Czinger: primer coche fabricado gracias a la inteligencia artificial

El primer hypercar Norte-Americano fabricado de la mano del hombre en combinación con la inteligencia artificial llega a nuestro país de la mano de Spirits of Speed. Se trata del Czinger 21c, un coche impresionante en todos los sentidos. Hemos podido descubrirlo en persona en el Circuit de Cataluña y la verdad, no nos ha dejado indiferentes.

El conocimiento y la tecnología desarrollados por el ser humano ha sido siempre la fuente de la que han bebido todos los proyectos de ingeniería se tratase del ramo que se tratase. No obstante, la irrupción de la Inteligencia artificial en el mundo actual está siendo sin duda una revolución difícil de parar que nos está llevando a un terreno hasta ahora desconocido. Czinger 21c es el primer superdeportivo que se ha construido a partir de la colaboración entre estos dos mundos. El resultado es tremendamente espectacular: un hypercar biplaza que bien podría haber salido de las 24h de Le Mans tanto por su aspecto como por sus prestaciones absolutamente increíbles. Y es que este híbrido de altos vuelos, en cuya fabricación se ha usado mayoritariamente la impresión 3D, se combina tecnología aeronáutica y de competición con lo mejor del mundo del motor de combustión y de la tecnología eléctrica para convertir el Czinger en un súper híbrido de alto rendimiento.

Unas cifras que asustan

Las cifras que anuncia el Czinger son demoledoras. Comenzando por el motor 2.8l Biturbo de 950 CV de potencia, con un PAR máximo de 746 Nm y el corte a las 11.000 revoluciones por minuto; ¡Cómo una moto! Con estas cifras, el Czinger es el coche con un motor de serie con mayor relación de potencia por litro: 330CV/L ni más ni menos. Pero si estas cifras no son suficientes, este hyperdeportivo nacido en Los Ángeles también cuenta con dos motores eléctricos gemelos situados en el tren delantero que ofrecen una potencia combinada de 300CV y que van asociados a un conjunto de baterías de 4,4 kWh. La potencia combinada asciende pues a los 1250 CV, aunque como opción esta se puede aumentar hasta los 1350 CV, algo que sinceramente, quizás no sea necesario. Sin embargo, para algunos la potencia nunca es suficiente, así que no está de más ofrecer esta opción. Como dato destacable, el motor permite la utilización de gasolina convencional, pero también sintética de alto rendimiento.

La transmisión asociada al motor se compone de una caja de cambios secuencial automatizada y manual de 7 relaciones, vinculada a un embrague y un diferencial trasero controlados eléctricamente. Todo ello está encarado a sacar siempre el mayor rendimiento del conjunto. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h en 1,9 segundos. Sí, menos de 2 segundos en un vehículo homologado para calle, lo que sitúa al Czinger a la altura de un Fórmula 1.

Naturalmente y como es de lógica, el sistema de frenado de este biplaza es también de alto rendimiento. En la parte delantera los discos carbon-cerámicos de 410mm cuentan con unas pinzas de 6 pistones, mientras que en las ruedas traseras los discos son de “sólo” 390mm contando con pinzas de 4 pistones. Esto permite parar al Czinger 21c de 100 Km/h a 0 en sólo 35 metros.

A nivel de suspensión, esta es obviamente de alto rendimiento. Cuenta con un sistema eléctrico para estabilizarla con el fin, por supuesto, de conseguir la máxima eficacia. El último apartado a destacar, y que salta a la vista a primera vista, es el aerodinámico, con una carga enorme que contribuye a tener un altísimo paso por curva, algo que se consigue con sus múltiples apéndices y gran alerón que permiten llegar a 2552KG de carga a 320 Km/h. Parece que por fin, en Estados Unidos también saben hacer coches de gran potencia capaces de tomar curvas. Por otro lado, la velocidad máxima supera con creces los de 400 Km/h. Casi nada.

Más allá de las cifras

Aunque todas las cifras del Czinger son de otra galaxia, no hace falta recurrir a los números para comprender que no estamos ante un vehículo normal. Y es que sólo observarlo en persona, detalle a detalle, uno se da cuenta de que se trata de una obra de ingeniería y tecnología extraordinaria. La verdad, lo que más me ha llamado la atención en particular es la enorme cantidad de elementos impresos en 3D que tienen diseños imposibles y que sirven para minimizar el material utilizado y reducir peso, mediante piezas diseñadas de manera que permiten tener múltiples funciones a la vez. El Czinger está creado como un todo, no como un chasis sumado a una carrocería y a un motor; todas las partes están en perfecta simbiosis. Por poner un ejemplo concreto: las manguetas de cada eje integran de una sola pieza el sistema de frenado, la refrigeración de los frenos, los bujes etc. Es gracias a esta tecnología de impresión 3D que encontramos muchos elementos desarrollados específicamente. El resultado es obvio. No en vano, el Czinger ha conseguido el récord de vuelta para vehículos de producción tanto en Laguna Seca como en el Circuito de las Américas.

Dentro de este diseño encarado al rendimiento, destaca otro elemento muy poco visto en vehículos de producción: el Czinger es un biplaza, pero en vez de tener dos asientos en paralelo, cuenta con una distribución totalmente distinta, con un asiento frente al otro. Esto da al cockpit un aspecto inédito, con una cúpula mucho más propia de un caza de combate que de un deportivo, algo que por otro lado y considerando las prestaciones de este, tiene bastante sentido. Durante la presentación de este vehículo en Montmeló no tuvimos la oportunidad de subirnos a él, aunque sí observarlo desde fuera, y la verdad, nos quedamos con ganas. Porque tiene que ser emocionante a nivel de sensaciones.

           

La llegada a nuestro país del Czinger 21c, cuyo nombre se refiere a que es el superdeportivo del “21st Century” -el Siglo XXl, es sin duda una buena noticia: Spirits of Speed sigue su apuesta por este tipo de vehículos, que se suma al resto de vehículos importados por la empresa, entre los que encontramos Koennigseg, Rimac, AC o Rolls Royce, y a estas alturas empieza a ofrecer un elenco de deportivos francamente impresionante. Nos preguntamos qué será lo próximo. En cualquier caso, allí estaremos para contároslo.