Dodge Charger 1969 "Tusk": cómo hacer más radical lo que ya es alucinante

Es uno de los muscle car más apreciados, pero siempre se puede ir más lejos. Entre otras mejoras, la firma Ringbrothers le han colocado un 7.0 V8 Hellephant con 1.000 CV.

Ha sido una de las estrellas de la feria SEMA de Las Vegas, y es normal porque lo tiene todo. Estilo clásico, un diseño bellísimo y agresivo, potencia salvaje y una gran calidad de ejecución.

Sus líneas son obra de Gary Ragle Designs y ha sido modificado, partiendo desde el coche original de 1969, por la firma RingBrothers. En palabras de Jim Ring, copropietario de la empresa, “la carrocería de “botella de Coca Cola” del Charger es la base perfecta para superar los límites de lo que podemos hacer y mostrar nuestras capacidades. “Tusk” (significa colmillo) tardó más de 5.000 horas en terminarse y es un replanteamiento radical del Charger clásico, que combina la estética de un ícono del siglo XX con la rigurosa calidad de construcción y los toques característicos por los que Ringbrothers se ha hecho famosa”.

Como buen clásico, emplea un cambio manual Tremec de seis velocidades

Lo más impactante es esta máquina es el propulsor Hellephant, el más potente que suministra Mopar, la división de preparación de Dodge. Es un V8 426 c.i. (7 litros) con compresor capaz de rendir un par de 1.280 Nm y 1.000 CV, con un escape artesanal. Igual de sorprendente resulta el hecho de que va acoplado a un cambio manual, un Tremec T-56 Magnum de seis velocidades que manda la potencia al eje trasero mediante un eje de transmisión de fibra de carbono. Este material ligero también se usa con generosidad en el interior y la carrocería, como en el frontal y el faldón. El chasis y la suspensión se ha desarrollado con el especialista Roadster Shop, incluyendo componentes de Corvette C7 y frenos Baer de seis pistones. Las espectaculares llantas de 19 y 20 pulgadas las fabrica HRE, con gomas Michelin Pilot Sport 4S. Según RingBrothers, planean fabrican un máximo de 100 unidades del “Tusk”.