Antonio García: Daytona Connection

En el mundillo del automovilismo todo el mundo sabe que Antonio García (Madrid, 1980) es un piloto con talento descomunal, algo que ha demostrado desde su infancia. Pero hay otra cosa que todo el mundo nos ha dicho también de él: “Es buen tío y no va de estrella”. El pasado 24 y 25 de enero, en la primera carrera del año, el equipo Corvette Racing logró una nueva victoria en las 24 Horas de Dayona, en la clase GTLM.

Sus compañeros al volante del espectacular Corvette C8.R amarillo con motor central fueron Jordan Taylor y Nicky Catsburg. No era algo nuevo para el piloto madrileño, que en 2009 logró la victoria absoluta en esta prueba con el equipo Brumos Porsche, y en 2015 ganó en la clase GTLM. En la carrera de Daytona este año los GTLM rodaron en algunas fases de la carrera casi en los mismos tiempos que los prototipos, lo que dice mucho del nivel del certamen.

Antonio García también lo ve así: “Tenemos aquí a los mejores fabricantes (Corvette, BMW, Porsche, Aston Martin, Ferrari) con sus mejores pilotos, y desde la primera hasta la última vuelta demostramos que esta es una categoría muy competitiva, no puedes permitirte ni el mínimo error. Estoy orgulloso de que hicimos lo que había que hacer, conducir un coche perfecto”. García sigue viviendo en Europa pero viaja mucho tanto a la sede de Michigan como a Charlotte, donde tienen el simulador. Por eso le preguntamos medio en broma qué tarjeta de puntos de línea aérea tiene, y nos confirma que disfruta de la Iberia Infinita…

De hecho, cuando hablamos con él para este reportaje acababa de llegar de viaje. Durante la temporada 2021 participará en el WeatherTech SportsCar Championship 2021 (IMSA) americano, que son 12 carreras de resistencia, más Le Mans. Comenzó a correr con Corvette en 2009 y desde 2012 es piloto oficial a tiempo completo.

Cuando le preguntamos sobre cuáles son sus puntos fuertes como piloto nos responde con humildad: “Sin duda la experiencia es muy importante, porque debuté en Le Mans en 2006, y en este tipo de carreras cada año descubres cosas nuevas. La noche se me da bien, no se si porque veo más que el resto o porque no me importa ver menos [risas], pero es en los relevos nocturnos donde más he destacado”.

Antonio ha demostrado en múltiples ocasiones ser un piloto muy consistente, rapidísimo y también valiente. En las legendarias 24 Horas de Le Mans ha logrado tres victorias en su clase: 2008 con Aston Martin, 2009 con Corvette y 2011 de nuevo con Corvette. A nuestro protagonista le gusta Le Mans y también le gustan las legendarias curvas Porsche, unos 25 segundos de rapidísimos giros que se toman a fondo en quinta o sexta, donde siempre hay riesgo.

Los pilotos que han conducido en Le Mans de noche y con lluvia a más de 300 km/h no lo olvidan, y García sabe gestionar el peligro. De hecho, en una reciente entrevista de Eduardo Bueno en la revista TodoRacing consideraba que “tendría que volver el factor miedo”. Lo explicaba así cuando le preguntaban si estaba de acuerdo con el diseño de los actuales circuitos y las amplias escapatorias:

“No, tendría que volver el factor miedo, y si se comete un error, que se pague, porque muchas veces eso marca la diferencia entre el que es capaz de pasar a fondo por una curva, con los riesgos que ello conlleva, y el que no es capaz de hacerlo. Ahora la haces a fondo y si te vas largo no pasa nada, cuando a lo mejor no te hubieses atrevido a hacerlo. Y eso no tiene nada que ver con la seguridad, porque estoy totalmente a favor de que los trazados, cada vez, estén mejor pensados y sean más seguros. Pero esas salidas de pista tendrían que penalizar más”.

Antonio está contento con su situación actual, tanto con el coche como con el equipo: “La conducción del nuevo Corvette C8.R (con motor central) es mejor. El C7 ya no se podía evolucionar más, y en cambio el C8 es un concepto más de carreras, más eficaz”. Respecto a la diferencia de ser piloto profesional en Europa o en EE UU, nos dice que es más o menos lo mismo, “pero quizá en EE UU se nos tenga más en cuenta, se nos valore más, se recompensa más el trabajo. Es difícil entrar allí, pero luego puedes trabajar muy a gusto”. Para mantenerse en forma sobre todo corre, porque le gusta mucho y además “es muy sencillo llevar unas zapatillas en la maleta y marcarte retos”.

