BMW Serie 8 2019, máxima categoría en estilo y deportividad

Uno tiene que comprender cuales son las intenciones de la marca cuando lo primero que revela es su modelo de competición. Antes de conocer a este renacido Serie 8, BMW primero desveló su M8 GTE, lo que deja claro que derrochará deportividad, pero antes, en el Lago di Como en 2017, irrumpía con el Serie 8 Concept y siendo sinceros, nos encanta que haya cambiado poco con respecto aquel prototipo. Para los bávaros este es un modelo de la máxima categoría, no existe un Serie 9, así que lo mejor de cada departamento de la casa está en este coche, el nuevo BMW Serie 8 que llegará en noviembre.

Esto incluye a su departamento de diseño. Tiene la apariencia imponente que derrochaba el Serie 8 de los años 90, con ese capó alargado y ese morro que se afila como un tiburón del asfalto. Su silueta de 4,83 metros es tan elegante como deportiva, más en esta versión con la configuración M Performance, con esos paragolpes tan agresivos y su techo de “doble cúpula”. Que por cierto, este es el primer BMW de producción que podrá llevar un techo de fibra de carbono reforzado con plástico (CFRP), dejando a un lado los modelos M. No es lo único que puede ir en CFRP, hay un paquete opcional llamado Carbon que incluye los retrovisores, las entradas de aire, el alerón y el difusor traseros en este material.

De su mirada domina la parrilla unida de los clásicos riñones, así como esas ópticas estilizadas, las cuales pueden llevar la tecnología BMW Laserlight, con las que conseguir hasta 600 metros de alcance de luminosidad, incluyendo la función de selección de luces para nos deslumbrar, y esos detalles azules en los faros que le dan mayor presencia al coche. Si nos vamos a su zaga, es casi una escultura moldeada por músculos y líneas rectas. Los faros alargados son LED y el maletero se prolonga hasta integrar ese disimulado alerón. Sólo echamos en falta el detalle de las ventanillas traseras que se podían esconder en el modelo de los 90, dejando un perfil limpio y destacando la caída coupé del techo.

Para ensalzar aún más el carácter deportivo de su diseño BMW ofrece el paquete M Sport, que entre otros elementos incluye el paragolpes trasero con la zona inferior en gris oscuro y su doble salida de escape trapezoidal, con el contorno de las ventanillas en negro brillante y detalles en Gris Cerium, como el interior de las tomas de aire de los pasos de rueda delanteros o la calandra delantera. Pero en la otra cara de la moneda está la opción Chrome Line, que en este caso viste numerosos detalles en cromado brillante. Como detalle, en esta unidad con la que se nos descubre el nuevo Serie 8, BMW ha elegido el color metálico Barcelona Blue, un color extra disponible solo con la versión M850i xDrive y el paquete M Sport, pero habrá otros siete colores disponibles en su lanzamiento.

Para su habitáculo han seguido los preceptos de modernidad y diseño minimalista elegante. Este Serie 8 Coupé es un despliegue de detalles y harmonía entre elegancia y enfoque a la conducción, para tener al alcance el máximo lujo con las mejores cualidades deportivas. El panel de instrumentos está cubierto por cuero, así como los paneles de las puertas, de serie en este coupé.

La zona del conductor y el acompañante quedan perfectamente separadas por la disposición de la consola central y el salpicadero, con un panel de instrumentos elevado y que separa los mandos del climatizador y la radio con los del sistema multimedia y los ajustes del vehículo.

El iDrive Controller y los botones para el Driving Experience Control se ubican en la zona baja del túnel central, junto al botón de arranque, todo en un panel nuevo. El volante es de nueva factura, de diseño deportivo y en cuero, con botones multifunción y levas de serie. Todo alrededor de los ocupantes es de primera calidad, con acero inoxidable en el M850i, así como otros en aluminio pulido de efecto oscuro de serie en esta versión. Gracias a las molduras opcionales y BMW Individual también tendremos la posibilidad de incluir elementos en Negro Piano y en madera.

Para el Serie 8 BMW ha diseñado unos nuevos asientos con los que asegurar el confort en marcha y la sujeción necesaria en conducción deportiva. Llevan el reposacabezas integrado con el respaldo, ajuste eléctrico con función de memoria para ambos asientos delanteros, los cuales también se mueven eléctricamente para dar acceso a las plazas traseras, con tapicería en cuero nuevamente. De serie los asientos van en cuero Vernasca, con una tapicería que puede pedirse en opción en cuero Merino en Negro, Cognac o Blanco o incluso en dos colores.

Es un coupé práctico, ya que posee 420 litros de maletero, ampliables si abatimos las plazas traseras con disposición 50:50. El portón es de apertura eléctrica y además podemos pedir la opción Comfort Access para abrir con el sistema del pedal invisible.  Un detalle único para el nuevo Serie 8 son los detalles en cristal de su interior para algunos controles. Este detalle exclusivo se encuentra en la palanca del selector de marchas, el iDrive Controller, el botón de arranque y el control del volumen del sistema de audio. En el selector de marchas se puede incluso ver un ‘8’ iluminado a través del cristal que lo adorna.

Por ahora el nuevo BMW Serie 8 llega con dos versiones disponibles en cuanto a motorización. La más tentadora y potente es el M850i xDrive, que emplea un V8 biturbo de 4.4 litros que rinde 530 CV entre 5.500 y 6.000 rpm; y 750 Nm de par desde solo 1,800 rpm hasta 4.600 rpm. Esto permite catapultar al coupé de dos puertas de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos, gracias también a que va asociado al cambio Steptronic Sport de ocho velocidades y la tracción total xDrive.

