de semana. Eran los únicos momentos en los que se podía sacar el coche para verlo con luz natural. Los rumores más creíbles anunciaban su llegada en el Salón del Automóvil de Detroit en enero del año pasado, y así fué, todo un shock, ahí estaba el nuevo Ford GT. No solo como un concepto, si no como una declaración de intenciones, como una realidad que veremos reforzada con la versión de carreras en Le Mans en el mes de junio y, con ella, la promesa de estar en la parrilla de salida de La Sarthe en 2016.

Esto, sin embargo, es casi tan sentimental como pretende ser en nuevo Ford GT. Su estructura tiene detalles muy concretos. Un chasis de fibra de carbono, rodeado por paneles de este mismo material, con componentes de aluminio en la parte delantera y trasera para albergar al motor y sujetar bien la suspensión. Podríamos decir que guarda similitudes con un McLaren moderno. En lugar de un ardiente V8 de la vieja escuela, el motor es un 3.5 twin-turbo V6 Ecoboost con tracción trasera y una caja Getrag automática de doble embrague y siete relaciones. La suspensión, con amortiguadores colocados tipo “push rod” anuncia una extraña combinación de muelles y barras de torsión, que trabaja de una forma activa en función de las condiciones y la velocidad, para ir en consonancia con la aerodinámica, también activa. Los frenos Brembo serán carbonocerámicos. El interior está lleno de mandos digitales, y el volante es como una gran botonera, igual que si fuera un Ferrari, pero Ford ha decidido no revelar aún para qué son.


El motor que llevará el GT es un 3.5 twin-turbo V6 que tendrá cerca de 700 CV.

“LO ESTAMOS PREPARANDO PARA LA COMPETICIÓN”

Dave Pericack, la cabeza de Ford Performance, el paraguas que abarca Ford Racing y el desarrollo de máximo nivel de los coches de producción, se excusa por el secretismo: “Nos estamos preparando para la carrera. El primer evento en el que el nuevo Ford GT competirá serán las 24 Horas de Daytona, en el mes de enero, pero la versión de producción no va a estar lista hasta el próximo mes de noviembre. El coche de calle y el coche de carreras son bestias diferentes”, comenta Pericak. “Cuando haces un coche para la competición tienes que hacer algunos cambios y especificaciones, empezando por seguir las normas y los reglamentos de la competición en la que vas a participar. Esto es mucho tiempo y trabajo. Y con todo esto hay que conseguir que el coche de carreras sea el de calle y que el de calle sea de carreras. Uno tiene que ser la referencia para otro”.

Con tantos meses de diferencia entre el lanzamiento de uno y de otro, llegamos a la conclusión de que para ver dos modelos con tanta cercanía entre las versiones de calle y la de carreras, tenemos que remontarnos a los tiempos del Porsche 911 GT1 y el Mercedes CLK GTR. No obstante, el Ford GT no opta a la victoria absoluta –correrá en GT–, como sí lo hacían estos. En Ford se están tomando muy en serio este proyecto. “Hay un pequeño retraso entre ambos modelos a causa de su desarrollo. Es muy difícil hacer los dos coches a la vez”, confirma Pericak. “Pero es muy beneficioso en cuanto a que seamos capaces de hacer dos grandes proyectos sobre un mismo diseño. El programa se empezó solo por el coche de calle, pero desde que decidimos hacer el de carreras estamos trabajando de forma paralela.

Ford GT

Una vez hemos visto el coche terminado, no hace falta ser un genio para saber cuáles han sido las prioridades: la cabina compacta, el remarcable parecido con los coches actuales de LMP1, y el uso extendido por todas partes de la fibra de carbono. “Sin duda estamos buscando la mejor relación peso-potencia que podamos adquirir”, dice Pericak. “Cada curva, cada línea, todo en este coche está puesto a punto para sacar el máximo rendimiento y sobre todo tenemos en cuenta que nos estamos preparando para competir”.