Los inicios de Antonio García

Es el piloto español con más victorias en karting, ya que se proclamó campeón de Madrid, de Cataluña, de España, de Europa y del mundo (ver palmarés). Es un año mayor que Fernando Alonso, con el que compitió durante años en el karting. Ambos llegaron a ser campeones del mundo, el madrileño en 1994 y el asturiano en 1996. Se alternaban en los podios y se hicieron muy amigos, tanto ellos como sus sufridos padres, que les apoyaban en todo y les llevaban por los circuitos.

El siguiente paso debía ser por supuesto los monoplazas, primero en la Fórmula Renault Elf-Campus y después en la Open by Nissan. Allí entró junto a Marc Gené en el equipo de Adrián Campos, recientemente fallecido (ver apoyo). Gené ganó el certamen en 1998 y pasó a la F1, y de cara a 1999 entró en el equipo Fernando Alonso. A partir de entonces Campos comenzó a gestionar la carrera deportiva tanto de García como de Alonso.

En la edición 1999 ganó el asturiano (al año siguiente pasó a la F3000) y en 2000 la victoria en el Open fue para nuestro protagonista. En 2001 Alonso debutó con Minardi en F1 y García comenzó su andadura en F3000, en el programa de jóvenes pilotos de Red Bull. Al mando estaba el implacable Helmut Marko, y solo le dejaron correr cuatro carreras, hasta que en mayo le invitaron a salir.

La F3000 era muy complicada para los novatos y es evidente que tuvieron muy poca paciencia con él. Si se compara su debut con el de Alonso en la categoría, el asturiano no entró en los puntos hasta la antepenúltima carrera. Pero el automovilismo es así de cruel a veces, y hay muchísimos pilotos de gran talento que se han quedado a las puertas de la F1 por variadas razones. El propio Antonio reconoce que, cuando le bajaron del F3000 en mayo de 2001, fue el peor momento de su carrera.

Pero no se hundió porque tenía claro que lo suyo era correr, y rápidamente se puso a buscar un equipo. Pronto se subió a un Porsche 996 de Red Bull en el campeonato FIA GT y logró cinco podios en seis carreras. En 2002 volvió de nuevo a un monoplaza en el equipo de Campos en las Word Series by Nissan, pero lo compatibilizó con los GT. En definitiva, no logró el objetivo de llegar a la F1 pero fue pragmático, no se obsesionó y enfocó su carrera a los GT.

Gracias a esta orientación ha podido seguir compitiendo y viviendo de las carreras. Entre sus numerosas victorias recuerda con especial cariño la de Le Mans en 2008, con el Aston DBR9 oficial en la clase LMGT1. “Ganar con Aston fue mejor que hacerlo con Audi o con Toyota, porque allí aproximadamente un 40% de los espectadores son británicos. Ver toda esa recta llena de aficionados cantando el himno británico es algo que te deja sin palabras. Creo que ha sido el momento más bonito de mi carrera deportiva”.

Su pasión escondida

Menos conocida es la pasión de Antonio García por los rallyes, y de hecho al piloto que más admira es a Carlos Sainz “desde que iba a verle correr al rallye Valeo, si no recuerdo mal, desde 1984”. Se identifica con el bicampeón mundial de rallyes por las ganas de competir que sigue teniendo pasados los 50. “Tengo 40 años y sigo con la misma ilusión por competir que cuando tenía 18”, asegura. “Conozco a muy poca gente tan competitiva como Carlos y Fernando, y yo probablemente sea igual”.

Le preguntamos sobre las competiciones virtuales, hoy tan en boga: “Es normal que, con todo el tiempo que hemos estado confinados, cada vez tomen más fuerza”. Aun así reconoce que él no es de jugar con la consola en casa, y ya pasa mucho tiempo al volante en el simulador. Y añade: “Los que podemos correr de verdad, somos muy afortunados de poder disfrutar tanto haciendo lo que nos gusta”. Le preguntamos sobre su garaje y nos dice que actualmente no tiene coche deportivo, porque tiene dos niños pequeños y, en el tiempo que no esta de viaje, usa coches familiares.

No obstante, Antonio García espera tener un Corvette C8 cuando se empiece a vender en Europa. También confiesa que anda detrás de un Mitsubishi Evo VI Tommy Mäkkinen, y otros coches que le encantan son el Lancia 037 o el Audi Sport Quattro. Es evidente que Antonio García mantiene intacta su pasión por los coches, y no hay duda de que al piloto madrileño aún le quedan muchos trofeos por levantar.