Acudimos a la presentación del BMW M4 CSL en el concurso de Elegancia Villa d’Este (IT)

Tratado de excelencia

BMW Group patrocina el Concurso de Elegancia de Villa d’Este, y siempre aprovecha la ocasión para presentar alguna novedad apasionante. Además acuden allí los primeros espadas de la marca, a los que se suman grandes personajes que ya forman parte de la historia del automóvil. Un lugar para disfrutar

un año más, acudimos a la que probablemente es nuestra cita anual favorita, y eso que cada temporada acudimos a cientos de eventos, presentaciones y carreras. El concurso patrocinado por BMW es diferente a todo, empezando por el hecho de que aquí caben todas las grandes marcas. Lo habitual es que, si una marca celebra algo, no permita participar a ninguna otra empresa automovilística, para monopolizar la atención. Pero en Villa d’Este no es así, y los directivos de BMW demuestran generosidad y una gran categoría personal y profesional al apoyar este concurso sin igual. Los ejecutivos de BMW suelen ser apasionados amantes del motor, y cada año sorprenden a los que acudimos allí con alguna primicia, ya sea un prototipo o un modelo de producción. Así, el viernes por la tarde abriron el evento con dos máquinas que son pura pasión: el nuevo M4 CSL y la motocicleta M1000 RR en la edición aniversario 50 Years M. La M RR se presentó en septiembre de 2020, rinde 212 CV para 192 kg de peso, cuesta 37.780 euros y es la base de la moto que emplean en el mundial de Superbikes.

Este año es importante para la multinacional germana también desde el punto de vista histórico: se cumplen los 50 años de BMW M, “la letra más potente del mundo”, pero también de la histórica sede en Múnich (el edificio “cuatro cilindros”), y cien años de la factoría de Múnich. Así, el 24 de mayo el BMW Museum inauguró una fantástica exposición dedicada a BMW M, con modelos expuestos a lo largo de siete salas. En palabras del mítico Jochen Neerpasch, cofundador y primer director general de BMW Motorsport GmbH, de 1972 a 1980, “el gen del automovilismo de los primeros días todavía está presente en BMW M hoy. La marca debe su dinamismo, pasión y capacidades al automovilismo. Innovaciones como la construcción ligera, la aerodinámica, el rendimiento optimizado del motor o un chasis reforzado todavía se encuentran en los vehículos M en la actualidad”. Neerpasch coincidió junto al lago con un viejo amigo, nade menos que el gran Giorgetto Giugiaro, para muchos el mejor diseñador de automóviles de la historia. Fruto del esfuerzo común nació el sensacional M1, un coche que sigue pareciendo moderno más de cuatro décadas después de su nacimiento.

Nos gustan las sorpresas

Respecto a las novedades, además del M4 CSL llamó mucho la atención la nueva Serie 7, de la que ya se habían difundido fotos, pero que aún no habíamos visto en vivo. Su revolucionario frontal nos sorprendió de nuevo, aunque tras el shock que supuso la parrilla del reciente Serie 4, ya estamos vacunados. El presidente de la compañía, Oliver Zipse, ha definido al nuevo Serie 7 como “nuestra obra maestra”. Según sus palabras: “el ejemplo más reciente de cómo estamos implementando nuestro enfoque de tecnología abierta es el nuevo BMW 7. Un modelo con cuatro sistemas de propulsión diferentes, único en el segmento de lujo. Este automóvil también marca el lanzamiento de la última generación de motores de combustión altamente eficientes, que ya cumplen con la norma Euro 7. Esto significa que nuestras mecánicas convencionales están preparadas para los requisitos reglamentarios hasta la década de 2030”. Los cuatro sistemas de propulsión a los que se refiere son el i7 eléctrico puro, un diésel mild hybrid y dos seis cilindros de gasolina turbo híbridos enchufables.

Y Zipse añade: “la Serie 7 está muy por delante de su tiempo. Queremos que nuestros clientes más exigentes se sientan como en casa, como si estuvieran en un salón privado. Para mí, es como un salto hacia el futuro. Me gusta mucho la soberbia pantalla de 31 pulgadas en la parte trasera del habitaculo, la BMW Theatre Screen. Transforma el coche en un cine. Además el Serie 7 más potente es un modelo totalmente eléctrico. Es magia tecnológica, que es exactamente lo que esperan nuestros clientes. En términos de tecnología, ningún otro automóvil actualmente ofrece más”.

BMW no descuida la tradición, ni a sus clientes más deportivos, y a la vez pisa el acelerador en lo referente a electrificación. En el primer trimestre vendieron 35.289 unidades de BEV (eléctricos 100%) entre BMW y Mini, cuando en el mismo periodo de 2021 comercializaron 14.161 (+149%). Así, creen que a final de año pueden alcanzar el objetivo de que un 10% de sus ventas sean BEV. 

