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Damas del asfalto, las cinco mujeres que han corrido en fórmula 1

Aprovechamos el día de la madre para recordar que el mundo del deporte resulta más bien machista. O se separan las categorías masculinas de las femeninas o, simplemente, los practican solo hombres. Pocas son las disciplinas que permiten ver una lucha de tú a tú entre participantes de ambos sexos. Una de ellas, aunque a más de uno le resulte extraño, es la fórmula 1.

Maria Theresa de Filippis fue la pionera entre las mujeres que se han atrevido con la F1. Comenzó sus participaciones en el GP de Mónaco de 1958.

Y no ha sido recientemente cuando la mujer se ha incorporado al mundo de los monoplazas. La primera dama que tuvo el valor de competir fue la italiana Maria Theresa de Filippis, en 1958. Con 32 años (cumplirá 91 años el próximo 11 de noviembre) se presentó con un Maserati en el exigente circuito urbano de Mónaco, aunque no consiguió clasificarse, al no alcanzar el 107 por ciento del tiempo de la pole. Fue en su segundo intento, en el no menos complicado circuito de Spa (Bélgica), donde se convirtió en la primera mujer que participaba en un Gran Premio, y al día siguiente también fue la primera que terminaba una carrera, aunque lo hizo a dos vueltas del vencedor. También compitió en Portugal e Italia, aunque sin terminar, y al año siguiente finalizaba su efímera carrera al no conseguir clasificarse en Mónaco con un Behra Porsche.

Solo una mujer ha sumado puntos en la F1. Fue la italiana Lella Lombardi en el Gran Premio de España de 1974, disputado en Montjuic. Pero tan solo consiguió medio punto, ya que, aunque acabó sexta, la carrera tuvo que ser suspendida antes de cumplirse las vueltas mínimas por culpa de un accidente mortal.

La otra gran pionera de la fórmula 1 fue la también italiana Lella Lombardi (26 de marzo de 1941). Su debut se produjo en 1974 en Silverstone (Inglaterra), al volante de un Brabham, aunque no pasó la selección. Fue un año después cuando se convirtió en la primera y única mujer que ha conseguido puntos –en su caso, medio– en la historia de la F1. Y el escenario en el que se produjo fue en España, en el circuito de Montjuic, en un extraño fin de semana. Ya en los prolegómenos, la Asociación de Pilotos denunció diversas anomalías en la pista, dividiendo a la parrilla entre unos que querían salir y otros que preferían boicotear la carrera. Al final, el domingo tan solo Emerson Fittipaldi decidió no correr.

La competición fue una sucesión de contratiempos. En la frenada anterior a la primera curva, Brambilla colisionó con Andretti al intentar adelantarle, y éste a su vez golpeó a Lauda, que iba en cabeza, quien tuvo que retirarse al ser también impactado por Regazzoni. Pero lo peor llegó en la vuelta 26, en la que el monoplaza de Stommelen perdió el alerón trasero a 250 kilómetros por hora. Salió volando, y cayó boca abajo sobre las protecciones en una zona de público, matando a cuatro personas. Aunque la dirección de carrera tardó cuatro vueltas en detenerla, al final lo hicieron… justo cuando Lella Lombardi era sexta, por lo que logró medio punto al no cumplirse el mínimo de vueltas para otorgar la puntuación completa.

Divina Galica tampoco consiguió clasificarse en ninguno de los tres grandes premios en los que lo intentó. En el de Inglaterra de 1976 coincidió con Lombardi.

Lombardi compitió en un total de doce carreras, de las que terminó en siete. Precisamente en 1976 fue coprotagonista de otro hecho histórico en el Gran Premio de Inglaterra. Fue la primera y única ocasión en que dos mujeres compitieron juntas. La otra era la británica Divina Galica (13 de agosto de 1944), que intentó clasificarse sin éxito al volante de un Surtees. Lella sí lo consiguió a los mandos de su Williams. Dos años después Galica volvió a la carga encuadrada en la escudería Hesketh Racing, luciendo el número trece en su monoplaza, aunque tampoco logró clasificarse.

Aunque Desiree Wilson llegó a ganar una carrera con un F1, no era oficial. En 1980 intentó clasificarse en vano con Williams para el GP de Inglaterra.

La misma suerte corrieron las otras dos mujeres que lo han intentado, Desiree Wilson y Giovanna Amati. La primera, británica, consiguió ganar una carrera de fórmula 1, pero no era un Gran Premio oficial. En el único que lo intentó al volante de un Williams, el GP de Inglaterra de 1980, no se clasificó. Tampoco lo consiguió la italiana Amati, la última mujer que optó a correr en fórmula 1. Intentó clasificarse en los tres primeros grandes premios de la temporada 1992 con el equipo Brabham, y al no lograrlo fue sustituida por un tal Damon Hill, que cuatro años más tarde se proclamaría campeón a los mandos de un Williams. Giovanna fue precisamente la compañera sentimental del joven e inocente Luis Pérez Sala, uno de los pocos pilotos españoles que han competido en fórmula 1.

Giovanna Amati (Roma, 20 de julio de 1959) intentó clasificarse en los tres primeros grandes premios de la temporada 1992 con el equipo Brabham, y al no lograrlo fue sustituida por un tal Damon Hill.

Desde entonces pocas han sido las mujeres que han vuelto a intentarlo, aunque la estadounidense Sarah Fisher, que competía en la IRL, probó el McLaren en Indianápolis, y la inglesa Catherine Legge compitió en una carrera no oficial en Vallelunga con un Minardi, poco antes de que la escudería italiana pasara a manos de Red Bull. En el recuerdo de todos está la española María de Villota, quien también intentó formar parte de la parrilla de la f1, pero que tras el grave accidente de julio de 2012, a los mandos de un Marussia, no pudo conseguir su sueño. Pero no os queremos dejar con un mal sabor de boca. Si por algo ha destacado siempre el genero femenino es por su espíritu de superación, asi que solo es cuestión de tiempo que haya una mujer luchando por el título.

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