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De Roncesvalles a Santiago en Citroen Ami ¿un buen vehículo rural?

Ya lo habíamos probado en las calles de Madrid, incluso en las de Londres, pero aún no nos habíamos adentrado al otro terreno para el que le Citroen Ami fue diseñado, el rural. Pero ahí estábamos, en un pueblo de Ourense para hacer una etapa del Camino de Santiago y comprobar como se mueve en este ámbito.

¿Qué es un Ami?

Esto es un objeto de movilidad urbana según Citroën. Un momento ¿urbana? Si, pero también puede moverse entre pueblos legalmente gracias a sus 45 km/h de velocidad máxima, ya que legalmente, esto es un cuadriciclo ligero.

Citroën Ami prueba trasera

Así que tenemos 8 CV de potencia, dos plazas y como es eléctrico, una batería de 5,5 kWh con la que recorrer 75 km con una sola carga, que se puede completar en 3 horas en un enchufe doméstico.

Es sencillo, es biplaza, y sobre todo es básico. El Ami usa un chasis tubular donde se acoplan todos los elementos, incluida una carrocería simétrica para abaratar costes.

La aventura de vivir a 45 km/h

El periodismo de motor es un mundo de contrastes me repito a mi mismo esa mañana. He viajado 400 km en un cómodo SUV híbrido enchufable de 460 CV y ahora toca subir a una especie de cochecito del «Mario Kart» durante hora y media. ¿Quién dijo que el periodismo era aburrido? Nadie.

Citroen Ami

En Madrid me lo pasé incluso bien entre el tráfico, quitando cuando eras el queso de un sándwich de autobuses, así que en un entorno más tranquilo como son las carreteras gallegas esperaba que fuera todo más sosegado y relajante.

No fue así al principio, pues inevitablemente tenía que abandonar Barco de Valdeorras por la nacional, es decir, circular a la mitad de velocidad máxima de la vía. Afortunadamente esto solo fue unos pocos kilómetros y tan solo me rebasaron tres coches. La sensación es de ir despacio, pero no parado.

Citroen Ami

En cuanto sales a una carretera pequeña estás más tranquilo, circulas con normalidad y aunque todo es tosco, frenos, volante y asiento, pronto te acostumbras y te mueves sin problema. Lo básico siempre ha funcionado, y todo el Citroen Ami es básico.

Es entonces cuando empiezas a valorar otras cosas. Acostumbrado a la vida estresante de la ciudad, de pronto empiezo a mirar más por la ventanilla de cristal partido tipo 2 CV del Ami, y admirar los preciosos paisajes que el rio Sil deja a su paso.

Solo el zumbido del motor eléctrico y el traqueteo de los plásticos del interior con los baches perturba la tranquilidad de conducir despacio por carreteras reviradas entre montañas.

¿Ya te has cansado?

Me habría cansado más si hubiera hecho esta etapa andando, pero lo cierto es que parar cada poco tiempo a hacer algunas fotos y observar el paisaje hace ameno el trayecto de 41 km que nos toca recorrer hasta Ribas de Sil.

El espacio para dos dentro sería bueno incluso con otra persona grande como yo, y aunque el asiento no se puede reclinar o colocar al gusto más allá de separarlo o alejarlo del volante, no se va mal a bordo.

La superficie acristalada hoy amanecía empapada por el frío gallego, y aunque el limpiaparabrisas hace su función, si el Citroen Ami va a dormir en la calle, lo cual es compresible gracias a su tamaño de 2,41 m de largo fácil de aparcar, mi recomendación es llevar un trapo dentro para secar las ventanillas antes de salir, así como sus redondos retrovisores manuales.

En algún momento ir tan despacio podía ser hasta aburrido, pero claro, no llevaba un altavoz portátil en el hueco diseñado para ello dentro del Ami, así que otra recomendación es llevar siempre uno.

Etapa a etapa, el Citroen Ami llegó a la Plaza del Obradoiro

E´pico pero no imposible, el Citroen Ami llegó en 8 días y después de 760 km de Roncesvalles en Navarra hasta Santiago de Compostela, A Coruña, haciendo una media de tres etapas al día del denominado «Camino Francés» del Camino de Santiago.

Nosotros solo hicimos 41 kilómetros, y la autonomía al llegar a destino era de 28 km, por lo que se acerca bastante a la oficial, incluso yendo la mayor parte del tiempo con el pie a tabla para alcanzar esos 45 km/h.

Tras realizar esa etapa con el Citroen Ami puedo decir que con sus pequeños inconvenientes es un vehículo muy válido para moverse entre pueblos.

Protegerá de las inclemencias del tiempo, es más rápido que una bici en muchos casos, es barato, 7.200 euros o una cuota de 20 euros al mes, y su gracioso diseño lo convierte en un pequeño alien que mirarán vacas y paisanos y que no contaminará por ser eléctrico, conservando aún más el entorno.

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