Prueba BMW Serie 5 e i5: el paso del tiempo lleva a la perfección

Más de 50 años dan para mucho y, si no que se lo digan a BMW. Corría el año 1972 cuando se estrenó el primer Serie 5 de la historia. Fue el sucesor del BMW 2000 y comenzaba una era gloriosa para este modelo, porque 51 años después se ha convertido en la berlina de representación más exitosa de todos los tiempos.

Aunque como todo y más en el mundo de los coches toca actualizarse para seguir estando al día. La moda de agrandar los vehículos para colocar baterías o incluso por comodidad y espacio se lleva viendo desde hace varios años y no iba a ser menos en este modelo, es casi tan largo (5,06 metros) como la antigua generación del Serie 7. Sus formas se vuelven más cuadradas, algo que ya vimos en el nuevo M2, en este modelo choca menos visualmente al tener unas proporciones más alargadas.

Para diferenciar a los modelos de combustión de los eléctricos las parrillas son diferentes, con líneas verticales en los riñones en los diésel y gasolina y horizontales en los modelos más sostenibles. Los motores térmicos lucirán la etiqueta ECO de la DGT al ser híbridos medios con 48 voltios.

El interior es uno de sus puntos fuertes donde el modelo ha dado un paso hacia delante muy importante. Por primera vez el interior, es completamente vegano.

El sistema de visualización es completamente digital e incorpora un Head-up Display bastante claro e intuitivo y un modo para ver la información en realidad aumentada. La pantalla de control es de 14,9 pulgadas.

Sensaciones en cada acelerón

El primer modelo que probé fue el i5 M60, el más poderoso de toda la gama y según palabras de Javier Onrubia, responsable de Comunicación Corporativa en BMW Group España, nos advirtió que es el coche que más asemejaba con un BMW M eléctrico. Y seguramente un M eléctrico tiene que ser brutal, aún más que el i5 M60, pero ahí me pregunto yo, ¿Cómo será posible? Cada vez que pisábamos el pedal derecho, los primeros metros eran como un disparo, incluso hay que acostumbrarse mucho al par de 820 Nm para no sentir mareos. La sonrisa en la cara es algo que no se puede borrar y menos en un tramo de curvas donde sientes que el neumático está imantado con el asfaltado, a lo que se suma una dirección precisa para tener el combo de la deportividad perfecto.

En 30 minutos podemos recargar del 10 al 80% de la batería. El pico de recarga es de 205 kW superando en 10 kW al iX. Pero si el tiempo nos parece demasiado, BMW integrará juegos como el mítico programa de televisión ¿Quién quiere ser millonario? Para que el tiempo se nos haga más ameno.

SI cambiamos de motor y nos vamos al diésel vamos a poder disfrutar de una autonomía bastante alta si somos cuidadosos con el acelerador y no exprimimos sus 197 CV. Y esta me parece la gran virtud de este modelo, poder seguir ofreciendo a los clientes de BMW elección total sin restricciones, eso sí, añadiendo un pequeño motor de 48 voltios en la caja de cambios para alargar la vida de los motores de combustión gracias al derecho a portar la etiqueta ECO en el parabrisas.