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Jeremy I: repaso y mejores momentos por la vida de Jeremy Clarkson

Conocido en todo el mundo gracias a sus casi 27 años como presentador y alma del programa “Top Gear” de la BBC, actualmente conquista a la audiencia con Clarkson´s Farm, un reality show sobre la vida en su granja. Por si alguien lo dudaba, el espectáculo es él.

Genuino, provocador, deslenguado, divertido, irónico, chauvinista, brillante, controvertido, perseverante, excéntrico, políticamente incorrecto, bebedor, excesivo, irreverente, ingenioso, vividor... Todos estos adjetivos se podrían aplicar al gran Jeremy Charles Robert Clarkson (1960), periodista de motor, presentador y showman de corazón.

En un momento en el que todo el mundo mide mucho sus palabras, porque siempre hay alguien que se siente ofendido, Clarkson sigue diciendo lo que le da la gana. Lleva más de dos décadas haciendo comentarios brutales y divertidos como si estuviese charlando con los amigos en el pub, y por eso le adoran millones de fans. Pero a veces se ha pasado y también lo ha pagado.

 

 

Nuestro protagonista nació en Doncaster (Yorkshire), hijo de una maestra y de un viajante de comercio. Ellos “inventaron” el osito Paddington de peluche, primero como un regalo para sus hijos. Luego lo registraron y les permitió ganar el dinero suficiente como para llevar a su hijo Jeremy a un elitista colegio privado. Recordando aquel periodo ha comentado que los dos primeros años sufrió bullying (acoso escolar). Le hacían salir de la cama en medio de la noche, le arrojaban a la piscina, le obligaban a lamer los baños y otras humillaciones similares. Al respecto escribió: “tengo que tener cuidado con cómo lo expreso, pero creo que en mi caso el bullying que sufrí en el colegio no fue algo malo, me espabiló. Entiendo que para muchas personas la intimidación es terrible, pero no lo fue para mí en particular. Quiero decir que entonces fue horrible sufrirlo, pero miro hacia atrás y estoy agradecido porque me hizo más fuerte”. Finalmente fue expulsado de la Repton School por beber, fumar y por su carácter alborotador en general. Curiosamente coincidió en el mismo centro con Adrian Newey (1958), el genial ingeniero y director técnico de Red Bull Racing.

 

De vendedor a periodista

Jeremy trabajó al principio con su padre vendiendo los ositos y pronto comenzó en el periodismo, iniciándose en medios locales. En 1984 fundó junto a un amigo Motoring Press Agency, donde realizaban pruebas de coches para diferentes medios.

 

 

En 1988 se puso al mando del Top Gear de la BBC, si bien el programa había empezado mucho antes, en 1977, e iba dirigido a usuarios del automóvil. En el primer capitulo la presentadora hablaba sobre el uso correcto de los espejos retrovisores. En otra parte del programa trataron las tecnologías que usaba la policía contra el exceso de velocidad, y también entrevistaban al ministro de transportes. Un formato en definitiva aburrido y convencional, y en las antípodas del Top Gear disparatado que más tarde crearía Clarkson. Desde el principio empezó a hacer gala de sus polémicas opiniones, pero el programa estaba orientado sobre todo a reportajes que orientaban a los consumidores.

No fue hasta 2002 cuando Clarkson junto al productor Andy Wilman rediseñaron el formato con bromas, choques, locuras variadas y mucho super-coche (además de sus inseparables colegas Hammond y May). Grabaron cientos de programas memorables que gustaban a los aficionados a los coches, pero también al resto de la familia. Este no era solo el programa de coches más seguido del planeta, sino también el de más éxito a nivel mundial, ya que se vendía a unos 170 países, con unos 350 millones de audiencia.

 

 

Sus comentarios no dejaban impasibles a nadie, como aquella broma salvaje sobre los conductores de furgonetas: “¿qué les pasa? ¿están asesinando a una prostituta? ¿ahorrando combustible? Entiendo que es un trabajo duro: cambiar de marcha, revisar tus espejos, cambiar de marcha, asesinar a una prostituta…”. Algunos homosexuales también se sintieron ofendidos cuando dijo que el Jaguar XKR-S “movía el culo más que George Michael”.

En todo caso el programa iba como un tiro y, en 2015, generaba unos beneficios anuales cercanos a los 100 millones de euros. Una de las frases automotivadoras favoritas de Clarkson es “speed & power”, y suele aclarar además que la velocidad nunca ha matado a nadie: “detenerte bruscamente es lo que acaba contigo”.

