Prueba Toyota C-HR: más potente e igual de eficiente, ¿volverá a liderar las listas?

Hace 6 años irrumpió en el mercado español y conquistó a un nuevo perfil de cliente. La segunda generación llega con mejoras, sobre todo en equipamiento y motores.

Minutos antes de ponerme a los mandos de uno de los modelos más vendidos en nuestro país una tiene una doble motivación. No solo es probar su segunda generación por primera vez –y juzgarla–, es también entender el porqué de su éxito. Para ello, hay que dejar de lado los gustos personales y ponerse en la piel del perfil de comprador de este coche. Yo lo definiría como un padre de familia joven. Un automóvil con el que poder ir al trabajo o a la compra, pero también viajar.

 

 

En el exterior no se aprecian grandes cambios, aunque sus líneas son algo más futuristas y es que desde Toyota saben que el diseño es uno de los principales motivos de compra. El primer punto positivo de esta nueva generación es que han optado por colocar las manillas en la puerta, de manera que en la parte trasera del vehículo existe una mayor sensación de espacio, o por lo menos de luz. En parte, gracias al techo panorámico y a la mejora en tamaño de la luneta posterior. En la parte trasera destaca la iluminación de lado a lado y que el nombre de la marca y el modelo se encuentren iluminados, algo que solemos ver en concept cars pero no en vehículos de producción. También ofrecerán distintas opciones bicolor, aunque en España la anaranjada y negra no se venderá por su parecido con los taxis de la ciudad condal.

Sus dimensiones no cambian prácticamente respecto al anterior, donde el espacio de los pasajeros traseros no era para tirar cohetes. Pero no pasa nada, para los niños es más que de sobra, y no olvidemos que estamos en un compacto.

 

 

Cuenta con dos fiables y eficientes motores híbridos, aunque un híbrido enchufable está al llegar

 

Los motores, ahora llegan con dos opciones: de 140 CV o de 197 CV. Ambos híbridos con batería de 13,8 kWh, aunque a lo largo de 2024 llegará por primera vez el híbrido enchufable, ante el que estamos expectantes. Tengo la oportunidad de ponerme a los mandos de los dos, en Ibiza, donde los caminos “perdidos” y las cuestas predominan. Como es previsible, el de mayor potencia se muestra más ágil, sobre todo en términos de aceleración (hace el 0 a 100 km/h en 8,1 segundos y el de 140 CV en 9,9). En esta isla, y a finales de año, se respira paz, la misma que me inspira el C-HR con su motor híbrido. Mayor es la alegría al mirar la pantalla y ver los eficientes consumos que logra el coche cerca de los 5,5 litros a los 100 km. Es una de las claves de su éxito.

En el interior sí que se notan mejoras más evidentes: pantalla multimedia de 12,3 pulgadas, iluminación ambiental con hasta 64 colores, head-up display de 10 pulgadas o Apple CarPlay inalámbrico. Los mandos del aire siguen siendo físicos. La posición del conductor es cómoda y amplia, al igual que la del acompañante. El maletero crece ligeramente: hasta los 388 litros en el de menor potencia y 364 litros en el 2.0.

 

 

Los pedidos están abiertos, y los precios parten desde 31.750 euros (140H Active: motor más pequeño y acabado básico) hasta los 45.900 euros de la versión especial de lanzamiento: el GR Sport Premiere Edition (motor 200H, 4x4).

Tras la prueba, destacaría tres claves de su éxito: los consumos, el precio y sus medidas compactas. ¿Seguirá esta segunda generación encabezando las listas de ventas? Todo apunta a que sí.

 

 

Test rápido

1 minuto

Estéticamente, resulta vanguardista, como lo era su primera generación.

5 minutos

Me gusta el tacto de los pedales, además en la versión más potente las respuestas son más directas. Te vas fijando por la calle y ves uno en cada esquina, normal, han vendido más de 100.000 unidades.

15 minutos

El coche resulta cómodo y la visibilidad trasera ha mejorado.

40 minutos

Los consumos son muy buenos. Tiene todos los ingredientes para superar el éxito del anterior.

 

Toyota GR Day Jarama 2023

 

 

No es fácil conseguir que los clientes de una marca se sientan parte de la comunidad. Toyota cuenta con esa suerte, especialmente gracias a su gama deportiva, en la que en la actualidad encontramos el GR Yaris, el GR Supra y el GR86. Son coches muy deportivos y pude comprobarlo en el Jarama, un trazado que de por sí es divertido –aunque también muy técnico–. Y no solo yo, ya que casi 300 clientes de Toyota pudieron rodar con sus propios coches. En esta tercera edición, hubo más de 1.300 asistentes provenientes de todas partes de España y se batieron las cifras de años anteriores. Y no solo tandas, también carreras de karts, simuladores o un slalom… y lo mejor, ¡sin ningún tipo de coste!

 

 

En este evento también tuvieron cabida modelos que ya no están en producción pero que han sido importantes en su historia. Por ejemplo, el Celica o el MR2. Otros modelos históricos, como un Fórmula Toyota de los años 90 estuvieron expuestos.

Ahora bien, si algo me impresionó no fue rodar con el Supra en pista –que también–, sino ver cientos de coches juntos en la emblemática recta del Jarama para la foto de familia.