Alex Palou: el primer español en ganar la Indy
Alex Palou: el primer español en ganar la Indy
Como su compatriota Fernando Alonso cuando llegó a la F1, Alex Palou sorprendió a todos por su velocidad, precocidad y madurez para ganar, a los 24 años de edad, su primer campeonato de la Fórmula Indy o “Fórmula 1 americana”, con el equipo de Chip Ganassi.
La posibilidad surgió durante una conversación informal, fluida, rápida, como la velocidad que llevaba el tren bala japonés que en junio de 2019 se acercaba a Tokio con dos personajes desconocidos para las decenas de ejecutivos y turistas nipones que observaban el Monte Fuji, a lo lejos.
“Lo que hizo usted, Roger, en la Indy fue notable considerando los medios que tenía”, le dijo el joven piloto español a su interlocutor. Roger Yasukawa le miró sorprendido, sus orientales ojos rasgados se volvieron redondos… Así que el chico que habían contratado para correr con el McLaren 720 en el certamen Super GT 2019 nacional sabía de su pasado…
Yasukawa era el director deportivo del equipo perteneciente al millonario Kazumichi Goh, quien le había llevado a correr en la Indy estadounidense entre 2003 y 2010 un total de 40 carreras.
El jovencito español se esforzaba en intercalar palabras japonesas en su inglés con acento abierto pero preciso. Y no dejaba de sorprenderlo. Ya había resultado mucho más maduro, calmado y profesional que todos los pilotos de esa edad que conocía.
Más lo observaba, más le sorprendía. Alex Palou había dado mucho más de lo que se esperaba de él y de sus referencias. Le habían probado sabiendo que había acabado tercero en el certamen japonés de F3 de 2017, tenía amplia experiencia en monoplazas y referencias impecables.
En ese 2019 Alex disputaba, también, el campeonato de monoplazas de Super Fórmula japonesa (motores 2 litros turbo con 543 CV) y el ya mencionado Super GT.
“Me imagino que usted debe tener contactos en la Indy y quizás me podría ayudar a conseguir una prueba con un equipo allí”, concluyó Palou. De repente, la conversación se había puesto seria y Yasukawa la recordaba así unos días después que Palou se consagrase, a finales de septiembre de 2021, como uno de los dos pilotos más jóvenes en lograr el campeonato Indy, una verdadera Fórmula 1 estadounidense.
“Yo creía que Alex corría en Japón como forma de prepararse para la F1, pero en cuanto me confirmó que su objetivo era la Indy y sabiendo lo rápido y maduro que era, ni dudé”, declaraba Yasukawa a Kurt Kavin, del sitio oficial de la Indy.
Goh, quien ponía el dinero, había sido sponsor del equipo de Dale Coyne y con este se entrevistaron Yasukawa y Palou en el óvalo del Texas Motor Speedway en 2019. Si este joven al que se veía muy seguro, pero al mismo tiempo, bien centrado, tenía el aval de Goh, ¿por qué no? Valía la pena probarlo.
Un examen en toda regla
Circuito virado de Mid Ohio, 3.634 metros, cerca de Lexington en Estados Unidos. Es 31 de julio de 2019. Alex da 102 vueltas. Los del equipo quedan asombrados por la rápida adaptación. Sus tiempos eran casi los mismos que Sebastien Bourdais, cuatro veces campeón Indy y piloto del equipo.
“Al acabar el día Coyne nos dijo que cuando Alex estuviese libre tendría las puertas abiertas de su casa”, recuerda Yakusawa. Así fue: Bourdais dejó el equipo a fin de año y esa butaca fue para el español nacido en el seno de una familia de clase media en San Antonio Vilamajor, Barcelona, en abril de 1997.
Sin medios económicos suficientes Alex dependía de convencer con su gran rapidez y de la capacidad de autofinanciación de los equipos. Él tenía claro donde quería llegar: ser piloto profesional y, a ser posible, en Estados Unidos.
Comenzó en karting con grandes éxitos y continuó con el equipo de Adrián Campos en la Euro fórmula Open (2013) y en GP3 (2015 y 2016, dos temporadas en las que cometió errores y también tuvo problemas de fiabilidad en el coche).
