Mercedes-AMG SL 63 S E Performance: cuando la electricidad vuelve algo bestia en radical

La versión más potente del descapotable alemán llega hasta los 816 CV y puede acelerar hasta los 100 km/h en menos de 3 segundos… ¡bendita electricidad!

 Han pasado algo más dos años desde que se presentó la nueva generación del SL, código interno R 232, y ahora llega su versión más radical. Se denomina SL 63 S E Performance y combina el motor biturbo AMG V8 de 4.0 litros situado en el eje delantero con una unidad de propulsión eléctrica en el eje trasero. En el momento de su lanzamiento solo había dos opciones con el motor V8: el SL 55 con 476 CV y 700 Nm, y el SL 63 con 585 CV y 800 Nm. Más tarde llegó el SL 43, con un motor de 4 cilindros y una hibridación ligera que entrega 381 CV y 480 Nm, y que solo impulsa las ruedas traseras. Esta nueva versión también es híbrida, pero enchufable. La “gracia” de esta nueva variante es que integra un motor eléctrico síncrono de 150 kW (204 CV) y excitación permanente con un cambio de dos velocidades de conmutación eléctrica y un diferencial mecánico de deslizamiento limitado en el eje trasero. La batería ligera de alto rendimiento también está situada en la parte trasera, encima del eje posterior. Este diseño compacto ofrece numerosas ventajas. El motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por tanto, puede convertir su potencia en propulsión mucho antes. Esto proporciona un impulso extra al arrancar, acelerar o adelantar. A medida que aumenta el deslizamiento sobre el eje trasero, la fuerza motriz del motor eléctrico también se transfiere a las ruedas delanteras según sea necesario. El posicionamiento en el eje trasero mejora la distribución del peso y constituye así la base de una maniobrabilidad impresionante. Bueno, esa es toda la teoría y puede que se te olvide algún detalle antes de que termines de leer este artículo. Lo que se te quedará grabado a fuego son sus 816 CV y sus 1.420 Nm de par máximo. Con ellos es capaz de alcanzar los 317 km/h y acelerar hasta los 100 km/h en 2,9 segundos. Cifras de auténtico superdeportivo.

La actual generación del SL estrenó la tracción total y la dirección activa del eje trasero, y ambas forman parte de la equipación de serie del 63 S E Performance. Lo que no tenían los otros modelos era el "Silent Mode", el modo de conducción por defecto para arrancar en total silencio. No esperes una autonomía desorbitada, ya que puede recorrer 13 km en modo eléctrico, pero si obtendrás la etiqueta Eco de la DGT.

La carga con corriente alterna se puede realizar a través del cargador de a bordo de 3,7 kW equipado en una estación de carga, un wallbox o un enchufe doméstico, así que si lo ves enchufado no hay duda de qué versión es. No obstante, el rasgo más identificativo del modelo superior de la serie SL se encuentra en la parte trasera, donde se encuentra, además de la tapa de carga integrada, el nombre del modelo resaltado en rojo. También hay embellecedores trapezoidales dobles en los tubos de escape ranurados en el exterior. El distintivo "E Performance" en la aleta lateral indica la exclusividad de esta versión y, de serie, el híbrido rueda sobre llantas de aleación AMG multirradio de 20 pulgadas. Están optimizadas aerodinámicamente y pintadas en negro mate con acabado de alto brillo. Como en el resto de versiones, la capota sigue siendo de lona y las medidas no varían. Los precios definitivos todavía no se han facilitado ni su fecha de comercialización, pero seremos de los primeros en probarlo… ¿Envidia de la mala o de la buena?