TODAVÍA GUARDA UN AS EN LA MANGA

Pero hay algo que nos ha dejado especialmente intrigados. Cuando le preguntamos a Pericak sobre los aspectos más innovadores del GT, nos dice que todavía no puede contarnos nada, al menos hasta que el coche esté listo para hacer las pruebas en circuito. ¿Qué más tendrá de especial el Ford GT? Algo le va a dar a este Ford ventaja sobre los demás, eso lo tenemos claro, y estamos casi seguros de que será algo relacionado con las barras de torsión y la suspensión. Normalmente, las barras de torsión y los muelles hacen la misma función, y Pericak admite que parte de lo bueno de este sistema es la habilidad de usar los dos a la vez o de forma independiente, haciendo que la conducción sea mucho más radical. “Esto nos permite modificar totalmente el carácter de este coche. Es realmente único y el sistema funciona muy bien. Todo esto quedará demostrado cuando se pueda conducir el coche”.

Lo que sí puede decirnos sobre lo innovador de este deportivo es cómo han podido hacer un vehículo de construcción ligera tan extremadamente equilibrado. “La ligereza es hoy en día una prioridad, es crucial. Y para comprobarlo en nuestro coche, fíjate en la cabina”. Toda la fibra de carbono que puedes ver aquí dentro es una pequeña parte de la que hay por fuera, incluyendo el salpicadero. El diseñador del interior, Amko Leenarts, cree que esto es una primicia para la industria. “Realmente tuvimos una buena filosofía de diseño desde el primer momento”, dice Leenarts.

“Consistía en hacer algo lo más ligero posible, en un espacio pequeño y simplificando todo lo posible su estructura”. Para esto se han usado asientos fijos –lo que se mueven son los pedales y el volante, como en LaFerrari– y unas planchas que tapen el cableado y toda la instrumentación digital. “No queremos nada que pueda distraer al piloto cuando esté conduciendo este coche. Todo lo que hemos hecho en este automóvil ha sido para aligerar”. Si algo no sirve, se queda fuera. Es una filosofía fácil.

El salpicadero de fibra de carbono es parte de la estructura, como si lo hubieran hecho antes que el resto.

Pero veamos un segundo, porque nos ha surgido una duda importante. ¿El Ford GT está empezando a tener el síndrome de Nürburgring? ¿Es posible que se hayan centrado tanto en hacer un coche de carreras radical que luego el de calle sea un peligro? ¿O que sea inconducible fuera de un circuito? Pues no, o eso nos dice Pericak: “Llevo unas pocas horas trabajadas en este coche y puedo afirmar que no es como nada que hayas conducido antes. Para mí, personalmente, aseguro que es el coche más equilibrado y bien resuelto que he llevado jamás. Es extremadamente intuitivo”. Lo comparamos con el GT V8 de 2003 y Pericak insiste: “Están en dos mundos totalmente distintos. No son comparables”.

Ford por fin ha hecho oficiales las prestaciones de este coche. “Estamos poniéndole un V6 a un superdeportivo y estamos convencidos de que seremos tan buenos como los demás o mejores”. Nada más y nada menos que 656 CV. El peso debe estar cerca del de un McLaren (unos 1.300 kg). La aerodinámica es más que evidente. Incluso con las limitaciones propias de la tracción trasera no creemos que el 0 a 100 km/h sea superior a 3 segundos, y la velocidad máxima llega a los alucinantes 347 km/h.

Ford fabricará 1.000 unidades del GT. El número es bajo no solo por las limitaciones que supone hacer un coche de fibra de carbono, sino también por un tema de prestigio y exclusividad. Y sobre el precio, nos dice que estará cerca de un Lamborghini Aventador, pero insiste en que en Ford no está haciendo este proyecto para hacerse ricos. ¿Entonces para que lo hacéis? “Es la imagen de Ford Motor Company. Mucha gente nos pregunta por qué hacemos esto. Y hay una respuesta que me encanta dar y que os digo a vosotros también: Porque podemos. Pero no es la respuesta real. Hacemos el Ford GT porque queremos enseñar y demostrar los grandes progresos que hacemos en ingeniería y las capacidades que tenemos en Ford de construir algo totalmente innovador. Queremos estar orgullosos y estar arriba de la pirámide de las prestaciones”. 

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