Como muestra de la filosofía del programa nos sirve aquel en el que compararon el Ferrari 458, el McLaren 12C y el Audi R8 (más el Jaguar XKR-S con Stig al volante) que fue rodado en España. Era en 2013, en plena “crisis del ladrillo” y primero fueron al aeropuerto de Ciudad Real, recién acabado y desierto, con las bromas esperables… Después montaron un circuito urbano en la localidad toledana de Seseña, y en línea con su estilo provocador no dudaron en bautizar a la pista como “Circuito Sir Francis Drake”, recordando al infame pirata y archienemigo de la Armada Española. Además “okuparon” uno de los numerosos pisos vacíos. Los tres biplazas eran muy rápidos, aunque cuando valoraron la relación valor-precio, la economía de consumo, la calidad o el equipamiento, el Audi era el mejor. Pero cuando les preguntaban con cual se quedarían, los tres lo tenían claro: “¡con el Ferrari!”.

 

 

En España los chistes sobre Drake muchos no los pillan por ignorancia, y otros sí pero el personaje les queda muy lejos. No pasó lo mismo en 2014 cuando fueron a Argentina a grabar y bromearon con el tema de Las Malvinas. Tenían un Porsche, un Lotus y un Mustang, y el coche alemán llevaba la matrícula H982 FKL (1982 por el año en que se desató la guerra y FLK como abreviatura de Falklands, el nombre de las islas en inglés). Veteranos del conflicto protestaron frente al hotel donde se alojaban, varios de los coches del equipo acabaron con los cristales rotos y fueron “invitados” a salir del país para evitar males mayores.

 

Los excesos le “condujeron” al despido

Clarkson se estaba viniendo arriba y esa no sería su mayor metedura de pata. En 2014 el propio presentador reconoció haber recibido una seria advertencia de la dirección de que sería despedido si volvía a hacer o decir algo ofensivo. Entonces le acusaron de haber hecho un comentario racista sobre una mujer durante un especial en Tailandia. En 2011 ya le advirtieron de que controlara sus excesos, al llamar junto a Hammond “vagos e irresponsables” a los mexicanos y bromear sobre que no recibirían quejas, porque el embajador azteca estaría durmiendo...

 

 

La paciencia de la BBC se agotó en marzo de 2015, cuando Clarkson fue despedido tras haber agredido a Oisin Tymon, productor de la BBC. Sin duda esta no fue una decisión fácil para Tony Hall, presidente de la cadena, quien declaró en un comunicado: “Creo que la línea ha sido sobrepasada. No puede haber unas reglas para unos y otras para otros en función de audiencias o consideraciones comerciales. Esta decisión de ninguna manera disminuye o desvirtúa la extraordinaria contribución que Jeremy Clarkson ha hecho a la BBC. Personalmente siempre he sido un gran fan de su trabajo en Top Gear...”. Incluso el entonces primer ministro británico David Cameron, recibió críticas por ponerse de su lado: “No se exactamente que es lo que ha pasado, es mi amigo y tiene un enorme talento”.

De acuerdo con lo publicado por el Daily Mirror el incidente de la agresión se produjo así: Clarkson, May y Hammond estuvieron grabando en el estudio de Surrey, y después debían tomar un helicóptero para seguir grabando en Yorkshire. La hora prevista de llegada al hotel eran las 8 de la tarde, pero se quedaron dos horas tomando unas cervezas en un pub cercano. Cuando llegaron al hotel algunos miembros del equipo se habían ido a dormir. Oisin les esperó pero Clarkson llegó muy agitado, vociferando porque no había nada caliente para cenar. Primero estuvo un rato insultando al productor: “¡***o vago irlandés!” y tras un rato de discusión, le dio un puñetazo que le hizo sangrar el labio. Tras atizar a Tymon y para rebajar tensiones, nuestro protagonista se comió un filete que le preparó el mismísimo director del hotel (meses después el agredido fue compensado con más de 100.000 libras).

 

 

Algunos vieron en este suceso el principio del fin de Clarkson, pero no fue así. Pronto Hammond, May y nuestro protagonista firmaron un acuerdo con Prime Video, la empresa de Jeff Bezos, para hacer un programa para su plataforma durante tres temporadas, con un presupuesto multimillonario. Así nació en 2016 “The Grand Tour”, también con Andy Wilman como productor, que sigue con un estilo muy parecido al que triunfó en Top Gear.

 

Reflexiones para recordar

Clarkson es un tipo muy inteligente y además muy leído. En su libro “The world according to Clarkson” expresaba reflexiones como esta: “El ser humano, y el varón humano en particular, está programado para asumir riesgos (…) Claro, somos más civilizados en estos días, con nuestros hornos microondas y nuestros aviones de pasajeros, pero, en el fondo, todavía somos hombres de las cavernas. Todavía anhelamos la descarga de adrenalina, los niveles altos de endorfinas y el zumbido de un golpe de dopamina. Y la única forma en que podemos desbloquear este botiquín es arriesgándonos. (…) No conducimos rápido porque tenemos prisa; conducimos rápido porque presiona los botones de excitación, nos hace sentir vivos. El Dr. Peter Marsh, del Centro de Investigación de Problemas Sociales en Oxford, dice que el aumento en la popularidad del puenting, el paracaidismo y otros deportes extremos es simplemente la reacción del hombre a la sociedad más segura y algodonosa que se está creando”.