Tenía la velocidad, le faltaba tranquilidad pero le sobraba determinación. Consiguió un test con el equipo de la Fórmula V8 3.5 de Teo Martín Motorsport a finales de 2016 en Jerez.
Hizo el mejor tiempo de todos los que ese día probaron, pilotos habituales del certamen.
En 2017, se hizo un nombre en la F3 japonesa con el equipo Drago Corse: ganó tres carreras y Teo Martín le convocó para tres citas del certamen 3.5 V8 (anteriormente World Series). Ganó en su segunda carrera en Nürburgring, logró tres poles y tres podios. Cuanta más potencia tenía bajo su pie derecho mejor funcionaba.
Teo Martin declaró recientemente que “Alex Palou no solo es muy muy rápido, también muy responsable, ordenado, preciso en lo que transmite y, además, es buena persona. Se merece lo que ha conseguido a base de esfuerzo y determinación”.
Yasukawa sabía por qué iba a ayudar a Palou, más allá de
sus evidente talento. “En 2018, mirando las edades de los princi-
pales pilotos Indy, me di cuenta que en muy poco tiempo iba a produ-
cirse, necesariamente, una regeneración, tal como comenzaba a pasar en la F1«.
Ya estaban en la cuarentena o bien entrados en ella campeones consagrados como Scott Dixon, Helio Castro Neves, Will Power, Ryan Hunter-Reay, S. Bourdais y Tony Kanaan. Los equipos estaban obligados a buscar sangre nueva y de calidad…”.
Alex Palou: una gran promesa
Los jefes de equipos Indy comenzaron a prestarle mucha atención desde la tercera fecha de 2020, en Road América. Allí fue tercero en la primera carrera y séptimo en la segunda. Como “rookie” era, de lejos, el que más prometía.
En agosto de ese año, Alex coincidió con Chip Ganassi, dueño del equipo ocho veces campeón, en las 500 Millas de Indianápolis. Era séptimo en los entrenamientos oficiales, una hazaña. Por timidez no iba a ser: “Mr. Ganassi, ¿qué se necesita para correr con su equipo?”. A lo que Ganassi le respondió: “Continúa haciéndolo como hasta ahora…”.
No era esta una frase de esas que se lleva el viento. Ganassi organizó un test para reemplazar al piloto saliente Felix Rosenqvist en el Barber Motorsport Park de Birmingham, Alabama, y citó a Alex Palou. Los cuatro coches del equipo estuvieron presentes y Alex fue el más rápido.
“Se veía que velocidad no le faltaba”, confesaba Ganassi hace unas semanas tras la consecución del título. “Pero yo seguía teniendo muchas dudas. Podía ser cosa de un solo día”.
Y después vino la primera carrera de 2021 en Barber (Birmingham), donde quedó tercero en la parrilla de salida y ganó la carrera. “Ese día se acabaron mis dudas… soportó sin un solo error la presión de Scott (Dixon) y Will (Power) y les ganó. Sabía que lo iba a hacer muy bien el resto del año”.
Y lo hizo. Tres victorias (en Birmingham, Road América y Portland), otros cinco podios y, lo más importante, segundo en las 500 Millas de Indianápolis (que estuvo a punto de ganar).
Corrió como un campeón veterano y consiguió el título en la última carrera, en Long Beach, acabando cuarto. Pasaba a ser el primer español en lograr esta corona.
Este podría ser el primer paso de la que podría ser una larga carrera en Estados Unidos, donde los pilotos exitosos se retiran después de los 40. Sigue los pasos de Oriol Servià, que participó durante 14 años en campeonatos y carreras de la Indy, y de Fermín Vélez o Fernando Alonso, que incursionaron también en la mítica carrera.
Scott Dixon, seis veces campeón (su último titulo fue en 2020), es el piloto fetiche de Ganassi, una leyenda en la Indy y solo una vez antes otro piloto de ese equipo le había superado en los puntos, Dario Franchitti en 2011. Palou ha sido el segundo. Dixon ya tendrá que irse y Alex Palou reclamará su herencia. Que la consiga ya no será una sorpresa.