Nuevo BMW M4 CSL

Hay momentos en los que es preciso buscar nuevos caminos, y otros en los que lo adecuado es repetir lo que ya se hizo antes. En el campo de la electrificación, BMW innova sin parar, pero cuando se trata de mejorar un deportivo extraordinario como es el M4, la receta es la de siempre: más potencia, menos peso, un chasis más firme y una asistencia electrónica más permisiva, enfocada al uso en circuito. Es lo mismo que hace Porsche con sus versiones RS o Ferrari con los Speciale, Pista o Competizione: un tratamiento vigorizante que nunca falla. Si miramos atrás en la historia de BMW, veremos que las siglas CSL marcaron el inicio de los éxitos deportivos de los modelos de Motorsport, con el 3.0 CSL, campeón en el Europeo de Turismos en 1973. No obstante, de las seis generaciones de M3 que se han lanzado a lo largo de más de tres décadas, solo ha habido un CSL, el E46 de 2003 (360 CV). De aquel modelo recordamos su techo de fibra de carbono, sin pintar, o el poderoso sonido de su motor atmosférico. Costaba 113.000 euros, solo se fabricaron 1.400 y hoy son piezas de colección cuya cotización se acerca a los 100.000 euros. Un modelo que también pudo haberse llamado CSL fue el M3 GTS de 2010 (motor V8 y 450 CV), sin plazas traseras, del que solo se hicieron 100 unidades, todas en color naranja. Y en 2016 llegó el M4 GTS (500 CV), un biplaza que costaba 166.000 euros.

En definitiva, está claro que si en BMW se han decidido a lanzar otro CSL, no tenemos dudas de que hará honor a su nombre. Para empezar, la potencia máxima del motor 3.0 biturbo de seis cilindros en línea ha subido en 40 CV, de modo que ahora alcanza 550 CV. Esta nueva versión se reconoce a primera vista por el capó de carbono parcialmente sin pintar, el faldón delantero o los perfiles rojos en capó, techo y taloneras. Monta un escape de titanio, y los grupos ópticos tampoco son los del M4 “normal”, ya que como opción lleva faros láser delanteros de diseño específico, y traseros con hilos de luz de serie.

Además, le han quitado los asientos posteriores para reducir el peso. En total han ahorrado 100 kg respecto al M4 Competition (510 CV) en el que está basado. La receta incluye unos espectaculares y exclusivos asientos M tipo baquet, de fibra de carbono, que ahorran 24 kilos. Pero ojo, porque la altura solo la pueden regular en el taller, y el ángulo del respaldo es fijo. Están diseñados para permitir la instalación de arneses con seis puntos de anclaje. En la reducción de peso también ayudan el capó y la tapa del maletero, de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP). Esta última ha sido modificada, y es diferente a la empleada en el M4 Competition, al incorporar un alerón integrado. No faltan los frenos M carbocerámicos, llantas especiales de aleación ligera, muelles y puntales, e insonorización específica para este modelo, a base de materiales ultraligeros. A pesar de ser ligero, el CSL también es más rígido, lo cual queda patente al abrir el capó y ver la estructura de aluminio fijada en el compartimento del motor.

Su estética se ve favorecida por una suspensión M adaptativa, rebajada en 8 mm respecto al suelo. Además, para lograr la máxima eficacia, se han cambiado los reglajes de caída de las ruedas, amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras. Lógicamente es bastante más firme que el M4 Competition, y se ha modificado además el ajuste del control de tracción M, que permite realizar derrapes controlados entre los niveles 1 y 5. Los niveles 6 a 10 maximizan la tracción, teniendo en cuenta tanto las condiciones de la superficie de la pista, como la temperatura de los neumáticos.

En el interior el ambiente es tan deportivo como se puede esperar. Hay molduras de fibra de carbono y las siglas CSL aparecen bordadas en rojo en los asientos, la consola central y el panel trasero. Un detalle de cara a la galería son los espacios para guardar cascos en el compartimento trasero. Ofrece los modos de conducción Road, Sport y Track, y los mismos botones rojos en el volante que el M4 “normal”, para memorizar y seleccionar las configuraciones preferidas. La conectividad es tan buena como en cualquier BMW, y el sistema M Drive Professional incluye M Drift Analyser (análisis de derrapaje) y M Laptimer (registro para vuelta rápida).

Según la marca “las funciones de confort y sistemas de asistencia al conductor están centradas en lo esencial”, pero lleva de serie el climatizador automático bi-zona, el control de la distancia de aparcamiento, el aviso de colisión frontal, el aviso de cambio involuntario de carril y el aviso del límite de velocidad. Son opcionales el acceso confort, la alarma, el driving assistant y el sistema de asistencia al aparcamiento. El Head-Up Display (proyección de la información en el parabrisas) es de serie, pero opcional que lleve elementos específicos M. A tope de equipamiento o no, está claro que este M4 se compra con el corazón, pero a largo plazo (solo se producirán 1.000 unidades) también es una buena inversión.