 

 

Además de trabajar en “The Grand Tour”, en 2021 comenzó a grabar también para Amazon la serie Clarkson’s Farm, sobre el día a día en su granja. En los últimos tiempos Clarkson ha seguido metiéndose con quien consideraba conveniente, como la activista Greta Thunberg: “Es una idiota. Ir por ahí diciendo que todos vamos a morir, eso no va a resolver nada, querida”. También la acusó de promover el odio al automóvil: “Todos los menores de 25 años que conozco no están interesados en los coches. Se les enseña en la escuela, antes de decir mamá y papá, que los coches son malos, y eso está en sus mentes”. También odia a los que van en bicicleta entorpeciendo el tráfico en contraposición con ir en coche, algo que “impulsa la economía”. Cuando Rusia invadió Ucrania atacó al piloto Nikita Mazepin por Twitter: “eres un puto retrasado. Vete y compite en Rusia tu solo. Seguirás perdiendo”. Esto nos recuerda a un programa de 2001 en el que decide comprar un viejo caza Lighting de los años 60 y colocarlo en su jardín. Y cuando llega su mujer le dice: “si no fuera por estos, estaríamos hablando en ruso”. Respecto a The Grand Tour se han rodado cuatro temporadas y parte de la quinta, aunque en diciembre del año pasado Clarkson volvió a ser víctima de sí mismo, criticando duramente a Megan Markle, esposa del príncipe Harry, en uno de sus artículos en The Sun: “Odio a Megan Markle no como a Nicola Stugeon (líder del partido nacionalista escocés) o a Rose West (psicópata y asesina en serie), la odio a nivel celular”. Y añadió que soñaba con el día en que Megan fuera obligada a pasar por cada pueblo de Inglaterra desnuda mientras los vecinos le lanzaban heces, una escena inspirada en “Juego de tronos”. Quizá el rey Charles y su hijo William no pudieron evitar esbozar una sonrisa, pero aún así Clarkson se había vuelto a pasar de frenada y tuvo que pedir perdón. Se rumoreó que en Amazon le iban a despedir, pero la realidad es que en febrero de este año se anunció la tercera temporada de Clarkson’s Farm. Parece que, afortunadamente, aún tendremos Clarkson para rato. 

 

La vida en la granja

 

Dice Clarkson que ahora todo el mundo le pregunta por su granja, y es que el nuevo programa está siendo un gran éxito. En principio, el quehacer diario de un granjero no parece la temática más divertida, pero todo cambia cuando pasa por las manos del imprevisible Clarkson. Compró la finca de 400 hectáreas en 2008 y hasta 2021 tenía a un encargado para gestionarla. Pero este se jubiló en 2021 y decidió coger las riendas él mismo. El coche que conduce es por supuesto un Range Rover V8, y recurre a un asesor para que le ponga al día de cuando y cómo hay que sembrar, qué abonos hay que echar, qué maquinaria debe adquirir, etc… Lo primero que hizo fue ir a comprar un tractor. Los había de muchos tipos pero, como era de esperar, finalmente compró el más llamativo y potente, un enorme Lamborghini. Todos los que saben dicen que es demasiado grande pero según su lógica, si es un Lamborghini hará las cosas más deprisa… El tractor está lleno de botones y mandos que Jeremy no entiende, así que recurre a un joven del pueblo llamado Kaled Cooper, quien dice que nunca ha ido a Londres porque hay demasiada gente. Este le enseña como debe arar o cuidar a sus ovejas. Y hay otro tipo curioso, el gran Gerald. Tiene unos 70 años, se dedica a arreglar los muros y apenas se le entiende cuando habla. En todo caso es curioso ver a Clarkson aprendiendo de ellos con humildad.

Jeremy comparte la casa con su novia Lisa (49), una bella y simpática irlandesa con la que está desde hace unos seis años. Ella se encarga de la pequeña tienda, en la que con frecuencia se forman largas colas. Jeremy ha estado casado dos veces: con Alexandra fue muy breve, entre 1989 y 1990. Luego llegó Frances (1993-2014), con quien convivió durante un periodo de veintiún años, época donde fue su manager y tuvo a sus tres hijos, dos chicas y un chico. Cuando la conoció Jeremy no tenía dinero y ella le ayudó mucho, trabajando como un equipo, algo que él siempre ha agradecido.

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