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BMW XM: movimiento brutalista

Todo es impactante en el SUV más salvaje de BMW. Estamos ante un híbrido enchufable de más de 5 metros de largo que rinde nada menos que 653 CV, y tan divertido de conducir como se espera de un modelo firmado por la división Motorsport.

En los últimos tiempos BMW ha lanzado muchos coches interesantes desde el punto de vista conceptual y técnico, pero creemos que este es el más sorprendente de todos. Porque si su diseño es muy llamativo, sus prestaciones y su precio (179.700 euros) son superlativos. Por encima de todo destaca su frontal, con esos “riñones” más grandes que nunca, en un estilo que la propia marca define como “extravagante”. Probablemente habrá recibido alguno de esos memes en los que se ve la evolución del tamaño de los riñones o ventanas a través de las últimas décadas, hasta que la previsión futura es que acaban ocupando el frontal completo del coche. Pues parece que en el departamento de diseño no tienen complejos al respecto, hasta el punto de que ahora no solo son enormes sino que sus contornos van iluminados para que se vean por la noche. La historia nos ha demostrado que el atrevimiento estético a BMW les funciona, y que provocará reacciones enfrentadas: o te encanta o lo detestas. Este modelo se fabrica en la factoría estadounidense de Spartanburg y esperan que el 26 por ciento de las ventas sean allí, seguido de China (23%), Oriente Medio (8%) y Alemania (7%). No obstante, ya se sabe que con modelos tan nuevos y atrevidos, la realidad puede hacer variar bastante estas previsiones comerciales. 

 

 

Otro rasgo interesante del diseño es que los faros principales van casi “ocultos” a los lados de los riñones (como en el reciente Serie 7), y en la parte superior mandan los estrechos grupos ópticos que solo se usan para la iluminación diurna. Para ir acordes con el resto del coche las llantas son enormes, con las “básicas” de 21 pulgadas y las opcionales, de 22 o 23 pulgadas, perfectas para hacer feliz al más extrovertido de los raperos. Pero lo que más nos ha conquistado es que se trata del primer modelo (desde el biplaza M1 de 1978) creado exclusivamente para la división M, es decir, que no debemos esperar un coche equivalente en la gama BMW, más barato y con motores más pequeños. Sorprendente también que desde la marca afirmen que su diseño rinde homenaje al M1 diseñado por Giugiaro… 

 

Por dentro

Al subir al interior, la calidad y el diseño es tan fantástico que nos viene a la cabeza que Rolls-Royce forma parte de BMW Group, y nos gusta que el llamativo estilo exterior continúe en su habitáculo. Los asientos delanteros M multifunción naranjas son alucinantes, y el equipamiento de serie incluye almohadillas para las rodillas y un volante de cuero M, junto con gráficos específicos M que incluyen luces para el cambio de marcha en el BMW Curved Display y el BMW Head-Up Display. Como era de esperar a la vista de sus dimensiones el interior es amplísimo, lo que junto al diseño extravagante transforman la parte trasera del XM en lo que han llamado “M Lounge”. Los respaldos calefactados que se extienden hacia los laterales del compartimento trasero y los cojines especialmente diseñados ofrecen a los pasajeros un nivel de confort extraordinario.

El revestimiento del techo es único, con 100 unidades Led que se encargan de la iluminación. El cliente podrá elegir entre cuatro tapizados diferentes para personalizar el interior, así como un nuevo cuero Vintage para las secciones superiores del panel de instrumentos y los paneles de las puertas. La iluminación ambiental, el climatizador automático de cuatro zonas y el sistema de sonido envolvente Harman Kardon son también elementos de serie, mientras que la lista de elementos opcionales incluye el sistema de sonido envolvente Bowers & Wilkins Diamond con un amplificador de 1.500 vatios y cuatro altavoces adicionales en la zona del techo.

