Buscar

El carro del abuelo, Porsche P1

Hay pruebas infalibles para evaluar el grado de afición de alguien por una marca o un equipo. Si el “AS” oferta la tostadora oficial del Real Madrid, recibe miles de peticiones, y está claro que todos los que lo compran están un poco chalados… Pues los mismo pasa con el carro Porsche. Si ahora que sabes su origen lo miras con otros ojos, háztelo mirar, porque tu grado de fanatismo porschista se acerca al nuestro. Es evidente que todo lo que lleve un escudo de Porsche mola, pero el Egger-Lohner C2 Phaeton se construyó en 1898, cincuenta años antes de que Porsche naciera como marca automovilística. Aún así, merece la pena conocer su curiosa historia.

carro

Ferdinand Porsche nació en 1875, y su padre, Anton Porsche, se dedicaba a las chapas y las estructuras metálicas. Acudió a la escuela y fue aprendiendo en el taller de su progenitor, pero desde el principio el campo de la electricidad llamó su atención. A su padre no le gustaban sus experimentos, pero le dejó acudir a clases de ingeniería eléctrica, y pronto su hijo instaló luz y timbre eléctrico en casa. Con 18 años se fue a Viena a trabajar en una firma de ingeniería eléctrica, donde ascendió rápidamente. Fue entonces cuando conoció a Ludwig Lohner, hasta entonces fabricante de carruajes. Este tenía visión de futuro, y en 1897 se decidió a fabricar vehículos autopropulsados.

A finales del siglo XIX no estaba claro que los motores de gasolina fueran a funcionar mejor que los eléctricos, y como con los prototipos de explosión tuvieron muchos problemas, se decidió por los segundos. Pidió los componentes eléctricos a la empresa donde trabajaba Porsche y él mismo construyó los chasis. Tras algunos vehículos de prueba, el 26 de junio de 1898 el Egger-Lohner C2 basado en las ideas de Porsche circuló por primera vez por las calles de Viena. En todos los componentes importantes se incluyó la abreviatura P1 (P de Porsche, número 1). El aparato era una virguería, con un motor “Oktagon” diseñado por el propio Porsche, y llamado así por la carcasa octogonal cerrada. Visto 116 años después, no hay duda de que el P1 es un hito en la historia de la tecnología, y más ahora que sabemos que la electrificación se abre camino en el mundo del automóvil.

carro

En la presentación del P1 en el museo intervino el director Achim Stejskal junto a Frank Walliser, el responsable del nuevo 918. Al ingeniero le tocó el papelón de destacar la relación tecnológica entre el P1 y el 918, que viene a ser como establecer un vínculo entre el carro de Manolo Escobar y un Seat León FR. Como ya le conocíamos, nos permitimos bromear un poco: “Es evidente que te inspiraste en el P1 para el 918…”. Y él sonreía con cara de resignación. Lo que sí nos contó es que, tras la presentación mundial a la prensa del 918, los pedidos se han disparado, porque los potenciales clientes han despejado sus dudas respecto al sistema híbrido.

Después preguntamos al director del museo sobre el origen del “moto-carro”. Nos dijo que hace aproximadamente medio año el propietario del P1 se puso en contacto con Wolfgang Porsche, pero no quiso darnos más detalles. “Lo importante es que ahora está aquí con nosotros”, añadió. Hubiéramos querido que nos contara algo más, como por ejemplo dónde estuvo guardado, o cuánto han pagado por él. Como no sabemos la realidad, permítanos un poco de fantasía e imagine esta situación: el heredero del P1, tataranieto del comprador original, es un chaval con un Golf II tuneado y lleva un chándal blanco, pero sabe que Porsche es una de las marcas más rentables del mundo. Así que se sienta a la mesa y dice: “¿Qué tal si me cambiáis el carro por un 911 GT3, un Panamera Turbo y un Cayenne Diésel para mi prima?”. Wolfang Porsche no se molesta en negociar. Gira la cabeza lentamente, mira a su secretario por encima de las gafas y hace una mueca de aprobación con los labios. El chaval, claro, se levanta de la silla impulsado por el aleteo de sus orejas…

TEAM CAR SPAIN PUBLICACIONES, S.L utiliza cookies propias y de terceros para recordar tus preferencias y optimizar la experiencia de usuario. Para obtener más información lee nuestra política de cookies.
Al pulsar en “Aceptar” aceptas el uso de las diferentes cokies que utiliza el sitio web. Puedes configurar o denegar el uso de las cookies en la configuración de la política de cookies.