La otra versión es el 840d xDrive Coupe, que lleva los estándares de deportividad al máximo nivel con una combinación de eficiencia en consumo. Emplea el bloque de 3.0 litros de seis cilindros en línea de tecnología TwinPower Turbo, produciendo un total de 320 CV y 680 Nm de par que se entregan desde solo 1.750 rpm. Sus prestaciones son un 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, también con tracción total y el cambio Steptronic Sport. El consumo medio homologado de esta variante son solo 6.2 litros a los 100km.

Para mejorar la eficiencia de sus motores, BMW ha puesto a trabajar al cambio Steptronic Sport junto al sistema de Navegación Profesional, lo que permite anticiparse a determinadas situaciones para cambiar de marcha, incluso evitar cambiar de marcha más veces de las necesarias, cambiando varias de forma más rápida hasta llegar a la óptima. Además la transmisión puede ser desacoplada cuando detecta que se levanta el pie del acelerador a velocidades de entre 15 y 160 km/h, función disponible solo con el modo ECO Pro, o el Comfort en el 840d.

BMW ha diseñado específicamente un sistema xDrive para el Serie 8 Coupe, con el cual conseguir no solo unas prestaciones óptimas en todo momento sino una buena eficiencia de combustible. El sistema gestiona el par electrónicamente a través de varios embragues conectados con el tren de potencia y los sistemas de gestión del chasis. En situaciones normales, el par es enviado al eje trasero, pero cuando se necesita, este conecta el eje delantero. Eso sí, BMW nos deja claro el talante deportivo del vehículo, primando la entrega de la potencia a sus ruedas traseras para poder redondear bien las curvas y disfrutar al volante, especialmente en los modos Sport y Sport +.

Además hay un diferencial trasero electrónico, estándar en el BMW Serie 8 más potente. Un motor eléctrico limita la compensación de velocidad entre la rueda del interior y del exterior para que el coche trace lo mejor posible. Está controlado por el sistema DSC, lo que mejora no solo la tracción, sino la transmisión de potencia cuando la superficie está resbaladiza.

Y como la potencia sin control no sirve de mucho, en el BMW Serie 8 han desplegado lo último en tecnología para hacer más preciso, deportivo y cómodo a este GT. El esquema de suspensión se compone de un eje delantero con doble horquilla y un multi-link trasero, puesto a punto por BMW M, una suspensión adaptativa M de serie con amortiguadores con control electrónico, cuyo ajuste se modula mediante el Driving Experience Control. También se incorpora la Dirección Activa Integral, un sistema para otorgar mayor precisión al volante y que se completa con un eje trasero directriz. Este actúa girando las ruedas en sentido contrario de la dirección por debajo de 72 km/h, un total de 2.5 grados. Por encima de esa velocidad giran solidarias al movimiento del volante.

Y como la potencia sin control no sirve de mucho, en el Serie 8 han desplegado lo último en tecnología para hacer más preciso, deportivo y cómodo a este GT. El esquema de suspensión se compone de un eje delantero con doble horquilla y un multi-link trasero, puesto a punto por BMW M, una suspensión adaptativa M de serie con amortiguadores con control electrónico, cuyo ajuste se modula mediante el Driving Experience Control. También se incorpora la Dirección Activa Integral, un sistema para otorgar mayor precisión al volante y que se completa con un eje trasero directriz. Este actúa girando las ruedas en sentido contrario de la dirección por debajo de 72 km/h, un total de 2.5 grados. Por encima de esa velocidad giran solidarias al movimiento del volante. Pero no solo eso, BMW ofrece la posibilidad de montar un sistema activo de compensación de inclinación de la carrocería, con el cual poder dominar aún más al deportivo bávaro y hacerlo más cómodo.

Para poder detenerlo como es debido, llevará pinzas de freno de cuatro pistones delante, dotado con discos ventilados en ambos ejes así como conductos direccionales para refrigerarlos. Todo el conjunto ha sido diseñado para reducir al máximo la masa suspendida, usando pinzas de freno de aluminio. En el M850i los discos delanteros M Sport serán de 395 mm de serie con la pinza en color azul, cobijados por unas llantas de 20”.

BMW no se ha detenido ahí y ha hecho del nuevo Serie 8 un coche seguro y avanzado en materia de asistentes a la conducción, tanto que al conjunto de sistemas lo denominan BMW Personal Co-Pilot, una ante sala a la conducción autónoma. De serie serán el Control de Crucero y el Aviso de Colisión y de Peatones con frenada de emergencia en ciudad. A partir de ahí podremos añadir más asistentes, incluido el Control de Crucero Adaptativo con función de arranque y parada hasta a 210 km/h, para ser el más rápido de la Autobahn con comodidad.

No nos falta un Head-Up Display de serie, ahora con nuevas interfaces para los modos Sport y Sport +, sistema de visión nocturna, Parking con Control a Distancia, Cámaras con función 3D y 360 grados, el BMW Live Cockpit, una instrumentación digital con pantalla de 12,3 pulgadas, e incluso la integración de Microsoft Office 365 con Skype for Business para no perderte las conferencias de trabajo por si te pilla un atasco.

Probamos el prototipo del nuevo BMW Serie 8 2018, saboreando el M850i