 

 

La importancia de las siglas

Pero más allá de los acabados y la comodidad estamos ante un BMW M, lo cual implica necesariamente una mecánica sublime y mucha diversión al volante. El sistema de propulsión ofrece una potencia total de 480 kW (653 CV) generada por la combinación de un motor de combustión con 489 CV y un sistema de propulsión eléctrica con 145 kW (197 CV). Las cifras básicas del motor (4.4 V8 biturbo) nos resultan muy familiares, pero desde la marca afirman que se trata de un ocho cilindros de nuevo desarrollo, concebido para trabajar a altas revoluciones.

El motor eléctrico se aloja en la caja de cambios M Steptronic de ocho velocidades y, como es fácil imaginar, nada más comenzar a rodar el empuje es enorme, antes incluso de que los turbos comiencen a soplar. El sistema de propulsión produce un par máximo total de 800 Nm (650 del V8 y 280 el motor eléctrico) y es tracción total. Además una etapa de pre-engranaje aumenta el par máximo efectivo del motor eléctrico a 450 Nm justo cuando la transmisión entra en funcionamiento.

Nuestro protagonista acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos, acompañado de una banda sonora tan poderosa como esperas de un V8 de este tipo. Lleva un sistema de escape deportivo con válvulas regulables electrónicamente y un diseño muy llamativo, sobre todo teniendo en cuenta que los modelos M siempre llevan cuatro salidas, dos en cada lado. Pero el XM rompe con lo convencional e incorpora dos salidas de escape dobles en cada lado, con forma hexagonal y dispuestas una encima de la otra. 

 

 

Como es normal en los híbridos enchufables, dispone de tres modos de conducción que se seleccionan en el botón M Hybrid de la consola central. El modo Electric (100% eléctrico) permite una autonomía de entre 82 y 88 km en el ciclo WLTP y una velocidad máxima de hasta 140 km/h. Esto se consigue gracias a la batería de iones de litio montada en los bajos del coche y a los 25,7 kWh que proporciona. La unidad de carga combinada permite la carga en corriente alterna de hasta 7,4 kW. Como ya hemos visto en otros BMW eléctricos, su sonido ha sido desarrollado en colaboración con el compositor de épicas bandas sonoras Hans Zimmer. Así el sonido que acompaña a la propulsión eléctrica es específico de M, y proporciona una respuesta cada a movimiento del acelerador cuando se conduce con el modo de funcionamiento Electric. 

 

Etiqueta roja

 

Habrá, además, una versión Label Red (si fuera las palabras fueran colocadas al revés sería como el Johnnie Walker) aún más potente que estará disponible a partir de otoño. En este caso las cifras ascienden a 748 CV y 1.000 Nm, con lo que será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos

Llega el momento de rodar y como buen M ofrece un amplio espectro de configuraciones, y el conductor también puede personalizar los ajustes del vehículo a través del menú M Setup. El chasis comprende un eje delantero de doble articulación y un eje trasero de cinco brazos. Viene de serie con el tren de rodaje M Professional adaptativo, que incluye amortiguadores controlados electrónicamente y estabilizadoras activas gracias a unos motores eléctricos de 48 V. También es el primer modelo de BMW M que incorpora la dirección activa integral, además de serie. Sorprende que no lleve suspensión neumática como la mayoría de sus rivales, y podemos confirmar que esto no es un problema porque resulta realmente confortable. 

Como era de esperar, los Pirelli XXL brindan una adherencia a la carretera magnética, casi irreal, mientras las barras estabilizadoras activas controlan el balanceo de la carrocería. Los potentes frenos desaceleran con aplomo una y otra vez, a pesar de que no son carbono-cerámicos. Y atención porque este tren motriz enchufable (PHEV) será el que se empleará en el próximo M5, ya saben, una berlina de esas que ya no están de moda… Otras opciones sin salir de BMW serían el X5 M Competition, más eficaz dinámicamente, o bien el iX M60, también con un diseño atrevido pero con cero emisiones. En todo caso creemos que la gente comprará el XM simplemente porque les convence su conjunción de diseño extravagante, mecánica avanzada y poderosa y un interior suntuoso. Si quiere uno pídalo pronto, porque se prevé una larga lista de espera.

 

 

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