Prueba BMW M3 Touring: vámonos a Nürburgring

Por fin podemos probar a fondo la última gran obra de la firma bávara, un todo en uno que nos hace afilar los dientes en cada paso por curva.

El M3 touring ha sido uno de los coches del año pasado. A pesar de que los vehículos familiares no suelen cautivar tanto a la gente, añadir un maletero más grande al icono de la división M parece haber despertado una pasión desenfrenada y días de trabajo perdidos en el configurador de la marca para soñar cómo sería su M3 familiar.

Puede ser el coche que defina el garaje definitivo en sí mismo y ahora lo ponemos a prueba. Me siento una de esas personas bendecidas por Dios.

 

¿Será tan satisfactorio pasear con la familia y cruzar España como dar vueltas en puertos de montaña enlazando rectas y curvas cerradas tipo horquilla? Visto objetivamente, entusiasmarse mucho con algo material es un poco peculiar en el contexto del alto rendimiento. No tiene más potencia ni velocidad solo espacio extra en el maletero (500 litros con los asientos levantados, 1.510 litros con los asientos plegados) más el ingenioso portón trasero manos libres de BMW, cristales que se abren independientemente de la parte metálica y (opcionalmente) bandas longitudinales con goma para evitar que las cosas se deslicen excesivamente en el maletero. No puedo negarlo, es impresionante.

Por otra parte, el M3 siempre se ha caracterizado por las sensaciones al volante y la practicidad: ¿necesita más espacio que un 911? Totalmente sí. Consiste en tener más espacio sin restar emoción, algo totalmente lógico para esta generación G81. Se puede dormir fácilmente en el interior, y BMW nos lleva prometiendo uno desde el M3 Touring E46 concept del año 2000.

 

La mayor parte de las especificaciones son, por supuesto, idénticas a las de su hermano. El modelo Competition es el único disponible en España con 510 CV/ 650 Nm de par, y los compradores españoles solo disponen de la caja de cambios automática de ocho velocidades, en lugar de la manual disponible en otros países. La peculiaridad del Touring es que se ofrece con tracción total M xDrive. Y no tiene techo de fibra de carbono.

La suspensión se ha ajustado para un coche que, con 1.865 kg, pesa 85 kg más que una berlina M xDrive y, además, puede cargar más. El ingeniero de chasis Frank Weishar nos dijo que la principal diferencia era el eje trasero, con un nuevo refuerzo en forma de V bajo la parte trasera, unos muelles “hasta un 10% más altos y unas fuerzas de amortiguación iniciales entre un 2% y un 5% más altas en rebote y compresión”, dependiendo de la dureza de los amortiguadores.

Todo es endiabladamente complicado y se introduce en un algoritmo que tiene en cuenta el cabeceo y el balanceo, la velocidad, el ángulo de giro y otros factores, pero el resultado es un gran vehículo de carga que se conduce como debería hacerlo cualquier M3.

 

Nuestro coche de prueba ya había hecho más de 9.000 kilómetros cuando me dieron las llaves, pero aparte de un par de pequeñas manchas en el capó se ve y se conduce como nuevo.

El precio base de 124.000 euros es 1.500 superior al del M3 M xDrive. Naturalmente, hay una tonelada de equipamiento de serie, incluyendo el precioso color Verde Isla de Man metalizado, suspensión adaptativa, llantas de aleación delanteras de 19 pulgadas y traseras de 20”, asientos eléctricos calefactables con memoria, audio Harman Kardon, asistente de luces de carretera y el sistema de infoentretenimiento Live Cockpit Professional.

A eso, en España, le han añadido dos paquetes opcionales, el primero denominado M Race Pack incluye frenos carbocerámicos que reducen el peso en 25 kg, y el paquete Technology Pack, que cuesta 4.446 euros, ofrece la luz láser Led de BMW, live cockpit profesional y, además, elementos tecnológicos enfocados en la seguridad.

 

Es endiabladamente complicado entender todos los sistemas del coche en primera instancia, pero da como resultado un gran automóvil con mucha capacidad de carga que se maneja como es, uno de los coches de la división M de BMW.

Los detalles más evidentes son los asientos M de carbono en piel Merino, que ahorran 9,6 kg y aportan cierta seriedad al lujoso y deportivo habitáculo.

A muchos no les gustan las ayudas activas a la conducción, pero las luces láser no solo se encienden como focos de campo de fútbol, sino que hacen su trabajo de la manera más inteligente. Para ello, alumbran perfectamente nuestro carril en todo momento, pero si viene alguien de frente evitan deslumbrarle mientras nuestra visión no se ve en nada afectada. En caso de encontrarnos totalmente solos y sin nadie a quien podamos molestar con la luz no perderemos ni un ápice de carretera. Las cosas que normalmente se perderían en la oscuridad quedan totalmente iluminadas, así de simple.

Por algo, el M3 Touring es uno de los coches mejor valorados del último año. Su diseño, su carácter M y su deportividad intacta han logrado que un segmento no tan apreciado por los clientes se vuelva una revolución. Antaño el RS4 y RS6 eran los más preciados en esta categoría, ahora BMW ha llegado a poner las cosas complicadas a su marca compatriota. Este M3 es muestra de ello y ya se habla que el M5 Touring está a la vuelta de la esquina.